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Es
irresponsable que sin evidencia científica y sin escuchar a los
productores agrícolas, las tres instituciones pongan en riesgo la
producción alimentaria del país.
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COFEPRIS
tiene clasificado al glifosato en la banda verde de toxicidad, la de
más bajo riesgo.
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La
UMFFAAC condena enérgicamente la manipulación de la información
que SEMARNAT Y CONACYT han hecho de la instrucción del Presidente,
quien pidió una reducción gradual del uso del glifosato en el
país, no su prohibición.
La
campaña sistemática del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(CONACYT), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(SEMARNAT) y de la Secretaría de Salud y hasta de la Comisión
Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) para prohibir el glifosato
en el país es una grave irresponsabilidad política porque atenta
contra la seguridad alimentaria del país.
El
glifosato es una herramienta importante para los productores
agrícolas porque es muy eficaz para controlar la maleza que afecta
el crecimiento de los cultivos y, por tanto, incide directamente en
un incremento en la productividad alimentaria.
Es
el herbicida más utilizado en México y en el mundo por su
costo-efectividad: aumenta la productividad, tienen bajo costo, es de
amplio espectro y tiene una baja toxicidad, la misma Secretaria de
Salud a través de la Comisión Federal para la Protección contra
Riesgos Sanitarios COFEPRIS, tiene clasificado al glifosato en la
banda verde de toxicidad, la de más bajo riesgo.
SEMARNAT,
LA SECRETARIA DE SALUD Y CONACYT mienten, porque no es verdad que el
glifosato sea altamente tóxico y constituya una seria amenaza a la
salud y a los ecosistemas, y esto queda demostrado porque países
agrícolas importantes y con las mejores capacidades de análisis
científico han decidido continuar utilizando el glifosato como:
Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Brasil, sólo por citar
algunos.
Además
de las posiciones de las Agencias Reguladoras de los países antes
mencionados, hay organismos internacionales como la Organización
Mundial de la Salud, OMS, junto con la Organización de la Naciones
Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO por sus siglas en
inglés) donde señalan lo siguiente:
FAO/OMS
Reunión
conjunta de la FAO/OMS sobre Residuos de Plaguicidas
“es poco probable (unlikely) que el glifosato sea un riesgo
carcinogénico para los seres humanos a través de la dieta” (mayo,
2016).
https://www.who.int/foodsafety/jmprsummary2016.pdf?ua=1
Estados
Unidos
EPA
Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos
“..la EPA mantiene su posición de que el glifosato no
representa riesgos a la salud pública cuando se usa de acuerdo al
etiquetado y que el glifosato no es carcinógeno”. (abril, 2019)
https://www.epa.gov/newsreleases/epa-takes-next-step-review-process-herbicide-glyphosate-reaffirms-no-risk-public-health?sf211931666=1
Europa
EFSA
Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria
“es poco probable (unlikely) que el glifosato represente un
riesgo carcinogénico para los seres humanos y la evidencia existente
no respalda su clasificación como carcinógeno potencial…”
(noviembre, 2015)
https://efsa.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.2903/j.efsa.2015.4302
ECHA
Agencia Europea de Sustancias Químicas
“la evidencia científica disponibles no reúnen los
criterios necesarios para clasificar al glifosato como cancerígeno,
mutagénico o tóxico para la reproducción”. (marzo, 2017)
https://echa.europa.eu/-/glyphosate-not-classified-as-a-carcinogen-by-echa
Instituto
Federal para la Evaluación de Riesgos de Alemania BfR
“no existe una relación entre la exposición al glifosato y
un incremento de riesgo de linfoma no Hodgkin u otros tipos de cáncer
que hayan sido validados o encontrados como significativos”.
(marzo, 2015)
https://www.bfr.bund.de/de/fragen_und_antworten_zur_bewertung_des_gesundheitlichen_risikos_von__glyphosat-127823.html
Canadá
Autoridad
Reguladora de Manejo de Plagas (PMRA)
“la
evaluación de la información científica disponible reveló que los
productos que contienen glifosato no representan riesgos inaceptables
para la salud humana o el medio ambiente cuando se usan de acuerdo
con las instrucciones de la etiqueta propuesta”.
(abril, 2015)
https://www.canada.ca/en/health-canada/services/consumer-product-safety/pesticides-pest-management/public/consultations/proposed-re-evaluation-decisions/2015/glyphosate/document.html
Brasil
Agencia
Nacional de Vigilancia Sanitaria
A través de un comunicado la Agencia revaluó el riesgo del
glifosato y concluyó: “no provoca mutaciones en el
ADN, en el código genético humano (no mutagénico), ni en embriones
o fetos (teratogénico), no es cancerígeno y no es disruptor
endócrino (no afecta el sistema hormonal) y no afecta la
reproducción. (febrero, 2019)
https://www.gov.br/agricultura/pt-br/assuntos/noticias/anvisa-reavaliou-risco-do-glifosato-e-descartou-risco-ao-consumidor
En
consecuencia, la oposición al uso del glifosato no es más que el
reflejo de una posición ideológica que, con el pretexto de
favorecer prácticas agroecológicas, omite, de manera irresponsable,
las consecuencias que tendría en el campo la no utilización del
herbicida:
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Los
costos de producción por hectárea se incrementarían 300 %.
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La
producción de cultivos bajaría entre un 30% y 40%.
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La
importación de maíz aumentaría de 16 millones de toneladas
anuales a 25 millones.
Los
productores de agroquímicos expresan también su rechazo a la
posición intransigente de las instituciones confabuladas contra el
glifosato, porque además incumplen con la instrucción presidencial
de reducir gradualmente el uso de este herbicida y, simultáneamente,
realizar los estudios e investigaciones necesarias, a las que tiene
que convocar el CONCACYT, para encontrar alternativas al uso del
glifosato, mismas que, hasta la fecha, no existen. Por esta razón,
otros países que han explorado la factibilidad de restringir o
eliminar el uso de glifosato han tenido que echar marcha atrás
debido a las consecuencias para la productividad en el campo, como
fue el caso de Francia.
De
hecho, en 2017 la Unión Europea extendió la licencia para el uso de
glifosato hasta 2022. Esta nueva revisión contempla la opción de
extender la autorización de su uso, precisamente porque no existe
evidencia científica que fundamente su total prohibición, y por la
falta de un sustituto con los beneficios que tiene el herbicida.
Los
productores de agroquímicos exigen que las voces de los productores
agrícolas sean tomadas en cuenta para que, junto con la información
de que disponen para sustentar su posición sobre el tema, CONACYT,
SALUD Y SEMARNAT reconsideren la posición de intransigencia que solo
compromete la economía y bienestar de los trabajadores del campo,
así como la productividad de los cultivos de los que se alimenta el
país.