- Más de 90% de los compromisos nacionales asumidos en el Acuerdo de París no toman en cuenta el sistema alimentario en su totalidad, a pesar de los beneficios potenciales del sector.
- Añadir acciones sobre las dietas y la pérdida y el desperdicio de alimentos en los planes climáticos nacionales podría reducir las emisiones de efecto invernadero en 12,5 Gt de CO2e cada año.
- Nueva publicación identifica 16 medidas que los países pueden tomar en toda la cadena de valor de los alimentos.
Nairobi, 1 de septiembre de 2020
- Los países
pueden mejorar las posibilidades de alcanzar los objetivos climáticos y
limitar el calentamiento a 1,5˚C a fines de siglo mediante la adopción
de compromisos más específicos para transformar los sistemas
alimentarios nacionales, según una nueva publicación
lanzada hoy por el WWF,
el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA),
EAT y
Climate Focus.
Mejorar las contribuciones
determinadas a nivel nacional para los sistemas alimentarios
constata que los países están perdiendo importantes oportunidades para
reducir
las emisiones de gases de efecto invernadero e identifica 16 medidas
que los responsables de formulación políticas podrían adoptar en toda la
cadena de valor de los alimentos, desde las granjas hasta la mesa de
los consumidores.
Las
dietas y la pérdida y el desperdicio de alimentos son ampliamente
ignorados en los planes actuales, pero, al considerarlos, los países
pueden mejorar sus
contribuciones de mitigación y adaptación de los sistemas alimentarios
hasta 25%.
En
virtud del Acuerdo de París de 2015, se espera que los países revisen o
vuelvan a presentar sus contribuciones determinadas a nivel nacional
(NDC, por sus
siglas en inglés) cada cinco años, por tanto, este año, tienen la
oportunidad de adoptar soluciones para los sistemas alimentarios y
establecer objetivos y medidas más ambiciosos con el fin de reducir las
emisiones de gases de efecto invernadero y, a su vez,
mejorar la seguridad alimentaria, la salud pública y la protección de
la biodiversidad.
Los
sistemas alimentarios -que reúnen todos los elementos y actividades
relacionados con la producción, el procesamiento, la distribución, la
preparación y
el consumo de alimentos- representan hasta 37%
de
todas las emisiones de gases de efecto invernadero. Si se continúa en
la trayectoria actual, el sector agotará por sí solo los presupuestos de
emisiones
compatibles con la trayectoria de 1,5˚C para todos los sectores.
Aunque
89% de los las NDC mencionan la producción agrícola, los objetivos de
reducción de las emisiones de la agricultura se incluyen principalmente
en objetivos
más amplios sobre el uso de la tierra. Otras acciones en el sistema
alimentario, como la reducción de la pérdida y el desperdicio de
alimentos, o el cambio a dietas más sostenibles, son ampliamente
ignoradas, a pesar de que presentan la oportunidad de reducir
las emisiones hasta en 12,5 Gt de
CO2e
, lo que equivaldría a retirar 2.700 millones de automóviles de las carreteras.
"Para
lograr un futuro de 1,5˚C se necesitan compromisos ambiciosos, con
plazos concretos y mensurables para la transformación de los sistemas
alimentarios.
Si no lo hacemos, estaremos ignorando uno de los principales impulsores
de la crisis climática actual. Si no se adoptan medidas sobre la forma
en que producimos y consumimos alimentos, no podremos alcanzar nuestros
objetivos en materia de clima o biodiversidad,
que son la base para lograr la seguridad alimentaria, prevenir la
aparición de enfermedades y, en última instancia, cumplir los Objetivos
de Desarrollo Sostenible. Por ello, instamos a los gobiernos a que
incluyan enfoques de sistemas alimentarios positivos
para el clima y la naturaleza en los NDC revisados y más ambiciosos que
se presenten este año", dijo Marco Lambertini, Director General de
WWF-Internacional.
"La
pandemia ha expuesto la fragilidad de nuestros sistemas de suministro
de alimentos, desde las complejas cadenas de valor hasta los impactos en
nuestros
ecosistemas. Pero también ha demostrado que las empresas y las personas
están listas para reconstruir mejor. Esta crisis nos ofrece la
oportunidad de repensar radicalmente la forma en que producimos y
consumimos alimentos. Por ejemplo, reorientar el consumo
al reducir a la mitad los desechos alimentarios y catalizar un cambio
hacia dietas más ricas en vegetales, es también una poderosa herramienta
de mitigación climática que hay que aplicar. Depende de nosotros
aprovechar esta oportunidad y poner los sistemas
alimentarios sostenibles en el centro de la recuperación verde", dijo
Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.
Las
16 medidas identificadas en el informe incluyen frenar el cambio de uso
de la tierra y la conversión de hábitats naturales, lo que podría
reducir las emisiones
en 4,6 Gt de CO2e
por
año. Comparativamente, disminuir la pérdida y el desperdicio de
alimentos, que representan 8% de todas las emisiones de GEI, podría
evitar
4,5 Gt de CO2e por año. Sin embargo, sólo
11 países mencionan actualmente la pérdida de alimentos en sus planes y ninguno considera el desperdicio de comida.
La
mejora de los métodos de producción de la ganadería y la reducción de
las emisiones de metano en el sector podrían evitar hasta en 1,44 Gt de
CO2e por año.
Si se cambiara a dietas más
saludables y sostenibles con una mayor proporción de alimentos de
origen vegetal que de origen animal, se podrían evitar las emisiones de
hasta 8 Gt
CO2e por año. Ningún plan climático nacional
actual discute explícitamente dietas más sostenibles.
El
informe concluye que los países desarrollados tienen menos
probabilidades que los países en desarrollo de prever en sus actuales
planes climáticos medidas
de mitigación específicas para el sector agrícola, aunque en términos
absolutos, el número de medidas específicas para reducir las emisiones
en el sistema alimentario de los países en desarrollo también es bajo.
Hasta agosto de 2020, se han presentado 15 actualizaciones
y revisiones de NDC y, aunque algunas incluyen la agricultura, todavía
faltan acciones. Los primeros indicios apuntan a que el consumo
sostenible de alimentos y la pérdida y el desperdicio seguirán siendo
ignorados en el proceso de revisión. Ninguna de las
actualizaciones y revisiones presentadas los mencionan en sus
contribuciones a la mitigación o en sus políticas y medidas.
"Los
sistemas alimentarios son una oportunidad de mitigación desatendida, a
pesar de sus numerosos beneficios para el desarrollo sostenible.
Eliminar el consumo
excesivo de carne, mejorar las instalaciones de almacenamiento y
reducir los residuos de alimentos es bueno para nuestra salud y mejora
la seguridad alimentaria. Con una lista de control y ejemplos concretos
de actividades y objetivos, este informe ofrece
una guía para que los responsables de la formulación de políticas
integren los sistemas alimentarios en sus estrategias nacionales sobre
el clima", dijo Charlotte Streck, cofundadora y directora de Climate
Focus.
"Transformar
el sistema alimentario no sólo es un requisito previo para lograr la
Agenda 2030, sino que es tan importante como la transición energética
para
cumplir el Acuerdo de París. El paso a una producción regenerativa y
que secuestre carbono, y la adopción de dietas saludables,
predominantemente basadas en vegetales, asequibles y accesibles, así
como la reducción a la mitad del desperdicio y la pérdida de
alimentos, son medidas cruciales que deben incluirse en las NDC de los
países e integrarse en sus planes de acción climática con ambiciones
claras. Hagamos de esta
Década de Acción
el período en el que logremos un futuro alimentario saludable, sostenible y equitativo para todos", dijo la Dra.
Gunhild Stordalen, fundadora y presidenta ejecutiva de EAT.
Además
de aumentar la ambición en sus NDC, los países tienen una serie de
oportunidades adicionales para reducir las emisiones y preservar la
naturaleza a través
de los sistemas alimentarios. En 2021, en el contexto de la Conferencia
de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las
Naciones Unidas (COP 15), los líderes mundiales pueden acordar un nuevo
pacto la naturaleza y las personas, para detener
y revertir la pérdida de biodiversidad. Además, en 2021 se celebrará la
primera
Cumbre de las Naciones Unidas sobre Sistemas Alimentarios.
Como señaló el Secretario General de las Naciones Unidas, António
Guterres, al anunciar la Cumbre, "la transformación de los sistemas
alimentarios es fundamental para alcanzar todos los Objetivos de
Desarrollo Sostenible".
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