(10 de enero, 2023)
La
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que
el valor de las exportaciones regionales de bienes creció 20% en
2022, impulsado por un alza del 14% de los precios y una expansión del
6% del volumen exportado. Así lo señala el organismo de las Naciones
Unidas en un nuevo informe anual (flagship) dado a conocer hoy por medio de un comunicado de prensa.
En el reporte
Perspectivas
del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe 2022,
la Comisión indica también que el valor de las importaciones
regionales de bienes aumentó en 24%. Al igual que en las exportaciones,
el grueso del aumento del valor de las importaciones regionales obedece
al componente de precios.
Según
el informe, las exportaciones regionales de bienes tuvieron en 2022 su
segundo año de crecimiento a tasas de dos dígitos, tras crecer 27% el
año
anterior. Sin embargo, al igual que en 2021, la expansión de los envíos
estuvo impulsada principalmente por factores exógenos (el alza de los
precios de las materias primas, particularmente los combustibles), y no
por la capacidad de aumentar el volumen exportado
ni de diversificar la oferta exportadora regional hacia nuevos
sectores.
En
contraste con la desaceleración del comercio de bienes, el comercio de
servicios de la región muestra una importante recuperación, creciendo
45% en
el primer semestre de 2022 respecto de igual período de 2021. Ello se
debe principalmente a la reactivación del turismo, seguido por el rubro
de otros servicios, los que incluyen los llamados servicios modernos.
El
informe advierte que en un contexto marcado por el conflicto en
Ucrania, alta inflación, menor crecimiento, tensiones geopolíticas y la
persistencia
de la pandemia, el comercio mundial sufrió una fuerte desaceleración en
2022, la que se agudizará en 2023: luego de expandirse 9,8% en 2021, se
proyecta que el volumen del comercio mundial de bienes creció 3,5% en
2022 y crezca apenas 1% en 2023.
Entre
los principales socios comerciales de la región, se estima que las
exportaciones a la Unión Europea fueron las más dinámicas en 2022, con
un crecimiento
de su valor del 26%. Por primera vez desde 2015, las exportaciones a
China fueron las menos dinámicas, creciendo solo 8%. En tanto, se estima
que el comercio intrarregional se expandió en 22%, lo que constituye
una buena noticia para las exportaciones manufactureras
de la región.
De
acuerdo con el informe, las mayores alzas estimadas de las
exportaciones se registraron en países exportadores de hidrocarburos:
Trinidad y Tobago
(69%), Venezuela (63%), Colombia (49%) y Guyana (45%).
Por
otra parte, 25 de los 33 países de la región sufrieron en 2022 un
choque negativo en sus términos de intercambio; es decir, el precio de
los productos
que importan aumentó más que el de los productos que exportan. Esta
situación refleja el alza de los precios de los alimentos, combustibles y
fertilizantes desde 2021, y que se agudizó en 2022 producto del
conflicto en Ucrania. Los únicos países que tuvieron
un impacto positivo en sus términos de intercambio son los exportadores
netos de combustibles.
En su versión 2022,
Perspectivas del Comercio Internacional incluye un
capítulo que examina el desempeño exportador de manufacturas de América
Latina y el Caribe en el período 1990-2021. Según el informe, la región
como un todo muestra un débil desempeño exportador
en el ámbito de las manufacturas: tras aumentar levemente entre 1995 y
2001, la participación regional en las exportaciones mundiales de
manufacturas no ha superado el 5% en los últimos 20 años. Además, la
región presenta un persistente y creciente déficit
comercial en manufacturas, el que pasó de representar el 3% del PIB en
1995 al 6% en 2021. América Latina y el Caribe solo presenta superávits
significativos en los sectores automotor y de alimentos, bebidas y
tabaco, y sus exportaciones manufactureras muestran
una alta concentración por origen: un solo país (México) representó el
57% del total entre 2019 y 2021.
El informe agrega
que la pandemia del COVID-19 y el conflicto en Ucrania han evidenciado
la alta dependencia regional del abastecimiento externo de productos
estratégicos como medicamentos, dispositivos médicos y fertilizantes.
“Por ello es urgente revitalizar la integración
regional e implementar políticas de fomento productivo para dinamizar
las exportaciones manufactureras”, indica la CEPAL en el estudio.
“Dada
su gran importancia para las exportaciones manufactureras, es preciso
avanzar hacia un mercado regional amplio y estable
mediante iniciativas de convergencia regulatoria, facilitación del
comercio, uso estratégico de las compras públicas y mejora de la
conectividad”, enfatiza.
Asimismo,
se requieren políticas de fomento productivo que apunten a elevar la
competitividad exportadora en todos los segmentos de las cadenas de
valor
manufactureras, incluidas las actividades de servicios asociadas a
ellas (investigación y desarrollo, diseño, logística, etc.), recalca el
organismo regional de las Naciones Unidas.
Finalmente,
en su tercer capítulo el informe de la CEPAL examina las profundas
disrupciones en las cadenas marítimas de suministro -que movilizan el
80% del volumen del comercio mundial de bienes- desde el inicio de la
pandemia. Los cierres masivos de actividades productivas, la mayor
congestión en los puertos y la limitada disponibilidad de contenedores,
sumados a la elevada concentración de la industria
naviera, han traído como consecuencia una escasez de bienes finales
importados para el consumo y de insumos y bienes de capital importados
para la producción; la pérdida de confiabilidad de los embarques; y un
aumento de la inflación debido a los mayores costos
de transporte.
Uno
de los principales efectos de estas disrupciones ha sido el notorio
incremento en el precio de los fletes marítimos. Por ejemplo, el costo
de transporte
de las exportaciones de la región hacia Estados Unidos en junio de 2022
era cuatro veces mayor que el de enero de 2019. Por su parte, el costo
de transporte de las importaciones desde Asia en la actualidad es 4,3
veces mayor que el valor de enero de 2019.
La
CEPAL sostiene que las cadenas mundiales de suministro por vía marítima
son clave para avanzar hacia un desarrollo sostenible de la región.
Aquí América
Latina y el Caribe se enfrenta a un doble reto: por un lado, es preciso
remontar el rezago en la infraestructura e interconectividad y, por el
otro, se debe hacer frente a los impactos que, en la coyuntura actual,
amenazan con reconfigurar la estructura del
comercio internacional en términos de rutas, actores e intereses para
los años por venir.
“La
canalización coordinada de recursos públicos y privados, a través de
Asociaciones Público-Privadas (APP) puede contribuir a avanzar nuevos
proyectos
y mejorar la infraestructura existente que demanda la región. Es
preciso dar paso a APP que antepongan los intereses de las personas en
primer lugar y que estén en línea con los Objetivos de Desarrollo
Sostenible”, indica el informe.
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