Natalia Jasin Directora General y fundadora de
Bounty EdTech
La industria FinTech ha tenido un crecimiento explosivo en América
Latina. Herramientas como las billeteras digitales y los pagos móviles se han
vuelto esenciales, y se estima que para 2025 más de 380 millones de personas en
la región estarán utilizando estos servicios. Sin embargo, la inclusión
financiera sigue siendo una tarea pendiente: las brechas de acceso y uso de
servicios financieros aún son significativas, especialmente para mujeres, migrantes y otros grupos
vulnerables.
En América Latina, el crecimiento de las tecnologías financieras ha sido
imparable, pero aún queda una pregunta fundamental: ¿quiénes se están quedando
afuera? Si bien el uso de estas herramientas ha crecido, no todos los sectores
de la población tienen el mismo acceso. Aunque el 49% de las mujeres en América
Latina tiene acceso a una cuenta bancaria, solo el 11% ahorra y apenas un 10%
dispone de crédito.
Estos datos evidencian una brecha clara en el uso de productos
financieros, lo que refleja la exclusión económica que muchas mujeres
enfrentan. Esta realidad no sólo limita el empoderamiento financiero, sino que
también les impide aprovechar oportunidades para mejorar su bienestar y el de
sus familias.
¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?
Desde ONU Mujeres elaboraron un documento que describe
claramente que la inclusión financiera es una problemática que requiere de
abordajes multisectoriales. Los gobiernos tienen un papel crucial en diseñar
políticas inclusivas y reducir las barreras al acceso financiero. Es necesario
que trabajen en la regulación y promoción de productos financieros que sean
accesibles y relevantes para las necesidades de estos grupos. Además, los
gobiernos tienen la posibilidad de invertir en infraestructura digital en zonas
rurales, promoviendo la conectividad para que más personas puedan beneficiarse
de las FinTech, independientemente de su ubicación.
El sector privado, por su parte, tiene la responsabilidad de diseñar
soluciones a medida que incluyan a todos los sectores. Las empresas FinTech
pueden hacer más que ofrecer productos financieros: pueden promover la
educación financiera, tanto en plataformas digitales como a través de alianzas
con instituciones educativas y comunitarias. El informe resalta que la
colaboración con ONG y fundaciones puede ampliar el impacto de estas
soluciones, asegurando que lleguen a quienes más lo necesitan.
Las ONG y organizaciones de la sociedad civil también tienen un rol
decisivo en apoyar y educar a los usuarios, promoviendo programas de
capacitación en habilidades financieras, particularmente para mujeres y grupos vulnerables.
Estas iniciativas pueden enfocarse en el uso de las tecnologías y también en la
creación de hábitos financieros sostenibles que permitan a las personas mejorar
su bienestar a largo plazo o bien trabajar con poblaciones en situación de
vulnerabilidad para empoderar a las personas.
La banca desempeña un papel crucial como catalizador de la inclusión
financiera, promoviendo el acceso a servicios financieros esenciales y
diseñando productos innovadores que respondan a las necesidades de mujeres,
migrantes y otros grupos vulnerables. Además, al colaborar con empresas
FinTech, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil, la banca puede
liderar iniciativas que reduzcan las brechas de acceso, mejoren la educación
financiera y fomenten hábitos sostenibles. Este enfoque no solo contribuye al
bienestar económico y social de estos grupos, sino que también impulsa el
crecimiento del negocio al abrir nuevos mercados y fortalecer la relación con
los clientes.
Finalmente, el sector educativo hoy no puede ser ajeno y tiene que estar
más involucrado en la promoción de la inclusión financiera. Desde una edad
temprana, se debería integrar la educación financiera en los planes de estudio
escolares, así como en espacios de educación no formal. Esta preparación
permitirá a las futuras generaciones contribuir a una sociedad más equitativa.
En mi función en el Comité de Mujeres en Tecnología, junto a mis colegas
del Board, nos enfocamos en implementar acciones concretas que visibilicen los
sesgos de género en las organizaciones.
En el marco de la Conferencia de Fintech Americas, que se llevará a cabo del 18 al 20 de marzo donde se reúnen mujeres en posiciones de liderazgo de la banca y las
finanzas provenientes de toda América Latina estaremos conduciendo un workshop
enfocado en destacar la importancia de que la banca fomente comunidades
sólidas, no solo por el impacto social que esto genera, sino también por los
resultados medibles que derivan de acciones dirigidas a estas comunidades de
mujeres.
"La banca tiene el potencial de liderar un cambio significativo
al crear comunidades inclusivas que generen impacto social y resultados
tangibles. Con la comunidad más grande de banca, finanzas y fintech en América
Latina, Fintech Americas tiene como misión fortalecer el sector financiero
mientras construye un futuro más equitativo para las mujeres y estamos muy
contentos de contar con Natalia a que nos acompañe a liderar este segmento"
— María
Mancuso, Presidenta de Fintech Americas.
Cerrar las brechas en el acceso a servicios financieros no es solo un
desafío de la industria FinTech. Es un esfuerzo que debe involucrar a
gobiernos, empresas, ONG y el sector educativo. Sólo a través de un trabajo
coordinado y de la promoción de la educación financiera en todos los niveles,
podemos asegurar que la tecnología aplicada a las finanzas realmente trabaje
para todos, brindando acceso equitativo y oportunidades para el crecimiento
personal y económico.
Saber cómo llegar a estas comunidades de mujeres representa una
oportunidad estratégica y ventaja competitiva para las instituciones que sepan
aprovechar los recursos disponibles y liderar cambios significativos en el
sector.
Para más información sobre la Conferencia y el workshop, los interesados
pueden visitar https://www.fintechamericas.co/femtech-americas-fintech-americas
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