Tras el acuerdo de pausar los aranceles por parte de Estados Unidos a México, el
pasado 3 de febrero, este martes entraron en vigor las tarifas del 25% a todos los
productos que importa Estados Unidos de México. Hay que recordar que estos
aranceles fueron declarados como parte del estado de emergencia nacional al sur
de la frontera de Estados Unidos por cuestiones relacionadas con la migración
ilegal y el fentanilo.
El jueves tras una llamada telefónica entre Donald Trump y Claudia Sheinbaum,
se logró un nuevo acuerdo temporal hasta el 2 de abril, siendo que todos los
productos que se importan desde México que cumplen con las reglas del
TMEC estarán exentos de aranceles hasta ese momento, mientras que el
resto de los productos que no cumplen con las reglas de contenido regional,
se les elevará el arancel de la nación más favorecida al 25%.
No se sabe con exactitud qué compromisos habría que cumplir México para que
dichos aranceles queden eliminados, sin embargo nuestro país ha mantenido una
colaboración con Estados Unidos en materia de migración, pues los encuentros
en la frontera sur han disminuido de manera significativa, con sólo 8,450 el menor
ritmo en los últimos 15 años. De hecho Trump hace unos días publicó lo siguiente:
“El mes de febrero, mi primer mes completo en el cargo, tuvo el número MÁS BAJO
de inmigrantes ilegales que intentaron ingresar a nuestro país en la historia, ¡y por
mucho!".
Además, en materia de tráfico de opioides se ha reducido en 50% las
incautaciones de fentanilo en EE.UU. provenientes de México entre octubre de
2024 y enero de 2025 y la extradición de 29 individuos acusados de delitos graves
relacionados con violencia y narcotráfico a EE.UU. Adicionalmente, las muertes
por fentanilo han disminuido dramáticamente en los últimos meses
El próximo 2 de abril el departamento de comercio de Estados Unidos debe
entregar al ejecutivo un estudio completo sobre los déficits comerciales y hacer
recomendaciones en materias de tarifas. En esa fecha, están programados para
entrar en vigor los aranceles recíprocos. Es así que México tiene el espacio de tres
semanas para negociar con su contraparte en Estados Unidos y lograr acuerdos.
Con base en la orden ejecutiva, es importante dilucidar que tanto puede afectar a
las exportaciones mexicanas (importaciones estadounidenses) para poder tener
en cuenta que sectores podrían seguir en el ojo del huracán. Nos parece
importante resaltar que todos aquellos productos que se exportan hacia Estados
Unidos y que no cumplen con los requisitos del TMEC, se atienen al arancel de
nación más favorecida (NMF) de Estados Unidos para dicho sector; arancel que
se aplica de manera uniforme al resto del mundo. Lo anterior implica por ejemplo,
que si un automóvil no cumple con las reglas de origen, para poder cruzar la
aduana estadounidense deberá pagar un 2.5% de arancel de NMF. Este arancel
es distinto por producto y depende de las políticas de exención y elusión que
permita cada país. En ese sentido, encontramos que la Organización Mundial de
Comercio calcula que Estados Unidos tiene un arancel promedio de NMF de 2.7%
y depende de cada producto el arancel que puede recibir o no, por ejemplo en
lácteos el arancel es del 19.4% y sólo el 9% de las importaciones está libre de
arancel, siendo un sector que se asume protegido por Estados Unidos. Otro
ejemplo sería el de bebidas y tabaco que presenta un arancel del 18.1%, sin
embargo cerca del 50% de las importaciones está libre de gravamen, se asume
entonces que el sector está abierto al comercio.
En este sentido encontramos que de los 493,586 millones de dólares (mdd) de
importaciones de productos mexicanos en Estados Unidos el 49.9% se comercian
a través del TMEC, mientras que el resto, un 50.1%, lo hace fuera de este.
Al revisar los principales sectores, encontramos que los productos agropecuarios
que se comercian de México a Estados Unidos fuera del TMEC corresponden a
un 0.6% del total de las importaciones, el petróleo y minerales un 1.7% y la
manufactura un 47.5%. Lo que nos llama la atención es que el porcentaje de las
exportaciones mexicanas que si cumple las reglas TMEC es inferior al que no las
cumple.
Al interior de la manufactura, encontramos que en el sector automotriz (NAICS
3361, 3362 y 3363) se importan en EE.UU. cerca de 163,315 mdd de productos
mexicanos, sin embargo el 23.7% de las importaciones se comerciaron fuera del
TMEC, ósea que no cumplieron con las reglas de origen para exentar el arancel.
En este sentido, encontramos que el 5.3% de las importaciones automotrices fuera
de TMEC corresponden a autos, un 1.7% a carrocerías y remolques y un 16.7% a
partes de vehículos. Por lo tanto, creemos que las mayores amenazas serán para
este sector y podrían ser más astringentes las reglas de origen en la próxima
revisión del tratado.
Por su parte, en el sector de acero y aluminio (3311 – 3313) se importaron en
EE.UU. cerca de 4,177 mdd de acero y aluminio mexicano, de los cuales el 90.4%
se comercia fuera del TMEC, mientras que sólo el 9.6% se hace bajo el tratado.
En este sentido, encontramos que la mayoría de las exportaciones corresponden
a hierro, acero y aleaciones con el 81% del total de importaciones del sector y sólo
el 0.8% de éstas cumple con reglas del TMEC. Adicionalmente, este sector
mantiene la amenaza de un arancel de 25% extra con motivo de seguridad
nacional que entrará en vigor el próximo 12 de marzo. En algunas entrevistas el
presidente Trump aseguró que será uno sobre otro, por lo que el riesgo de que
este sector se grave por un acumulado de 50% sigue latente.
Otros sectores como el agropecuario, se encuentran prácticamente blindados de
las amenazas arancelarias, ya que el 86.4% de las importaciones de 21,967 mdd
se encuentran bajo el TMEC. Lo anterior implica que 2,986 mdd se comercian
fuera del tratado, en donde poco más del 75% corresponde a frutas y nueces.
Adicionalmente, otros rubros que se verían afectados por el arancel son: productos
forestales, otros productos agrícolas, pescados y productos marítimos, peces
cultivados y oleaginosas y granos.
Con respecto al petróleo mexicano, equivalente a 12,110 mdd de exportaciones
de México a Estados Unidos, sólo 4,086 mdd se comercian a través del TMEC y
el resto se hace fuera y paga arancel. Estas exportaciones, también pueden ser
objeto de aranceles y será importante ver si estarán exentas o no para entender
las implicaciones que pueden tener en las finanzas públicas. Por su parte, la
exportaciones de minerales metálicos se comercia en su mayoría dentro del
tratado comercial.
En los anexos del documento se pueden consultar los porcentajes para el resto de
las manufacturas.
Habrá cerca de un 50% de manufactura mexicana, pero también de otros
productos que se verá afectada por las medidas arancelarias de Estados Unidos.
A la postre hay que recordar que el próximo 2 de abril vence el aplazamiento de
exención a productos que cumplen con reglas TMEC. Lo que se espera es que se
impondrán los aranceles recíprocos y afectarán únicamente a lo que se comercia
fuera del tratado, ya que sólo incrementarán los aranceles de NMF, sin embargo,
el riesgo no es menor. Recordemos que hay varios componentes que se usarán
para el cálculo final del nuevo arancel por producto y por país, por ejemplo
considerar el IVA, las medidas no arancelarias, intervenciones en el mercado
cambiario, entre otras.
Sin lugar a dudas, lo importante será ir monitoreando las posturas que adopte el
presidente Trump para evidenciar si las afectaciones irán en contra de México y
Canadá, como actualmente está, o lo hará en contra del mundo, pero en pro de la
región Norteamérica.
¿Qué sigue?
Resulta evidente con base en esta información que más de la mitad de las
exportaciones que realiza México a Estados Unidos no cumplen con las reglas de
origen, por lo que el efecto no será cuestión menor. Consideramos que México
deberá de negociar la suspensión definitiva de esos aranceles, y trabajar en aras
de alinear las exportaciones mexicanas para que cumplan las reglas de contenido
regional. No obstante lo anterior, debemos señalar que el estado de emergencia y
la imposición de aranceles por esta materia tienen una fecha de caducidad, por lo
que de largo plazo la argumentación de la imposición de aranceles debería de ser
negociada con el congreso.
Tomando en cuenta un reporte del departamento de comercio de Estados Unidos,
se muestra evidencia que en materia de autos y autopartes, México ha aumentado
de manera significativa lo que exporta a Estados Unidos pagando el arancel de la
nación más favorecida, que oscila entre cero y 2.5% según el producto. Y que esto
implica que no se cumple cabalmente con las reglas de origen.
La imposición de aranceles permanente en México acabaría por dislocar la
relación comercial y bilateral entre ambos países. Sin embargo, no parecen haber
suficientes incentivos por parte de Estados Unidos de distorsionar las altamente
integradas cadenas de valor. La reindustrialización de Estados Unidos nos parece
una utopía, por no contar con la mano de obra ni los procesos productivos
eficientes que se tienen en la actualidad con las cadenas productivas distribuidas
entre ambos países. México acaba ofreciendo una serie de ventajas competitivas
para la producción de Estados Unidos, e insistimos que no existe un Estados
Unidos exitoso sin México en la ecuación.
Más allá de lo que suceda en las siguientes semanas sobre la imposición de
aranceles recíprocos, creemos que el fondo de las amenazas y lo que busca
Estados Unidos en materia comercial con sus principales socios comerciales, van
en el sentido de alinear las exportaciones mexicanas para que cumplan en su
mayoría las reglas de origen, más aun en la manufactura. De tal manera que la
integración y el fortalecimiento de Norteamérica sea una realidad y no exista
espacio para poder exportar a Estados Unidos vía México sin que se cumpla con
las reglas del TMEC.
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