miércoles, 13 de agosto de 2025

El comercio que se reinventa: del mostrador a la inteligencia operativa


Por: Sergio Souza - Display Business Manager, Dahua Technology México

El comercio minorista en México no es un sector cualquiera. Aporta más del 20 % del PIB y sostiene millones de empleos. Sin embargo, enfrenta retos que van más allá de vender: debe prevenir pérdidas, optimizar procesos y adaptarse a un consumidor que espera experiencias personalizadas. La transformación digital dejó de ser opcional para convertirse en un requisito indispensable de supervivencia.

La transformación digital ya no es opcional: Más que pantallas vistosas, su poder está en convertir operaciones diarias en datos útiles que previenen pérdidas y optimizan procesos.

Según proyecciones, el mercado global de displays comerciales alcanzará 54.1 mil millones de dólares en 2024, con un crecimiento anual del 6.5 % hasta 2030. El retail representa el 22 % de esta expansión, impulsado por la urbanización acelerada y la necesidad de destacar ante consumidores que compran con un clic pero siguen valorando el contacto físico con las marcas.

En México, miles de tiendas operan todavía con poca visibilidad sobre lo que ocurre en pasillos y cajas. Esta falta de información se traduce en pérdidas por robos, fraudes y errores logísticos. Cada año, la industria minorista absorbe costos que podrían evitarse si existiera un enfoque más proactivo de la seguridad. Hoy es posible conectar sistemas de videovigilancia con puntos de venta, reconocimiento facial y alertas inteligentes que no solo documentan lo que sucede, sino que ayudan a anticipar riesgos y tomar decisiones.

La integración de cámaras inteligentes, análisis de comportamiento y supervisión remota permite disminuir incidentes críticos, mientras que el uso de sistemas de conteo alcanza un 97.5 % de precisión al registrar visitantes y diferenciar patrones según clima, horario y punto de acceso. Estos resultados evidencian cómo la tecnología convierte las operaciones diarias en información estratégica y decisiones más efectivas.

Pero no se trata únicamente de seguridad. La inteligencia visual también aporta datos sobre el flujo de personas, la efectividad de promociones y la distribución del personal. El conteo de visitantes, los mapas de calor y el análisis demográfico permiten diseñar layouts más eficientes y experiencias de compra más fluidas. La digitalización de estanterías, muros de LED y escaparates interactivos contribuye a captar atención y fidelizar clientes en un entorno cada vez más competido.

Los displays inteligentes son hoy mucho más que pantallas decorativas. Son puntos de contacto que informan, persuaden y recogen datos. Desde supermercados que adaptan promociones en tiempo real hasta agencias automotrices que muestran contenidos según el perfil de quien entra al showroom, estos recursos se consolidan como el nuevo lenguaje del retail. Incorporar estas herramientas no significa simplemente seguir una moda tecnológica: es reconocer que el futuro comercial pasa por la capacidad de convertir cada interacción en un aprendizaje y cada dato en una decisión.

En un país donde el comercio tradicional convive con cadenas globales, la integración de tecnología es una palanca de competitividad, pero también una oportunidad de profesionalizar empleos y dinamizar comunidades. La seguridad inteligente, la analítica de datos y la señalización digital forman un ecosistema que puede reducir pérdidas, optimizar recursos y elevar la confianza de los clientes.

El retail del futuro no solo se vende: también se protege, se comprende y se reinventa. Y esa transformación comienza con una decisión: mirar más allá de lo evidente y dar valor a cada dato que ocurre frente a nuestros ojos.


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario