- El Paquete Económico no se orientó de forma decidida a la implementación de medidas contracíclicas que fomenten la inversión y la creación de empleos
- El optimismo de los supuestos macroeconómicos que propone la SHCP, pone en riesgo la factibilidad del Presupuesto de Egresos
- Todavía hay tiempo de rectificar y los legisladores federales tienen en sus manos la oportunidad histórica de sacar a flote la debilitada economía nacional
Desde
la Confederación Patronal
de la República Mexicana (COPARMEX) reconocemos que el Paquete
Económico 2021 no incluye grandes cambios en materia de impuestos, ya
que las empresas han hecho un esfuerzo inaudito, en solitario, para
mantenerse a flote a pesar del cierre completo de la actividad
económica por varios meses. Asimismo, celebramos el aumento del 9.3 por
ciento real al gasto en salud y coincidimos en que la pandemia del
COVID-19 debe ser un profundo aprendizaje para incrementar
sostenidamente el gasto en este rubro.
Sin
embargo, en la COPARMEX
nos preocupa el optimismo de los supuestos macroeconómicos del Paquete
Económico, ya que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público estima una
caída del (-)8% del PIB para 2020, cifra alejada del consenso del
mercado de (-)10%. Inclusive, el BANXICO prevé
una caída de hasta (-)12.8%. Aún más optimista es la estimación de
crecimiento de la SHCP para 2021, del 4.6% del PIB, cifra muy arriba del
3.2% de la mayoría de las estimaciones.
Asimismo,
vemos con desazón
que el Paquete Económico 2021 no destina recursos a la recuperación de
la economía y del empleo aún cuando como País tenemos el reto de
recuperar el más de un millón de empleos perdidos durante la pandemia.
Ante este panorama, prevemos que será muy difícil
que México pueda alcanzar el nivel de crecimiento que se está
proponiendo para 2021.
La
crisis histórica que
estamos viviendo y la incertidumbre que enfrentamos requería de
recursos extraordinarios y de la contratación de deuda responsable. Por
el contrario, el Poder Ejecutivo Federal pretende que el antídoto a una
economía deprimida sea la austeridad.
Como
resultado vemos una
caída del (-)0.3% real en el gasto neto total con respecto a lo
aprobado el año anterior. Esto implicó una reducción del (-)1% real en
las Aportaciones Federales a Estados y Municipios, mismos que se han
visto severamente afectados este año por la caída en
los ingresos y han tenido que hacer frente a la crisis sanitaria
económica sin recursos extraordinarios.
Sin
duda, en la COPARMEX
consideramos que un incremento del 5.2% en la inversión pública es
positivo. Sin embargo, nos preocupa que el enfoque siga siendo en el
sector energético. Mientras que vemos una reducción en diversos rubros
del gasto, a Petróleos Mexicanos se le asignaron
544 mil millones de pesos, lo que implicó un aumento real del 0.6%,
ello a pesar de que PEMEX perdió 562.2 mil millones de pesos tan sólo
durante el primer trimestre de este año.
El
Gobierno Federal debió
dar menos prioridad al gasto público en el sector energético,
abriéndolo a la inversión privada, para así liberar recursos para la
economía y la salud. Asimismo, el Proyecto de Presupuesto debería haber
planteado una inversión pública diversificada en sectores
como agua, transporte y salud, mismos que han sido olvidados en los
últimos años, y que podrían convertirse en un vehículo para detonar la
inversión de la IP.
Finalmente,
en la Confederación
vemos con preocupación los cambios agresivos en el Código Fiscal de la
Federación, cuya reclasificación de operaciones del artículo 5-A,
propone modificarlas para que tengan alcance en materia penal. Con ello,
por ejemplo, la escisión de sociedades se considerará
enajenación si da lugar a la creación de conceptos o partidas que no
existían antes de la misma. Además, se pretende usar cámaras
fotográficas, de video, y el teléfono celulares en las atribuciones de
la autoridad fiscal para recabar información de los contribuyentes.
Enfrentamos
la mayor crisis
económica en un siglo. Toda la sociedad en su conjunto, pero en
especial los legisladores integrantes del Congreso de la Unión, deberán
hacer frente a este enorme desafío, ya que está en sus manos convertir
el Paquete Económico 2021 en un instrumento para
la urgente recuperación o en uno que prolongue el deterioro. En la
COPARMEX creemos que todavía hay tiempo para rectificar y salvar la
economía nacional.
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