Vivimos en la era
digital, y los hospitales no están fuera de esto. Es innegable que han
comenzado su transformación a través de la implementación de nuevas
tecnologías a sus procesos de
negocio. Hoy en día, aunado al uso de tendencias como la nube, la
analítica de Big Data y el Internet de las Cosas (IoT), los
profesionales de la salud se apoyan en una gran variedad de dispositivos
médicos que se conectan a la red, como aparatos de transfusión,
detectores de enfermedades por medio del análisis de sangre, sistemas
de telemetría, unidades de ultrasonido y equipos portátiles de rayos X,
entre otros.
El plan que
siguen centros médicos, clínicas y nosocomios se enfoca en optimizar la
experiencia del paciente, haciendo lo posible para que disfruten de un
ambiente más cómodo durante sus
consultas e internamientos, mejorando su comunicación con el personal
médico a cargo y facilitando los pendientes administrativos. En este
sentido, nuevos sistemas soportan los procesos de gestión de estas
instituciones: un ejemplo son los historiales médicos
digitales, que evitan la duplicación de expedientes y son accesibles de
forma ubicua por la red.
Ahora bien, así
como las expectativas de los pacientes han evolucionado, también es
justo decir que médicos, enfermeras y técnicos laboratoristas también
están esperando servicios más personalizados.
Por ejemplo, dado el esquema en que operan, los profesionales del ramo
comúnmente forman parte de diferentes hospitales a la vez, así que para
ellos es más cómodo acceder a datos médicos, administrativos o del
paciente en su propio smartphone. Para ello, iniciativas
de Bring Your Own Device (BYOD) son cada vez más útiles en este tipo de
negocios.
Ante tal entorno,
es urgente que las empresas del sector comiencen a examinar la salud de
su infraestructura de TI. Las arquitecturas tradicionales, muchas de
ellas basadas en ambientes heredados,
han sido rebasadas ante el creciente volumen de tráfico en las redes,
el alto número de dispositivos conectados y los múltiples servicios que
ofrecen las aplicaciones móviles. En la actualidad, las decisiones de TI
que promueven una mejor salud para la infraestructura
de red se centran en contar con un WiFi rápido, seguro y confiable; una
administración inteligente de políticas; cumplimiento basado en roles
de usuario, y compromiso con la movilidad.
Y es que, si bien
las infraestructuras de TI actuales pueden dar acceso a la red a
cualquier persona, el verdadero desafío está en lograr que dicha red
esté siempre activa para garantizar
que los profesionales de la salud, pacientes y visitantes puedan
ejecutar flujos de trabajo de autoservicio; que lo hagan con los niveles
más altos de seguridad, privacidad y protección de datos, y que dicha
infraestructura les permita habilitar las innovaciones
más disruptivas para brindar a su personal y clientes una óptima
experiencia en el servicio.
Esto implica que
el entorno de TI requiere ser capaz de soportar eficientemente y con
total seguridad no sólo el BYOD arriba mencionado, sino también otras
innovaciones como Voz sobre WiFi,
telemetría, monitores portátiles de pacientes, telemedicina e incluso
RFID para la gestión de carros de diagnóstico, sillas de ruedas y otros
artículos, todas las cuales dependen en gran parte de una
infraestructura de red y de TI adecuada y saludable.
Según nuestro estudio
“Healthcare
will become digitized by 2030 to keep services alive, experts predict”,
el 64% de los centros médicos a nivel mundial han comenzado a conectar
monitores de pacientes a
sus redes, y 41% lo hacen con dispositivos de imagenología o Rayos X.
Estas medidas son el primer paso para estrategias de IoT, con
potencialmente millones de dispositivos médicos interconectados
compartiendo información para una mejor atención a los pacientes.
La mala noticia es que un altísimo 89% de los hospitales que han
adoptado ya el IoT como tal, han sufrido violaciones de datos
relacionadas con esta estrategia.
De acuerdo con
dicho reporte, viene mucho más en el panorama del sector hospitalario,
de cara al 2030: la previsión es que tendencias como el hospital
automatizado, repositorios de datos
digitales, autodiagnóstico del paciente, el doble de tiempo libre para
los profesionales de la salud y, finalmente, la aceptación del uso de
inteligencia artificial (AI) por parte de los pacientes, en el sentido
de que serán diagnosticados por máquinas. De
ahí que es de alta criticidad contar con una infraestructura que
permita mantener visibilidad total de los dispositivos conectados a la
red, proveer la seguridad que estos negocios requieren actualmente y ser
la base de las innovaciones por venir.
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