“Ahora que analistas auguran un “boom” en las inversiones de capital (Capex) de las empresas a nivel global, el financiamiento será clave para que las PyMEs sigan compitiendo”: Drip Capital
Ciudad de México a 09 de junio de 2021. – En el proceso de recuperación tras las fases más complejas de la pandemia, las empresas globales buscarán enfocarse en inversiones de capital (Capex), lo que implica un nuevo reto significativo para las PyMEs en materia de competencia, asegura un análisis de Drip Capital México, fintech especializada en financiamiento internacional.
Y es que según predicciones en la banca multinacional de inversión Morgan Stanley, existirá un ciclo de inversiones de capital (Capex) importante:
se estima que la inversión global alcanzará 121% de los niveles pre
recesión, al final de 2022. Por su parte, Oxford Economics también
augura que habrá un "boom de gastos de capital”, mientras que IHS Markit dice que la inversión real fija podrá incrementar hasta en 6% este año.
“Ahora que los analistas auguran un incremento en las inversiones Capex de las empresas a nivel global, el financiamiento será clave para que las PyMEs puedan seguir compitiendo”, aseguró Edmundo Montaño, director general de Drip Capital México.
De
acuerdo con el directivo, aunque aún falta ver cuáles son los pasos
específicos que se definirán en materia de inversión en nuevas plantas o
activos y el ritmo de movimiento de capital de trabajo; con un buen
panorama las PyMes pueden emparejar las expectativas a este respecto o
superarlas ligeramente, con relación a las de las consultoras. En este
sentido, podríamos presenciar un incremento de entre 7 y 8% en inversión
en Capex por parte de las pequeñas y medianas empresas.
La
crisis económica sufrida a nivel global, a raíz de la COVID-19, tuvo
una serie de efectos significativos en el comercio y las economías
globales; según las estimaciones del Banco Mundial, la economía mundial
se contrajo un 5,2% en 2020, lo que, para esta institución financiera
global, es considerado como la peor recesión económica desde la segunda guerra Mundial.
A decir del directivo de la fintech, si bien la recuperación económica ya se está poniendo en marcha, la incertidumbre y los efectos económicos de la pandemia siguen causando estragos en las compañías a nivel finanzas, sobre todo en las PyMEs.
“Aunque
es un elemento clave para mantenerse como jugadores competitivos, las
PyMES se encuentran en un escenario difícil para seguir la misma
tendencia de inversión en Capex, debido a que sus niveles de liquidez se han visto comprometidos y se les ha dificultado el acceso a capital”, explica Montaño.
Diferencia entre Capex y Opex y los errores de las PyMEs sobre sus fuentes de capital
El
análisis de la fintech destaca que invertir en su negocio es un aspecto
importante para todo tipo de empresas, pues les ayuda a adaptarse
rápido a nuevos modelos de trabajo y de hacer negocios, así como ante la
necesidad de innovación.
Pero,
¿qué pasa con las empresas medianas y pequeñas que no tienen el mismo
acceso a capital y créditos que tiene una empresa grande? ¿Cómo costear sus operaciones (Opex) y, además, invertir en aspectos más estratégicos?
De acuerdo con Drip Capital, las inversiones de capital, es decir, Capex,
se refieren a todos aquellos fondos de una compañía que se destinan a
la adquisición de un activo o mejora de uno ya existente; desde adquirir
una pieza de maquinaria nueva o invertir en un nuevo sistema de
software, hasta reparar o comprar equipo nuevo.
En contraste, los Opex,
se refiere a todos aquellos desembolsos del día a día que se requieren
para que la empresa siga operando, van desde la nómina, el pago de la
renta, la materia prima necesaria para la producción de insumos, pago de
energía, costos de inventario, pago de seguros, etcétera.
Respecto a cómo financiar ambos tipos de necesidades financieras, el directivo explica que persisten algunas prácticas que limitan a las empresas.
“Por
su naturaleza, los créditos tradicionales son un recurso que permiten a
las compañías invertir en Capex. Sin embargo, la realidad es que las
necesidades inmediatas obligan a utilizarlos de maneras poco eficientes:
el último reporte trimestral de Banxico sobre la Evolución de Financiamiento a las Empresas revela que la principal razón de solicitar un crédito, por parte de una organización, es cubrir su capital de trabajo. Esto a pesar de que los créditos son una de las fuentes más costosas para los gastos operativos”, acotó Montaño.
En ese sentido, Drip Capital asegura que
las fuentes de financiamiento más adecuadas para cubrir necesidades de
capital de trabajo (Opex) serán altamente útiles en esta nueva etapa:
las empresas podrán invertir en ellas mismas, recurriendo a créditos,
mientras que otros recursos más adecuados como el descuento de facturas o
el factoraje, podrán ayudarles a mejorar sus flujos de efectivo
con acceso inmediato a capital sin necesidad de sobre apalancamiento o
comprometerse con deuda.
Es
un hecho que las empresas necesitan liquidez para sobrevivir la crisis,
pero también es cierto que aún es una situación complicada para que las
empresas mexicanas adquieran deuda. Esto lo refleja la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), quien reportó recientemente que la liquidez de la banca en México está en su nivel más alto en 10 años, con alrededor de 1.3 billones de pesos, pero, a la vez, persiste una menor demanda de crédito y condiciones poco favorables para otorgarlo.
“Para competir en mercados nacionales e internacionales sin comprometer sus finanzas y mitigar los riesgos,
el factoraje destaca como una gran alternativa para mantener
operaciones sanas y destinar sus créditos a gastos más estratégicos,
como lo son las inversiones”, finalizó Montaño.