• Afecta autismo a uno de cada 160 niños a nivel mundial; se
manifiesta antes del primer año de vida con comportamientos violentos y
repetitivos.
• Realiza centro especializado del ISEM más de 2 mil 640 terapias a
niños autistas, para dar nuevas oportunidades de inserción social.
• Vive Brandon Díaz Sánchez con esta condición y recibe tratamientos
en una Cámara de Estimulación Multisensorial. Convive con niños de su
misma edad, se ha desarrollado socialmente y acude a la escuela.
Toluca, Estado de México, 10 de julio de 2019. A través
del grupo de especialista que brindan terapia física integral, de
lenguaje, ocupacional y psicológica, el Centro Estatal de Rehabilitación
y Educación Especial (CEREE), adscrito al Instituto de Salud del Estado
de México (ISEM) permite incorporar a las actividades de la vida diaria
a niños y adultos que padecen enfermedades físicas, mentales o que han
sufrido alguna lesión.
Entre los tratamientos que se brindan en este lugar se encuentra la
atención al autismo, un padecimiento congénito e irreversible, que
afecta a uno de cada 160 niños a nivel mundial y que se manifiesta antes
del primer año de vida con comportamientos violentos y repetitivos,
falta de contacto visual, lenguaje, aprendizaje y resistencia a la
socialización.
“Es una condición en donde los niños tienen problemas principalmente en
la parte social, en la parte de comunicación, que no tienen una
expresión física, son los típicos que de repente no sonríen mucho, no
juguetean mucho con las manos, de repente no interactúan tanto”, afirmó
la Doctora Érika Alanís Rojas, Coordinadora del Área de Terapias, del
CEREE.
Debido a su autismo, Brandon Díaz Sánchez ingresó a este Centro en
septiembre de 2017, con siete años de edad fue valorado y atendido con
diversos estudios que, posteriormente le permitirían a los especialistas
planear el tratamiento y actividades a seguir.
Adriana Sánchez Méndez, mamá del menor, recordó que su niño tenía una
afectación motriz elevada, pues no podía subir las escaleras, no podía
caminar en la calle e incluso no toleraba el ruido del ambiente.
Gracias a los servicios de terapia física y ocupacional que son
necesarios para cualquier niño con autismo, ahora convive con niños de
su misma edad, con familiares y amigos, por lo que se ha desarrollado
socialmente y acude a la escuela.
“Con él se trabajó principalmente en el CEMS, que es el Cuarto de
Estimulación Multisensorial, pasó también a terapia física, en donde se
trabaja toda la parte motora gruesa que incluye saltos, el tipo de
marcha en algún momento, caminata en puntas que de repente tiene o
habilidades motoras”, comentó la Doctora Alanís Rojas.
La Cámara de Estimulación Multisensorial (CEMS), es única en el sistema
de salud estatal. Reúne herramientas terapéuticas como cortinas de
burbujas, lluvia sensorial de fibra óptica, paneles de sonido, pantallas
táctiles, linternas de imágenes, proyector de colores, y alberca de
pelotas sensitivas, que permiten tratar dificultades de lenguaje y
espectro autista.
La infraestructura, tecnología y la especialización del personal de
salud ha permitido que además de Brandon, otros 54 niños hayan sido
atendidos durante la presente administración del gobierno estatal.
También hay otras condiciones para avanzar en los tratamientos, como el
contacto humano y la atención de calidad, por ello, Adriana Sánchez
Méndez reconoce que es esencial la participación familiar,
principalmente desde sus primeros años, porque hay actividades que los
niños deben de realizar en casa, con información e indicaciones del
médico o terapeuta.
“Yo creo que cualquier niño, aunque no sea especial, requiere apoyo en
sus primeros años, pero también mi compromiso como mamá, querer salir
adelante con él, las terapias, la asesoría que uno toma es lo que nos
permite salir adelante con los niños, pero primordial también hacerlo
sentir como una persona normal, un niño típico, que él no tienen ninguna
discapacidad más que la que uno le imponga”, mencionó la mamá del
menor.
La Doctora Alanís Rojas comentó que el niño “continúa trabajando con la
parte social, con la parte de actividades de la vida diaria, ya en un
ambiente pues totalmente real, entonces ahí se hace el vínculo,
totalmente entre la escuela, el padre y lo que son las terapias o el
tratamiento que está llevando el niño”.
En los últimos 22 meses el CEREE ha otorgado más de 2 mil 640 terapias,
brindando nuevas oportunidades de rehabilitación que permitan la
inserción social a estas personas y que tengan una vida normal.
Finalmente, la mamá confía en que Brandon pueda seguir adelante y hacer
su vida, no necesariamente acompañado, sino que pueda hacerlo de forma
independiente pero también con las instituciones de salud estatal y la
familia.
“No hay manera de cómo pagarlo que sólo con la sonrisa, el desarrollo y
crecimiento que ha tenido mi hijo, pero seguir impulsándolos a que sigan
trabajando y con ese compromiso, que los veo muy comprometidos, con
mucho entusiasmo y que sigan captando gente de este tipo, comprometida y
con ganas de salir adelante y sacar nuestros hijos adelante”, externó
Adriana Sánchez, mamá de Brandon.