Ernesto Piedras
|
Las adiciones de capital de
infraestructura son esenciales en el sector de telecomunicaciones,
intensivo en el ejercicio de recursos para optimizar la provisión de
servicios en cobertura, calidad y asequibilidad de estos.
La ejecución suficiente de inversiones
año con año es fundamental, ante el déficit y condiciones de rezago
existentes en el mercado mexicano. En años recientes, han sido los
operadores competidores distintos al agente económico preponderante en
telecomunicaciones (AEP-T, América Móvil), los que han dedicado un monto
absoluto y proporcional mayor del total sectorial, a pesar de
registrarse un marcado desbalance competitivo en ingresos, usuarios,
márgenes operativos, tenencia espectral, entre otras métricas
relevantes.
Inversiones en Infraestructura Telecom
al 2021. De acuerdo con estadísticas publicadas por el Instituto Federal
de Telecomunicaciones (IFT), el AEP-T invirtió escasamente una razón de
10.8% del total registrado durante 2021, equivalente a 78,012 millones
de pesos (mdp). Esta proporción es cada vez menor, al pasar de ser 47.3%
en 2014, año en el que se determinó su condición de preponderancia
sectorial, a un coeficiente 4.4 veces menor, al último dato publicado.
Esto da cuenta de que las condiciones
categóricamente favorables a este y su excesivo peso en los mercados no
generan los incentivos necesarios para que invierta en suficiencia para
expandir, mejorar y actualizar sus redes de telecomunicaciones en
México. En otras palabras, la falta de competencia y la inamovible
concentración de mercado a favor del AEP-T han socavado el ejercicio de
inversiones de éste.
¿Quién Invierte Más en
Telecomunicaciones en México? A pesar de las circunstancias referidas,
los operadores competidores han intensificado la ejecución de recursos
para desplegar y desarrollar sus redes, tal que contabilizan
prácticamente 9 de cada 10 pesos que se invierten de manera sectorial.
Estos pasaron de contabilizar poco más de la mitad (52.7%) en 2014 a ser
los líderes en inversión en las telecomunicaciones.
Han sido empresas como Totalplay, Grupo
Televisa, AT&T, Megacable-MCM y Altán Redes que destacan por
competir con inversiones sustanciosas para mejorar y expandir la
disponibilidad de sus servicios, con miras a impulsar su huella de
mercado.
Ello, pese a que por el nivel de
ingresos sectoriales, el AEP-T obtiene 5.5 de cada 10 pesos de la
totalidad atribuible a la provisión de servicios de telecomunicaciones.
Este marcado desbalance habilita ventajas competitivas para el operador
en torno a la capacidad económica para invertir, extender su
infraestructura, obtener los derechos de una mayor cantidad de espectro
radioeléctrico e incluso para alcanzar mayores ganancias que el resto de
sus competidores.
Al respecto, tras la primera revisión
de preponderancia en marzo de 2017, el AEP-T trazó una trayectoria
creciente de su EBITDA (ganancias antes de gastos financieros) que llega
a $31,250 millones de pesos (mdp) al tercer trimestre de 2022
(3T-2022). Este monto es casi 5 veces superior al alcanzado por el
segundo operador en términos de esta métrica.
Por todo lo anterior, es manifiesto que
no sólo se requiere aplicar mecanismos aceleradores de la competencia
efectiva en la próxima revisión del marco regulatorio de preponderancia
para impulsar el ejercicio de inversiones del AEP-T, sino para gestar
condiciones balanceadas en el sector que favorezcan y permitan la
continuidad de los elevados montos atribuibles a los operadores
competidores.
Estos últimos son quiénes han optado
por competir por la vía de inversiones, en contraposición al AEP-T que
ha adoptado una posición acomodaticia y de contención de sus adiciones
de capital.
No hay comentarios:
Publicar un comentario