El mercado mexicano de video bajo demanda por suscripción (SVOD, por sus siglas en inglés) vive un momento peculiar. Después de años de crecimiento acelerado impulsado por la pandemia y de un posterior periodo de enfriamiento, 2024 cerró con señales claras de recuperación: 14.3 millones de suscripciones y un crecimiento anual de 6.3%. La fórmula para este repunte no es ningún misterio, pero sí una combinación bien ejecutada: contenidos exclusivos de alto valor, planes más flexibles, incluyendo opciones con publicidad, descuentos por pago trimestral, semestral o anual y, quizá lo más importante, alianzas estratégicas con operadores de telecomunicaciones y otras plataformas digitales. Todo esto ha permitido que los usuarios perciban más valor por su dinero, en un contexto en el que el gasto en entretenimiento compite con múltiples prioridades. Este crecimiento llega acompañado de un fenómeno cada vez más evidente: la fragmentación del mercado. Netflix, líder histórico y todavía la plataforma más popular, cerró el año con 49.9% de participación, pero su dominio sigue diluyéndose. Su incursión en eventos deportivos en vivo parece más un experimento que una apuesta decidida, y aunque su calidad de contenido se mantiene, la competencia ha aprendido a hablar el idioma del consumidor mexicano con mayor precisión. Entre esos competidores destacan tres nombres. Max creció hasta el 12% de participación, consolidando su posición gracias a un catálogo robusto de series premium y estrenos cinematográficos. Disney+, con un 17%, mantiene su atractivo multigeneracional y precios accesibles, aunque su avance fue más modesto. ViX+, con un 7.3%, es quizá el caso más interesante: su exclusiva de partidos de la Liga MX confirmó que el contenido local y el deporte siguen siendo anclas poderosas para conquistar suscriptores. El resto del tablero es más estable, aunque no por ello menos competitivo. Amazon Prime Video, con 8.7%, sigue capitalizando su integración con el ecosistema de Amazon, pero su diferenciación en contenidos es limitada. Paramount+ y Claro Video, con participaciones de 2% y 1.1% respectivamente, enfrentan el reto de ganar relevancia frente a gigantes con mayor músculo de inversión. Más allá de los porcentajes, lo que vemos es un mercado que está dejando de girar en torno a un solo jugador. El consumidor mexicano ahora elige con mayor criterio, combina servicios, cancela y contrata según la temporada, e incluso opta por modelos gratuitos con publicidad cuando encuentra contenido atractivo. Para las plataformas, esto significa que la retención es tan importante como la adquisición, y que innovar ya no es opcional sino imprescindible. La próxima batalla no será solo por sumar suscriptores, sino por mantenerlos fieles. La integración de modelos híbridos con publicidad, las alianzas para empaquetar servicios y la producción de contenido culturalmente relevante serán los factores que marquen la diferencia. El liderazgo seguirá en disputa, pero el verdadero ganador será quien logre entender que en un mercado fragmentado, la relevancia es la moneda más valiosa. |
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