1. Introducción La debilidad de la actividad económica nacional exhibida en el último trimestre de 2023 se extendió al primer trimestre de 2024. A lo largo del trimestre se observó un comportamiento diferenciado entre sectores de actividad. En enero, las actividades primarias y terciarias se redujeron de manera significativa, lo que dio lugar a una marcada contracción económica en ese mes. Posteriormente, en febrero y marzo ambos sectores de actividad mostraron un mejor desempeño. En cambio, la actividad industrial se mantuvo débil a lo largo del trimestre. A nivel regional, se estima que la actividad económica habría continuado experimentando debilidad en todas las regiones durante el primer trimestre de 2024, excepto en el sur.1 En el caso del norte y las regiones centrales, se anticipa que este desempeño se haya atribuido al comportamiento de algunas actividades industriales. En específico, habría reflejado una disminución significativa de la construcción y la atonía que habrían continuado presentando las manufacturas en esas regiones. Asimismo, la producción agropecuaria del norte y las regiones centrales exhibió una contracción importante debido, en parte, a las condiciones de sequía que han afectado a algunos de los principales estados productores de bienes primarios del país. Adicionalmente, en esas regiones se observó un debilitamiento en ciertas actividades terciarias, como el comercio. En contraste, el sur habría registrado una expansión en su actividad, luego de la contracción observada en el trimestre previo. Se estima que este crecimiento se haya derivado de un aumento en el turismo, las manufacturas y la construcción. Esta última se mantiene en niveles elevados ante el avance que han seguido mostrando diversos proyectos de infraestructura pública. 1 La región norte incluye: Baja California, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Sonora y Tamaulipas; el centro norte considera: Aguascalientes, Baja California Sur, Colima, Durango, Jalisco, Michoacán, Nayarit, San Luis Potosí, Sinaloa y Zacatecas; el centro lo integran: Ciudad de Como complemento del análisis de la actividad económica regional, el Recuadro 1 muestra curvas de Beveridge a nivel regional, las cuales capturan la relación típicamente negativa entre la tasa de desocupación y la tasa de vacantes laborales. Las curvas de Beveridge estimadas sugieren que la evolución de la actividad económica en las distintas regiones se reflejó en menores tasas de desempleo y mayores tasas de vacantes. Sin embargo, en 2023, en comparación con 2022, las tasas de vacantes disminuyeron en todas las regiones, excepto en el norte, sin que las tasas de desempleo aumentaran. Por su parte, el Recuadro 2 muestra que la desigualdad de ingresos en todas las regiones disminuyó durante el periodo 2018-2022. El análisis indica que ello habría respondido principalmente a una menor contribución de los ingresos por trabajo subordinado de los hogares a la desigualdad de ingresos. La caída en la contribución de esta fuente de ingresos a la desigualdad fue más significativa en el sur que en las regiones centrales, y aún más marcada en comparación con el norte. En todas las regiones la inflación subyacente, que refleja de mejor manera la tendencia de mediano plazo de la inflación, continuó reduciéndose entre el cuarto trimestre de 2023 y el primer trimestre de 2024, mientras que la no subyacente aumentó. Entre dichos trimestres, la inflación general anual de la región norte, centro y sur se incrementó debido a que el aumento de la inflación no subyacente compensó la reducción de la subyacente. Lo opuesto ocurrió en la región centro norte. En lo que va del segundo trimestre de 2024, la inflación general de todas las regiones aumentó ante el incremento que siguió exhibiendo la inflación no subyacente. En el interior del componente subyacente de todas las regiones, la inflación anual de las mercancías mantuvo una clara
tendencia descendente en tanto que la de los servicios siguió en niveles elevados sin presentar un claro punto de inflexión a la baja. En los últimos años, los alimentos procesados han ganado participación en la canasta de consumo de los mexicanos. El Recuadro 3 analiza la estructura y la tendencia del consumo de alimentos de los hogares por grado de procesamiento. Se aprecia una tendencia al alza en el consumo de alimentos ultra procesados, como proporción del consumo calórico total, en todo el país, en detrimento de los alimentos no procesados o mínimamente procesados. En 2022, la región centro norte registró la proporción más alta de consumo de alimentos ultra procesados de entre todas las regiones. Sin embargo, la tendencia al alza de 2016 a 2022 más marcada en el consumo de este tipo de alimentos se observó en la región sur. Según los datos obtenidos durante las entrevistas con directivos empresariales en las distintas regiones, los índices de difusión, que miden las expectativas de demanda de sus productos, contratación de personal e inversión en activos fijos para los próximos doce meses, siguieron anticipando un crecimiento en esas variables. En el trimestre que se reporta, en el caso de las expectativas sobre la demanda y el personal contratado, los indicadores correspondientes a las regiones centrales y el sur mostraron una reducción en relación con el trimestre previo. En contraste, en el norte ambos índices experimentaron un aumento. En relación con las expectativas de inversión en activos fijos para los próximos doce meses, los índices se mantuvieron relativamente estables en todas las regiones, excepto en el sur, donde el indicador continuó reduciéndose. Los directivos empresariales entrevistados señalaron los siguientes riesgos que podrían afectar el crecimiento económico regional durante los próximos doce meses. A la baja: i) que se deterioren los indicadores de seguridad pública; ii) que la incertidumbre generada por las elecciones en 2024, que es común en este tipo de procesos, sea mayor a la esperada; iii) que se materialicen fenómenos climáticos adversos para la actividad económica regional, y iv) que persistan niveles de inflación y tasas de interés elevados. Entre los riesgos al alza, los directivos mencionaron: i) que el gasto público, en particular la inversión en obras de infraestructura, sea mayor que el esperado; ii) que mejoren las condiciones de seguridad pública; iii) que se observen, tanto en el ámbito local como internacional, condiciones más favorables que incentiven una mayor inversión privada, y iv) que continúe reactivándose el turismo de placer y de negocios. Relacionado con los riesgos que enfrentan las economías regionales, el Recuadro 4 reporta los resultados de las entrevistas con contactos empresariales sobre las consecuencias del cambio climático en la operación de las empresas. La percepción empresarial recabada ilustra que durante los últimos cinco años, distintos eventos climáticos extremos han impactado a las compañías en México, quienes han empezado a definir estrategias de adaptación ante el riesgo que estos representan. Además, las fuentes consultadas perciben cierto riesgo de continuar experimentando consecuencias debido a este tipo de fenómenos en los próximos cinco años. En las regiones norte y centro continuó incrementándose el porcentaje de respuestas de directivos consultados que anticipan que los precios de venta de los bienes y servicios que ofrecen aumenten a una tasa similar o mayor en los próximos doce meses en relación con los doce meses previos. En contraste, dicho porcentaje disminuyó en el centro norte y el sur. En relación con los precios de los insumos, la proporción de directivos que anticipa que estos se incrementen a tasa similar o mayor aumentó en todas las regiones. En cuanto a las expectativas de costos salariales, en todas las regiones se observó una reducción en la proporción de directivos entrevistados que prevé un incremento en los costos salariales a una tasa mayor en los próximos doce meses en relación con los doce meses previos.
Hacia delante, se anticipa que las economías regionales se expandan, a pesar de enfrentarse a un entorno complejo e incierto que presenta desafíos significativos para su crecimiento. Uno de estos desafíos es la posible disminución en la demanda externa, especialmente de Estados Unidos, donde podría ocurrir una desaceleración económica. Esto podría afectar particularmente a las entidades del norte y las regiones centrales que dependen en gran medida de las exportaciones, así como a aquellas que reciben flujos considerables de remesas o turistas de ese país, como ocurre en algunos estados de las regiones centro norte y sur. Un reto adicional son los problemas de inseguridad pública, ya que los directivos empresariales continúan comentando sobre sus efectos sobre el funcionamiento de sus empresas en ciertas áreas del país. Otro desafío es la ocurrencia de eventos climáticos adversos que representen un riesgo para la actividad regional, como sucedió recientemente con la intensificación de las condiciones de sequía en diversas zonas agrícolas del país. Ante los retos que enfrentan las economías regionales, es importante continuar fortaleciendo las fuentes internas de crecimiento, generar condiciones que propicien la inversión y aprovechar las oportunidades que representa el proceso de relocalización. En específico, se requiere seguir impulsando la construcción de infraestructura de transporte, hidráulica y energética, así como la formación de capital humano. Asimismo, es necesario seguir robusteciendo la seguridad pública y el estado de derecho. Dados los riesgos que representa el cambio climático para las economías regionales, es esencial implementar políticas de mitigación y adaptación en las áreas más vulnerables. Estas medidas no solo ayudarían a las regiones a enfrentar los desafíos actuales con éxito, sino que también promoverán un crecimiento más inclusivo y sostenible a largo plazo, mejorando así las condiciones de vida de su población.
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