**La diabetes mellitus
tipo 2 aumenta a nivel global impulsada por la obesidad, el sedentarismo y el
tabaquismo, lo que evidencia la necesidad de replantear los tratamientos
tradicionales y a considerar opciones con evidencia de remisión sostenida.
La diabetes tipo 2 (DT2) se ha convertido en una
de las mayores amenazas silenciosas para la salud pública del siglo XXI con una
prevalencia global que se ha duplicado en los últimos 30 años, según un estudio
publicado en Science China Life Sciences. En México afecta a 1 de cada 6
adultos, una relación muy superior a la media mundial de 1 de cada 11 adultos,
según la Federación Internacional de Diabetes.
Las razones del crecimiento de esta enfermedad
están vinculadas con otra epidemia: la obesidad, ya que cerca del 80% de las
personas diabéticas presentan exceso de peso, según datos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS). Los hábitos de vida son determinantes, pues estudios
epidemiológicos advierten que fumar hasta 10 cigarrillos al día incrementa hasta
en 40% la probabilidad de desarrollar diabetes, mientras que más de 20
cigarrillos elevan el riesgo a 90%; por su parte, el sedentarismo y la
alimentación alta en ultraprocesados agravan la resistencia a la
insulina y favorecen la acumulación de grasa visceral.
El impacto en la calidad de vida
A pesar de los avances terapéuticos, “las personas
que viven con diabetes tipo 2 continúan enfrentando un deterioro progresivo en
su calidad de vida. Esta enfermedad no solo implica un control permanente de la
glucosa y el uso constante de medicamentos, sino también un riesgo elevado de
desarrollar complicaciones cardiovasculares, daño renal, neuropatías y pérdida
de la visión”, explica el cirujano bariátrico y metabólico José Antonio
Castañeda.
La OMS la considera como una de las principales
causas de discapacidad y mortalidad prematura en el mundo. Cuando se combina
con la obesidad, el cuadro clínico se vuelve aún más complejo, ya que “aumentan
las comorbilidades, la resistencia a la insulina y la dificultad para alcanzar
un control metabólico estable”, señala el especialista.
En búsqueda de la remisión metabólica
En este contexto, los tratamientos farmacológicos
tradicionales, aunque fundamentales, no siempre logran frenar la
progresión de la enfermedad ni evitar sus complicaciones más
severas. Esto hace necesario evaluar abordajes médicos que logren un mejor
control metabólico y reduzcan la progresión de la enfermedad.
Las investigaciones refuerzan este enfoque, ya que
un seguimiento clínico publicado en JAMA con más de una década de observación
mostró que la cirugía metabólica, como bypass gástrico y manga gástrica, logra
mayores tasas de remisión de T2D con menor uso de fármacos, en comparación con
el tratamiento médico intensivo. Hallazgos similares fueron reportados en el
estudio STAMPEDE (New England Journal of Medicine), con remisión en más de la
mitad de los pacientes operados a cinco años.
“La cirugía metabólica no solo controla la
glucosa; puede revertir el curso de la enfermedad en muchos casos. Esto
representa una diferencia sustancial frente a terapias que solo la mantienen a
raya”, afirma Castañeda.
Por su parte, de acuerdo con la Asociación
Americana de Diabetes, la cirugía metabólica debe considerarse una herramienta
terapéutica de primera línea en personas con obesidad y T2D, y puede ser una
alternativa en casos seleccionados con IMC menor a 35 kg/m². Y la evidencia clínica respalda que
intervenir quirúrgica de forma temprana evitaría complicaciones
cardiovasculares, renales y visuales, además de reducir significativamente los
costos en salud pública a largo plazo.
Una técnica concebida para la diabetes
Además de las cirugías bariátricas tradicionales,
existe una técnica quirúrgica que no se enfoca únicamente en la pérdida de
peso, sino en modificar directamente el metabolismo de la enfermedad: la
transposición ileal. Esta intervención consiste en reubicar un segmento de
íleon para estimular la producción de incretinas –hormonas intestinales que
mejoran la sensibilidad a la insulina–, logrando normalización rápida de
glucosa en pacientes cuidadosamente seleccionados.
Estudios prospectivos en Brasil y Europa han
demostrado que la transposición ileal es efectiva incluso en personas sin
obesidad severa, lo cual amplía las posibilidades terapéuticas en personas
diabéticas. En México, el Dr. José
Antonio Castañeda, quien es el único cirujano en el país que realiza este
procedimiento altamente especializado, indica que se trata la única opción
quirúrgica desarrollada específicamente para la diabetes, con la cual se busca
“activar mecanismos hormonales que ‘apagan’ la hiperglucemia crónica. Los
resultados que vemos en pacientes bien seleccionados son contundentes”.
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