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En México, menos del
6% del PIB se destina a educación, una cifra por debajo del promedio de países
de la OCDE.
· Plataformas de EdTech como Emmi muestran cómo la
Inteligencia Artificial puede reducir esta sobrecarga y apoyar un aprendizaje
más personalizado.
En
México, la docencia es una de las profesiones con mayor propensión al estrés y
al burnout, fenómeno que afecta directamente la calidad educativa. El problema
no es menor: de acuerdo con un estudio realizado entre profesores de colegios
privados de educación básica, más del 30% de los docentes consideran su labor
como altamente estresante y agotadora. En el caso de escuelas públicas,
especialistas advierten que esta cifra podría elevarse hasta el 50%.
Este
panorama ocurre en un contexto en el que el país invierte apenas el 5.9% de su
PIB en educación, muy por debajo del promedio de 8% recomendado
internacionalmente. Esta falta de recursos se refleja en aulas con alta carga
administrativa, poca innovación pedagógica y limitados apoyos tecnológicos.
“Hoy,
los maestros dedican aproximadamente un 30% de su jornada a labores fuera del
aula, principalmente planeación, evaluaciones y trámites administrativos. Esto
limita su tiempo de preparación y atención directa a los alumnos, justo en un
momento en el que los niños requieren cada vez más educación personalizada”,
explica Dominic Sando, especialista en innovación educativa.
De
acuerdo con la Asociación Estadounidense de Investigación Educativa, los
profesores tienen 40% más probabilidad de sufrir ansiedad que los trabajadores
del sector salud, y 30% más que quienes se desempeñan en el rubro militar. En
México, esta realidad se agrava por la insuficiente inversión y la presión
social que enfrentan los docentes, tanto de instituciones como de padres de
familia.
En este
contexto, el papel de la tecnología educativa cobra especial relevancia.
Herramientas desarrolladas en el ecosistema EdTech, como la plataforma mexicana
Emmi, han comenzado a aplicar Inteligencia Artificial para automatizar
reportes, generar evaluaciones personalizadas y reducir significativamente la
carga administrativa de los docentes.
“Al
aprovechar los datos y automatizar procesos, los profesores pueden enfocar más
tiempo en la enseñanza, mientras los alumnos reciben guías personalizadas con
actividades y materiales que refuerzan sus aprendizajes. Esto no solo devuelve
tranquilidad al maestro, sino que también actualiza el modelo educativo con
metodologías más efectivas”, añade Ahmer Dodero, especialista en innovación
académica.
El reto
es mayúsculo: según la prueba PISA 2022, 2 de cada 3 estudiantes mexicanos no
alcanzan el nivel elemental de aprendizaje en matemáticas. Frente a este
escenario, los expertos coinciden en que la tecnología no es un lujo, sino una
herramienta decisiva para disminuir la brecha educativa.
“La
transformación de la educación empieza por mejorar la calidad de vida del
docente. Si logramos que la tecnología lo libere de la sobrecarga, podremos
avanzar hacia un aprendizaje más equitativo y eficaz para los estudiantes”,
concluye Sando.
Acerca
de Emmi
Emmi es una EdTech
mexicana creada por Dominic Sando y Ahmer Dodero, que integra en una sola
plataforma los principales recursos de apoyo para los profesores de educación
básica en el país.
El sistema ofrece una
diversidad de recursos, libros y actividades que encuentran su respaldo en las
principales escuelas pedagógicas del mundo, incluyendo la Nueva Escuela
Mexicana.
Actualmente, Emmi está
presente en más de 100 escuelas del país y suma más de 120 especialistas
enfocados en crear, con ayuda de las tecnologías más avanzadas, los programas
interactivos que revolucionan la educación preescolar y primaria, y que
permiten disminuir la sobrecarga de trabajo administrativo de los profesores,
gracias al uso de herramientas de Inteligencia Artificial.
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