· El Gobierno Federal, en alianza
estratégica con el Banco Mundial, concluyó exitosamente la renovación del
mecanismo de cobertura financiera para potenciar los recursos del Fondo de
Desastres Naturales (FONDEN)
· El Bono Catastrófico, inyectará hasta
360 millones de dólares adicionales al FONDEN, en caso de activarse, derivado
de eventos naturales catastróficos como huracanes en el Océano Pacífico y
Atlántico, así como terremotos que afecten el territorio nacional
· La cobertura que ofrece este Bono
estará vigente durante los próximos tres años y se activará de manera directa
mediante verificación de los parámetros de intensidad de los eventos
· El Bono Catastrófico permitirá brindar
apoyo a la población afectada al asegurar los recursos suficientes para atender
las emergencias que se generen por sismos y huracanes intensos
· Esta estrategia se enmarca en el
conjunto de políticas de manejo prudencial para proteger y fortalecer los
recursos presupuestales destinados a desastres naturales y refrenda la posición
de México como pionero en el uso de estos mecanismos financieros
Con
el objetivo de fortalecer y potenciar los recursos dedicados a responder ante
desastres naturales catastróficos, el Gobierno Federal concluyó la renovación
del mecanismo de cobertura financiera: Bono Catastrófico “FONDEN 2017”. Esta
cobertura permite aumentar los recursos del FONDEN para la atención de
situaciones de emergencia y reconstrucción de infraestructura pública federal,
estatal y municipal, así como vivienda en situación de pobreza, causada por los
efectos de sismos y huracanes de alta intensidad que pudieran afectar el
territorio mexicano.
El
Bono Catastrófico “FONDEN 2017” estará vigente por 3 años y brindará una
cobertura conjunta de 360 millones de dólares (mdd): 150 mdd para sismos, así
como 100 y 110 mdd para huracanes que impacten las costas del Océano Atlántico
y Pacífico, respectivamente.
Al
igual que en los mecanismos anteriores, el pago de indemnizaciones del Bono
Catastrófico al Fideicomiso FONDEN se activará con base en parámetros de
intensidad, por lo que no se requiere la valuación de daños para la activación
del pago. El Bono, emitido por el Banco Mundial, cubre huracanes (a partir de
intensidad Categoría 4 en la escala Saffir-Simpson) o terremotos (a partir de
magnitudes de 7.8 en la escala de Richter). En la renovación de este Bono se
incorporaron innovaciones que permitirán la activación de pagos a favor de
México de forma parcial, o total, según la intensidad de los siniestros.
Asimismo, el Bono cubrirá todas las costas del país en caso de huracanes, así
como todas las regiones sísmicas relevantes del territorio nacional.
Esta
es la cuarta ocasión que México utiliza Bonos Catastróficos como estrategia de
administración de riesgos. Con la colocación inicial de 2006 y con las
renovaciones e innovaciones a los mecanismos de 2009, 2012[1] y la actual, en la que el Banco Mundial emite
por primera vez este bono para México, el país consolida su posición de liderazgo
en el mundo como un promotor del uso de esquemas financieros de transferencia
de riesgos de desastres naturales. Actualmente, México se encuentra coordinando
esfuerzos con los países de la Alianza del Pacífico, para articular mecanismos
conjuntos de transferencia de riesgos que beneficien a los países de la Alianza
y a sus habitantes.
En
la renovación del Bono Catastrófico 2017 destaca el interés y la participación
de 37 inversionistas globales, entre los que se encuentran fondos de inversión
alternativa, reaseguradores, aseguradoras y fondos especializados en este tipo
de instrumentos (Insurance Linked Securities), y una sobredemanda de 207 por
ciento al monto ofertado, lo que permitió mantener la trayectoria decreciente
en el costo de la contratación.
A
través del Bono Catastrófico, México fortalece sus mecanismos de protección y
el manejo financiero de riesgos catastróficos para contar con una estrategia
integral de mitigación y estabilización ante el impacto de los desastres
naturales.
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