Hoy me presento ante esta Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública para exponer el
Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2025,
entregado a esta Soberanía como parte del Paquete Económico, el pasado 15 de
noviembre, por el doctor Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito
Público.
Antes que nada, agradezco este espacio de diálogo, que asumo no solo como un ejercicio
técnico, sino una expresión plena de la colaboración entre poderes, piedra angular de la
vida democrática y republicana de nuestro país.
Estimo oportuno tomar unos breves minutos para comentar sobre las consideraciones
que se han tenido en cuenta para la elaboración de la propuesta, a efecto de aportar
información que pudiera resultar de utilidad en el proceso de discusión que lleva a cabo
la Cámara de Diputados.
El Proyecto de Presupuesto de Egresos se formuló bajo los principios del Humanismo
Mexicano, el cual busca la consolidación de un desarrollo con beneficios compartidos para
una sociedad más justa, equitativa y digna, focalizada en el bienestar de todos, para la
construcción de un México más inclusivo, en el que se prioricen los derechos humanos, la
democracia, la justicia social y la soberanía.
El documento se centra en el cumplimiento de los 100 compromisos para el Segundo Piso
de la Transformación, asumidos por la Presidenta, doctora Claudia Sheinbaum Pardo, el
día de su toma de protesta ante el Pueblo de México; en este sentido, si bien se presenta
el gasto propuesto para el año 2025, el mismo se estructura sobre una perspectiva de
mediano y largo plazo, es decir, considera alcanzar progresivamente durante la gestión
2024-2030, los objetivos planteados en las 14 Repúblicas que agrupan los compromisos.
Busca fundamentalmente, el equilibrio entre los ingresos y los gastos, y disminuir el
déficit presupuestal. La disciplina presupuestal es la instrucción precisa y contundente
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dada por la Presidenta, el gasto se debe ajustar a lo planteado y hoy ya autorizado en la
Ley de Ingresos del 2025.
Así, para el siguiente año, se proyecta un déficit presupuestario equivalente a 3.9% del
PIB, en línea con un nivel de deuda pública controlado de 51.4% del PIB, lo que reafirma
el compromiso del Gobierno de México con la estabilidad macroeconómica y la
sostenibilidad de las finanzas públicas.
Pasemos ahora a la propuesta de Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2025.
El proyecto presentado no sólo representa una asignación de recursos, sino es una
herramienta estratégica para seguir transformando las condiciones de vida de quienes
más lo necesitan y consolidar a México como un referente en justicia social y prosperidad
compartida.
As++i, se propone un gasto neto total de 9.3 billones de pesos, lo que significa un
incremento nominal de 2.6% respecto del presupuesto aprobado en 2024.
De este total, se propone destinar 6.5 billones de pesos al gasto programable, el equivale
a 70.2% del gasto neto total, mientras los restantes, 2.8 billones de pesos, es decir, el
29.8%, corresponden al gasto no programable.
El gasto programable refleja el compromiso decidido con el desarrollo social y la
sostenibilidad económica, al priorizar sectores estratégicos como la vivienda, el medio
ambiente, la educación, la salud, la seguridad, la cultura, la igualdad sustantiva y la
soberanía alimentaria.
Por su parte, el gasto no programable se mantiene en niveles que aseguran la estabilidad
y sostenibilidad fiscales, incluyendo partidas fundamentales como el costo financiero de
la deuda y los ingresos en participaciones que se entregan de manera directa a las
entidades federativas.
El proyecto orienta los esfuerzos del sector público con una perspectiva de derechos
humanos, con especial énfasis en grupos vulnerables, primera infancia, jóvenes, personas
adultas mayores, personas con discapacidad, pueblos y comunidades indígenas y
afromexicanos, pequeños productores agrícolas, así como a abatir las desigualdades entre
hombres y mujeres.
Contempla también en su diseño los postulados de la Agenda 2030, honrando los
compromisos internacionales asumidos por el Estado Mexicano, alineando el presupuesto
con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, destinando los recursos precisos en favor
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de las personas, el planeta y la prosperidad, fortaleciendo la paz y el acceso a la justicia,
atendiendo las necesidades de las personas más pobres y vulnerables.
De igual forma, considera en su concepción la transversalidad de temas que inciden
significativamente en el avance o retroceso de la calidad de vida de las personas,
plasmados en los 12 anexos transversales específicos que mandata la Ley Federal de
Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.
Hablando del gasto programable, haré una breve exposición a partir de los diferentes
temas que agrupan el presupuesto. Inicio con la política social. El proyecto de Presupuesto
de Egresos prevé la asignación de recursos significativos para la política social, a fin de
dar continuidad a programas prioritarios que han demostrado ser mecanismos eficaces
para reducir la desigualdad y mejorar la calidad de vida de la población.
Desde esa perspectiva, el total del gasto social propuesto para 2025 asciende a poco más
de un billón de pesos. Así, el fortalecimiento de los programas prioritarios, con un enfoque
renovado y transformador, no solo responde a las realidades de nuestro país, sino que
atiende de manera directa las demandas más apremiantes de los sectores más
vulnerables.
Específicamente, podemos mencionar como ejemplo los siguientes:
Para el Programa de Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores se
propone destinar 483,428 millones de pesos, a los que se suman 15 mil millones de pesos
para el nuevo programa de apoyo para mujeres de entre 60 y 64 años de edad, que en su
primera etapa dará prioridad a mujeres de pueblos indígenas y comunidades
afromexicanas.
Se destinarán 104,927 millones de pesos al Programa de Becas para la educación Benito
Juárez, a los que se suma la creación de la Beca Universal de Educación Básica "Rita
Cetina", que contará con una asignación inicial de 27,000 millones de pesos, para
beneficiar a 5.6 millones de estudiantes de secundaria en su primera etapa.
Se crea el programa Salud Casa por Casa consistente en llevar consultas médicas hasta los
domicilios de las personas que por alguna razón no tienen posibilidades de movilidad, con
un monto de 2 mil millones de pesos.
El gasto social cumple con un papel fundamental como apoyo a las familias, pero también,
de manera muy significativa, es un elemento que dinamiza la economía, mediante el
aumento de la demanda de bienes y servicios, fortaleciendo el mercado regional y local.
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La inversión pública. En este inicio de Administración, los programas y proyectos de la
Presidenta, como son los de infraestructura para trenes e infraestructura hídrica,
contemplan la fase de desarrollo de los proyectos ejecutivos y estudios previos, mismos
que, una vez concluidos, derivarán en un incremento significativo de recursos para la
etapa de ejecución.
De esta forma, con una asignación propuesta por más de 996 mil millones de pesos, se
promoverán los proyectos ferroviarios, de infraestructura carretera, salud, seguridad,
hídrica, CFE y PEMEX, entre otros. Estas obras generarán empleos y detonarán el
bienestar en los llamados polos de desarrollo.
En salud, se propone la asignación 2.2 billones de pesos para 2025, destacando 165 mil
millones de pesos destinados al IMSS-Bienestar, con el propósito de consolidar el sistema
de salud pública y garantizar el acceso universal a servicios de calidad, desde el primer
nivel de atención hasta la atención médica especializada.
En el ámbito de la vivienda, se asignarán 32 mil millones de pesos al Programa Nacional
de Vivienda para el Bienestar, enfocado en la construcción de viviendas dignas,
particularmente en comunidades con mayores necesidades.
En el campo, con una asignación superior a los 104,900 millones de pesos se fortalecerá
la soberanía alimentaria mediante programas que brindan apoyo directo a pequeños y
medianos productores.
Entre las iniciativas destacan Sembrando Vida, Producción para el Bienestar, Precios de
Garantía y Fertilizantes, que incluyen acceso a insumos, créditos con tasas accesibles y
tecnologías agrícolas para aumentar la productividad del sector agropecuario.
Para el sector educación se propone un gasto de 723,775 millones de pesos, incidiendo de
manera directa en la prestación de los servicios educativos, atención del deporte,
desarrollo docente, mantenimiento a los planteles, entre otros.
A fin de continuar con la consolidación de un sistema educativo inclusivo y equitativo para
el bienestar, vale la pena destacar el fortalecimiento de las Universidades para el
Bienestar Benito Juárez García, así como la creación de la Universidad Nacional “Rosario
Castellanos” y la Universidad Nacional de la Salud.
En materia de Seguridad, se destinan recursos por más de 297,870 millones de pesos para
fortalecer la paz y el orden público. Entre las principales acciones, se incluyen la
modernización de infraestructura para las instituciones de seguridad, el fortalecimiento
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del Sistema Nacional de Inteligencia y la implementación de estrategias de prevención del
delito.
Este enfoque permite atender las causas estructurales de la violencia, reforzando la
coordinación entre los distintos niveles de gobierno para garantizar la tranquilidad de las
familias mexicanas.
El presupuesto asignado a cultura por 12,081 millones de pesos garantizará la
continuidad de los programas destinados al Desarrollo Cultural, Apoyos a la Cultura, y
Fomento al Cine Mexicano, por mencionar algunos. De igual forma se asegurará la
continuidad del Programa Nacional de Becas Artísticas y Culturales y del programa de
Estímulos a la creación artística, reconocimientos a las trayectorias y apoyo al desarrollo
de proyectos culturales.
En cuanto al gasto no programable, que asciende a 2.8 billones de pesos y representa el
29.8% del gasto neto total, aunque menos flexible en su asignación, es fundamental para
garantizar la estabilidad financiera del Estado y el cumplimiento de compromisos
estratégicos ineludibles.
Entre sus componentes, destaca el costo financiero de la deuda pública, que asciende a 1.4
billones de pesos, reflejando un manejo responsable de las obligaciones crediticias.
Y otro elemento muy importante que conforma el gasto no programable son las
participaciones federales que ascienden a 1.3 billones de pesos, y son transferidas a las
entidades federativas, conforme a los montos que determina la Ley de Coordinación
Fiscal.
Estas partidas fortalecen la autonomía de estados y municipios, la que acabo de
mencionar, brindando flexibilidad para atender las necesidades inmediatas de sus
comunidades y avanzar en proyectos que reduzcan las brechas de desigualdad territorial.
Las participaciones propuestas para el 2025, adicional a los 1.3 billones mencionados,
aumentan en 77 mil 421 millones respecto del año 24. Esto se suma a un billón de pesos
aproximadamente, para alcanzar una suma de 2.6 billones de pesos, que tiene que ver con
la transferencia a las entidades federativas de aportaciones para complementar este
recurso.
Una parte muy importante del presupuesto que es necesario comentar aquí es el gasto
que se dedica a los organismos autónomos. En observancia de la autonomía
presupuestaria que ostentan, conforme a las disposiciones contenidas en el artículo cinco
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de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y como lo mandata
expresamente el propio ordenamiento, se integran los proyectos de presupuesto de los
ramos autónomos en los términos que fueron recibidos en la Secretaría de Hacienda y
Crédito
Público,
que
suman 168 mil 781 millones de pesos.
Muy importante subrayar, este monto significa un incremento del 10.8% respecto de lo
autorizado en 2024. Subrayo esto de manera reiterada, puesto que es el incremento
mayor que está recibiendo cualquiera de los anteriores que he mencionado.
Señoras Diputadas, Señores Diputados, como he expuesto, el Proyecto de Presupuesto de
Egresos de la Federación 2025 no es simplemente un conjunto de cifras y asignaciones;
constituye la ruta para continuar consolidando los principios y objetivos que han guiado
la Cuarta Transformación.
Hoy, más que nunca, es fundamental que este ejercicio de diálogo y análisis entre poderes
permita enriquecer y fortalecer la propuesta presentada, asegurando que los recursos se
utilicen con responsabilidad, eficiencia y transparencia.
Consideramos que el Proyecto de Presupuesto de Egresos que se presenta es equilibrado,
responsable y realista, fundamentado en un análisis riguroso de las condiciones
económicas y sociales del país.
Debe analizarse como un todo, en el que las acciones, programas y proyectos
materializados a través de los Programas presupuestarios de los ejecutores de gasto,
abonan de manera agregada a la consecución de un fin superior, es decir, la generación de
valor público, entendido este como la entrega de bienes y servicios de calidad a la
ciudadanía para atender efectivamente sus necesidades o resolver una problemática
pública, trascendiendo incluso más allá de los límites de los conocidos ramos
presupuestarios y las actuales clasificaciones del gasto.
El diseño presupuestario del proyecto garantiza el cumplimiento de las obligaciones del
Estado sin comprometer los objetivos estratégicos del gasto programable, reafirmando la
responsabilidad y prudencia en la gestión de los recursos públicos.
En este esfuerzo compartido, reafirmo mi disposición para atender cualquier duda o
comentario que surja durante este proceso y los subsecuentes.
Muchas gracias.
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