viernes, 31 de enero de 2020
Indicadores de la Industria Minerometalúrgica Cifras durante noviembre de 2019
Cifras desestacionalizadas
El índice de volumen físico (2013=100) de la Producción Minerometalúrgica del país (referida a las actividades de extracción, beneficio, fundición y afinación de minerales metálicos y no metálicos) disminuyó (-)0.2% con base en cifras desestacionalizadas en el penúltimo mes de 2019 frente al mes inmediato anterior.
En su comparación anual, el índice observó una caída de (-)0.9% durante noviembre del año pasado respecto al mismo mes de 2018.
Cifras originales
La producción minerometalúrgica descendió (-)1.6% en el mes en cuestión con relación a la de noviembre de 2018; a su interior, retrocedió la producción de coque, fluorita, carbón no coquizable, plata, plomo, zinc y la de oro. Por el contrario, aumentó la de pellets de fierro, azufre, cobre y la de yeso.
La Producción Minera por Entidad Federativa (referida únicamente a las actividades de extracción y beneficio de minerales metálicos y no metálicos) mostró los siguientes resultados en el mes en cuestión, de los principales metales y minerales (véase cuadro).
Información más amplia sobre los datos publicados en esta nota puede consultarse en el Banco de Información Económica (BIE) en la siguiente liga: http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/ en la página del Instituto en internet.
Indicadores de Establecimientos con Programa IMMEX Cifras durante noviembre de 2019
La Estadística Mensual sobre Establecimientos con Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) , muestra las principales características y evolución de los establecimientos manufactureros y no manufactureros (número de establecimientos en activo, personal ocupado, horas trabajadas, remuneraciones e ingresos, entre otras variables) registrados en este programa.
Cifras desestacionalizadas
El personal ocupado en los establecimientos con programa IMMEX descendió (-)0.4% en noviembre respecto a octubre del año pasado, con cifras desestacionalizadas . Según el tipo de establecimiento en el que labora, en los no manufactureros (que llevan a cabo actividades relativas a la agricultura, pesca, comercio y a los servicios) fue menor en (-)0.8% y en los manufactureros en (-)0.2% a tasa mensual.
En el penúltimo mes de 2019, las horas trabajadas aumentaron 0.5% en comparación con las del mes inmediato anterior: en los establecimientos no manufactureros se incrementaron 1.6% y en los manufactureros 0.5%, con series ajustadas por estacionalidad.
Las remuneraciones medias reales pagadas al personal contratado directamente por los establecimientos con programa IMMEX reportaron un alza de 0.9% en noviembre del año que recién concluyó con relación a las del mes precedente, según datos desestacionalizados. De manera desagregada, en las unidades económicas no manufactureras crecieron 1.2% y en las manufactureras 0.6% mensual.
A tasa anual , el personal ocupado se acrecentó 0.8%, las remuneraciones medias reales subieron 4.1% y las horas trabajadas 0.3% durante noviembre de 2019.
Información más amplia sobre los resultados publicados en esta nota puede obtenerse en el Banco de Información Económica (BIE) de la página del Instituto en Internet http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/default.aspx
Índice Global de Personal Ocupado de los Sectores Económicos Cifras durante noviembre de 2019
El Índice Global de Personal Ocupado de los Sectores Económicos (IGPOSE), con cifras desestacionalizadas, en noviembre de 2019 registró un nivel de 110.3 puntos por lo que no representó variación con respecto al mes anterior.
En su comparativo anual, este índice tampoco presentó variación con relación a noviembre de 2018.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) da a conocer los resultados del Índice Global de Personal Ocupado de los Sectores Económicos (IGPOSE) durante noviembre de 2019.
Con cifras desestacionalizadas, el IGPOSE alcanzó un nivel de 110.3 puntos en noviembre de 2019 y no presentó variación respecto al mes y año previo.
Durante noviembre de 2018, este índice registró un nivel de 110.3 puntos, una variación mensual de 0.2% y un incremento de 1.5% con relación a noviembre de 2017.
El nivel más elevado para este índice es el registrado en mayo de 2019, con 110.8 puntos.
La publicación del IGPOSE para el año 2020 se realiza en apego a las fechas que se encuentran publicadas en el Calendario de difusión de información estadística, geográfica y de Interés Nacional del INEGI.
La difusión del IGPOSE se realiza a través de la página del INEGI www.inegi.org.mx, en las secciones:
Tema: www.inegi.org.mx/temas/igpose/
Programa: www.inegi.org.mx/programas/igpose/2013/
Banco de Información Económica (BIE): www.inegi.org.mx/sistemas/bie/
DigiCert moderniza PKI con el lanzamiento de IoT Device Manager y Enterprise PKI Manager, nuevas ofertas en DigiCert® ONE
Los Administradores de DigiCert se crean desde cero para proporcionar una implementación PKI rápida y flexible
Ciudad de México – (enero, 2020) – DigiCert, Inc., el proveedor líder mundial de soluciones TLS / SSL, IoT y PKI, anunció hoy dos nuevas herramientas PKI: IoT Device Manager y Enterprise PKI Manager. A diferencia de las aplicaciones PKI del pasado, ambos administradores de PKI utilizan una implementación independiente de la nube basada en contenedores que garantiza implementaciones PKI híbridas, locales, rápidas y flexibles. Estas nuevas ofertas se basan en la plataforma DigiCert ONE.
DigiCert ONE es un enfoque holístico para modernizar la administración de PKI y establece un nuevo estándar para implementaciones de PKI rápidas y flexibles. Basado en el diseño y la ingeniería modernos del software, DigiCert ONE ofrece administración centralizada de certificados de dispositivos y usuarios de extremo a extremo para una variedad de modelos de implementación y casos de uso de PKI.
“Como primeros usuarios de IoT Device Manager y Enterprise PKI Manager, esperamos su facilidad de uso y flexibilidad para nuestras muchas iniciativas, incluidas nuestras IoT y soluciones de ciudades conectadas ”, dijo Mark Stevens, líder técnico de Criptografía en British Telecom PKI. "Las aplicaciones PKI que hemos usado en el pasado han requerido semanas de largas horas para implementarse localmente, pero con DigiCert ONE, después de configurar nuestro Docker y el entorno de red, pudimos poner en marcha los Administradores PKI en unos 20 minutos. British Telecom está entusiasmado y espera con interés el beneficio de las múltiples funcionalidades de DigiCert ONE y la escalabilidad que brindará a nuestros clientes.”
IoT Device Manager permite a los fabricantes de dispositivos:
· aprovisionar e incrustar la identidad del dispositivo en cualquier etapa del ciclo de vida del mismo, desde la fábrica hasta la implementación del dispositivo en las instalaciones, en la nube o en entornos híbridos;
· simplificar la identidad del dispositivo, la autenticación, el cifrado y la integridad con un solo clic;
· combinar la visualización de datos del dispositivo con datos de proceso criptográfico, de fabricación y de fábrica; y
· soportar interoperabilidad basada en estándares con muchos sistemas de fabricación y aprovisionamiento de terceros.
Enterprise PKI Manager permite a los equipos de TI:
· Implementar de forma transparente y sin notarlo la identidad, la autenticación y el acceso a grandes poblaciones de usuarios de forma rápida y con poca o ninguna interacción con el usuario final;
· tener flexibilidad en los modelos de implementación, admitir implementaciones de clientes en la nube pública o privada, entornos con espacios de aire o completamente administrados por DigiCert;
· personalizar los certificados y adaptar las implementaciones a su infraestructura y necesidades; y
· gestionar de forma inmediata y crear jerarquías de CA personalizadas.
“El lanzamiento de hoy de IoT Device Manager y Enterprise PKI Manager en DigiCert ONE se encuentra con los clientes donde desean estar, con una implementación de PKI rápida, flexible y automatizada en redes globales y dentro de geografías de diferentes normas reguladoras ", dijo el CEO de DigiCert, John Merrill. “Ya sea que se implementen en sus propias nubes públicas o privadas, o dentro de redes con espacios de aire o locales para cumplir con los requisitos de cumplimiento en el país, IoT Device Manager y Enterprise PKI Manager brindan a los clientes las herramientas que necesitan para integrar los servicios de PKI que protegen su dispositivo y puntos de conexión.”
Desarrollado con base en los comentarios de las principales empresas y fabricantes de dispositivos IoT, DigiCert ONE satisface las necesidades prácticas de la organización, lo que les permite:
• integrar servicios PKI con procesos comerciales establecidos y proveedores externos a través de una API REST rica en funciones;
• facilitar un despliegue rápido de los servicios de PKI en minutos en lugar de días, aprovechando la paridad del entorno y la portabilidad de los contenedores para configurar rápidamente nubes privadas o públicas o locales; y
• reduzca el costo total de propiedad y la complejidad con una arquitectura moderna escalable y estrategias de contenedorización para proporcionar una plataforma PKI de alta disponibilidad para su empresa.
Con un modelo de implementación continua, DigiCert presentará administradores de PKI adicionales a DigiCert ONE, como correo electrónico seguro, firma de documentos, firma de objetos, firma individual. Desde el sistema operativo hasta la aplicación, los usuarios de DigiCert ONE se beneficiarán de las actualizaciones periódicas que aseguran que siempre estén ejecutando el software más actualizado con la última funcionalidad.
Para mayor invitación visite www.digicert.com.
Informes sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública al Cuarto Trimestre de 2019
• Durante el cuarto trimestre de 2019 la economía mundial continuó mostrando un menor ritmo de crecimiento en un contexto de tensiones comerciales persistentes aunque a la baja, de un deterioro del sector industrial internacional y de menores flujos de inversión, así como de una mayor incertidumbre política a nivel global. En línea con este proceso de desaceleración global aunado a factores internos, la actividad económica en México ha mostrado una desaceleración en su ritmo de crecimiento.
• Para el cierre
de 2019, las metas fiscales fueron mejores que las programadas para
el año, lo que ratifica el compromiso de la Administración con
finanzas públicas sanas.
• En 2019 se
alcanzó un superávit primario de 1.1% del PIB, mayor al superávit
de 0.6% del PIB registrado el año anterior y de 1.0% del PIB
estimado en el Paquete Económico 2019. Asimismo, el déficit de los
RFSP ascendió a 2.3% del PIB, resultado menor a lo previsto en el
Paquete Económico 2019 de 2.5% del PIB.
• En consecuencia,
el Saldo Histórico de los RFSP (SHRFSP) representó 44.7% del PIB,
monto inferior al observado al cierre de 2018 en 0.2 puntos
porcentuales del PIB y a lo establecido en el Paquete Económico 2019
de 45.3% del PIB; con lo que se refrenda que en 2019 la deuda como
proporción delPIB continuó mostrando una trayectoria decreciente.
1El día de hoy, la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público entregó al H. Congreso
de la Unión los Informes sobre la Situación Económica, las
Finanzas Públicas y la Deuda Pública correspondientes al cuarto
trimestre de 2019, en cumplimiento a lo establecido en el Artículo
107 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria
(LFPRH), los cuales también se han puesto a disposición del público
a través de la página de Internet de la dependencia. A
continuación, se presentan los principales aspectos de estos
Informes. El programa económico del actual gobierno tiene como
objetivo general contribuir a lograr un desarrollo estable,
equitativo e incluyente. Para ello, es importante conservar la salud
de las finanzas públicas, estabilizando el nivel de la deuda pública
como proporción del PIB y propiciando trayectorias sostenibles de
las principales variables económicas, con la finalidad de lograr
esquemas de protección social y mejoras sostenibles en la
distribución del ingreso. En línea con lo anterior, los resultados
de finanzas públicas al cierre de 2019 reiteran dicho compromiso al
cumplirse el objetivo de lograr un superávit primario de 1.1% del
PIB y reducir la deuda a 44.7% del PIB.
Situación económica
Durante el cuarto
trimestre de 2019 la economía mundial continuó mostrando un ritmo
de crecimiento menor al esperado, en un contexto caracterizado por
tensiones comerciales –si bien atenuadas con relación al primer
semestre del año– un deterioro de la producción industrial en la
mayoría de las principales economías y menores flujos de inversión,
así como una mayor incertidumbre política a nivel global. En este
contexto, durante el último trimestre de 2019 continuó la sincronía
en la desaceleración de las economías avanzadas y emergentes, si
bien la actividad económica en Estados Unidos mostró resiliencia y
se dieron avances en las negociaciones para lograr acuerdos en las
disputas comerciales.Las expectativas de un entorno comercial menos
adverso se reflejaron en un aumento en los precios de diversas
materias primas, como el oro, los alimentos y el petróleo, así como
en una menor volatilidad y aversión al riesgo en los mercados
financieros internacionales. Asimismo, en el trimestre que abarca
este informe, se observó una apreciación generalizada en los tipos
de cambio de las principales economías emergentes y avanzadas con
respecto al dólar estadounidense.
Durante el último
trimestre del año, los bancos centrales de las principales economías
avanzadas mantuvieron una postura de política monetaria
acomodaticia, lo cual reflejó la existencia de señales de
desaceleración de sus economías y menores presiones inflacionarias.
Esta postura de política monetaria en las economías avanzadas,
particularmente en Estados Unidos, otorgó margen 2a los bancos
centrales de economías emergentes para reducir sus tasas de
referencia ante menores presiones inflacionarias y con el objetivo de
estimular la demanda interna.
En línea con el
proceso de desaceleración en la actividad económica global aunado a
factores internos, la actividad económica en México ha mostrado una
desaceleración en su ritmo de crecimiento. Muestra de ello es la
contracción en las actividades
industriales, específicamente en los sectores automotriz,minería y
construcción, así como la disminución en los niveles de gasto de
inversión privada y de consumo público. No obstante la marcada
desaceleración, el mercado laboral continuó mostrando un desempeño
favorable. Los salarios reales (contractuales y de cotización en el
IMSS) y las remuneraciones reales por persona ocupada en el sector
manufacturero exhibieron incrementos anuales en términos reales.
En materia de
precios, durante el cuarto trimestre de 2019 se consolidó el proceso
de convergencia de la tasa de inflación hacia su nivel objetivo de
3%. La reducción de la inflación general fue resultado
principalmente de las reducciones registradas en el componente no
subyacente, en particular, en los productos energéticos. Por su
parte, el componente subyacente se ha mantenido relativamente estable
en niveles superiores al objetivo de 3%, pero dentro del intervalo de
variabilidad de este objetivo. En consecuencia, durante el cuarto
trimestre, la Junta de Gobierno del Banco de México realizó dos
recortes adicionales de 25 puntos base a su tasa de referencia,
ubicándola al cierre de diciembre en un nivel de 7.25%.
Al cierre del cuarto
trimestre, el tipo de cambio registró una apreciación de 4.27%.
Adicionalmente, la
variación de la moneda respecto al dólar mostró una muy baja
volatilidad en comparación con los trimestres anteriores, lo cual
fue un reflejo de la mayor probabilidad de lograr acuerdos
comerciales a nivel global y en particular la mayor certidumbre en la
aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá
(T-MEC) por el Congreso estadounidense en el mes de enero.
Finanzas públicas
A pesar del entorno
económico, al cierre de 2019, se mejoraron las metas fiscales
programadas para el año. Los Requerimientos Financieros del Sector
Público (RFSP), la medida más amplia y robusta de balance del
Sector Público Federal, registraron un déficit de 564 mil 675
millones de pesos al cierre de 2019, monto equivalente al 2.3% del
PIB. Este resultado fue menor que el comprometido para el año de
2.5% del PIB y mayor al observado en 2018 de 2.2% del PIB. Así, el
Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público
(SHRFSP), la 3definición más amplia de la deuda del Sector Público,
representó al final del ejercicio en 44.7% del PIB, monto inferior
al observado al cierre del año anterior en 0.2 puntos porcentuales
del PIB.
El balance del
Sector Público presentó un déficit de 398 mil 356 millones de
pesos (1.6% PIB), monto inferior en 105 mil 485 millones de pesos al
proyectado originalmente de 503 mil 841 millones de pesos 1 (2.0% del
PIB) e inferior al déficit público registrado en 2018 de 494 mil
982 millones de pesos (2.1% del PIB). El balance primario registró
un superávit de 275 mil 748 millones de pesos (1.1% del PIB), mayor
al superávit registrado el año anterior de 141 mil 370 millones de
pesos (0.6% del PIB). Asimismo, es superior al superávit primario
estimado en los Criterios Generales de Política Económica de 2019
de 1.0% del PIB al cierre del año.
En 2019 sobresalen
las siguientes operaciones. Por un lado, para fortalecer la posición
financiera de Pemex y mejorar su rentabilidad y contribución
estratégica de largo plazo a la economía mexicana en septiembre el
Gobierno de México realizó una aportación patrimonial a Pemex por
97 mil 131 millones de pesos. Esta operación no tuvo impacto en la
deuda neta del sector público o en el SHRFSP ya que Pemex destinó
estos recursos a la amortización de pasivos. Asimismo, al ser una
operación compensada no modificó el balance público. Para realizar
esta aportación patrimonial, el Gobierno Federal utilizó activos
financieros disponibles (depósitos a la vista en Banco de México)
como fuente de financiamiento. Por lo tanto, esta operación implicó
una reducción del saldo de deuda bruta de Pemex y del Sector
Público.
Por otro lado, para
compensar los menores ingresos del Gobierno Federal respecto a lo
estimado en la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2019, de
acuerdo con lo señalado en la LFPRH y su reglamento, al cierre de
2019 se registró un uso de recursos del Fondo de Estabilización de
Ingresos Presupuestarios (FEIP) por 125 mil millones de pesos.
En 2019 los ingresos
presupuestarios del Sector Público se ubicaron en 5 billones 384 mil
289 millones de pesos. Este monto es superior en 86 mil 101 millones
de pesos a lo previsto en la LIF y mayor en 1.6% en términos reales,
respecto a lo registrado en 2018.
Este resultado se
explica por mayores ingresos no tributarios por 251 mil 215 millones
de pesos, mayores ingresos propios de la CFE en 10 mil 300 millones
de pesos e ingresos de las entidades de control presupuestario
directo (IMSS e1)
Los balances,
ingresos y gastos del programa corresponden a la Ley de Ingresos y el
Presupuesto de Egresos de la Federación aprobados por el Congreso de
Unión, así como al Acuerdo por el que se da a conocer el calendario
mensual del pronóstico de los ingresos contenidos en el artículo 1
de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal de
2019 y con base en la metodología utilizada para realizar dicho
pronóstico, publicado el 21 de enero de 2019 en el Diario Oficial de
la Federación (DOF), y a los Calendarios del Presupuesto
Autorizados para el Ejercicio Fiscal 2019, publicados el 14 de enero
de 2019 en el DOF.
4ISSSTE) superiores
en 23 mil 237 millones de pesos. Lo anterior más que compensó los
menores ingresos petroleros de 89 mil 902 millones de pesos, debido
principalmente a una menor plataforma de producción y a un menor
volumen de ventas internas de Pemex, y los menores ingresos
tributarios de 108 mil 750 millones de pesos derivado de la menor
actividad económica respecto a lo previsto originalmente, así como
la existencia de un mayor saldo de devoluciones del IVA provenientes
de 2018.
Durante 2019, el
gasto neto pagado se ubicó en 5 billones 786 mil 429 millones de
pesos, monto inferior al previsto en el programa en 15 mil 600
millones de pesos.
A su interior, el
gasto programable fue mayor al programa en 115 mil 96 millones de
pesos, lo que obedece principalmente a un mayor gasto en 152 mil 887
millones de pesos de la Administración Pública Centralizada y en 49
mil 927 millones de pesos en el IMSS, el ISSSTE y CFE, conjuntamente,
que se compensan parcialmente por el menor gasto de Pemex respecto a
lo originalmente previsto por 83 mil 706 millones de pesos y de los
entes autónomos en 5 mil 590 millones de pesos. Al excluir la
aportación patrimonial del Gobierno Federal a Pemex y las
aportaciones patrimoniales a la banca de desarrollo, el gasto
programable de la Administración Pública Centralizada es mayor en
34 mil 478 millones de pesos a lo previsto.
El gasto no
programable fue inferior en 130 mil 696 millones de pesos a lo
previsto, debido al menor costo financiero por 82 mil 596 millones de
pesos; menores participaciones por 40 mil 893 millones de pesos y
menor pago de Adefas y otros por 7 mil 206 millones de pesos.
Los resultados de
finanzas públicas al cierre de 2019 ratifican el compromiso de la
Administración de contar con finanzas públicas sanas.
Deuda pública
La deuda pública se
ha manejado con estricta responsabilidad, buscando mantener una
tendencia estable de los pasivos públicos como proporción del PIB.
En este sentido, es importante destacar que al cierre de 2019 la
deuda pública medida a través del SHRFSP, se ubicó en 44.7% del
PIB. Esta cifra es menor en 0.2 puntos porcentuales al nivel de deuda
observado al cierre de 2018 que fue de 44.9% e, inclusive, es menor
al monto establecido en Paquete Económico 2019 de 45.3% del PIB. Lo
anterior, da cuenta de un esfuerzo de austeridad y disciplina en el
manejo de las finanzas públicas.
La política de
manejo de la deuda pública durante 2019 se orientó a cubrir las
necesidades de financiamiento del Gobierno Federal al menor costo
posible y manteniendo un nivel de riesgo adecuado dadas las
características de las finanzas 5públicas del país. En el ámbito
interno, se financió la mayor parte del déficit a través de
instrumentos de largo plazo y tasa fija y se realizaron operaciones
de manejo de pasivos para mantener un perfil de vencimiento suave a
lo largo del tiempo.
De esta forma,
durante 2019 se realizaron tres operaciones de colocación sindicada.
En el mes de marzo se colocó un Bono a tasa fija a 5 años por 15
mil millones de pesos. En agosto, se colocó un Udibono a 30 años
por un monto de 3 mil millones de Udis y en octubre se colocó un
Bono a tasa fija a 3 años por un monto de 15 mil millones de pesos.
Estas operaciones tuvieron como objetivo contribuir al buen
funcionamiento del mercado de deuda local mejorando su liquidez y
fortaleciendo las referencias del mercado.
De igual manera,
durante 2019 en el mercado interno se realizaron dos permutas de
Bonos M. Una en el mes de marzo por 26.1 mil millones de pesos y otra
en el mes de junio por 28.2 mil millones depesos. Adicionalmente, se
realizaron dos operaciones de permuta cruzada. Una en el mes de
septiembre por 70.4 mil millones de pesos y otra en el mes de octubre
por 41.1 mil millones de pesos. Estas operaciones tuvieron como
objetivo suavizar el perfil de vencimientos de la deuda interna y
mejorar la liquidez del mercado.En el ámbito externo, se realizaron
colocaciones en los mercados internacionales manteniendo una
diversificación en monedas y en la base de inversionistas. Además,
se realizaron operaciones de manejo de pasivos para mejorar las
condiciones de costo y plazo de los pasivos externos.
Durante 2019, se
realizaron operaciones en los mercados financieros internacionales
por un monto aproximado de 9.9 mil millones de dólares. En enero, se
realizó una colocación por 2.0 mil millones de dólares. En el mes
de abril, se realizó una nueva emisión de bonos a 7 y 20 años en
euros por el equivalente a 2.8 mil millones de dólares. En junio, se
emitieron cuatro nuevos bonos en el mercado japonés con plazos de 3,
5, 7 y 10 años por un monto equivalente a 1.5 mil millones de
dólares y finalmente, en julio se realizó una operación de
colocación y manejo de pasivos con la reapertura de un bono a 10
años en dólares y la emisiónde un nuevo bono de referencia a 30
años por 1.5 y 2.1 mil millones de dólares, respectivamente. Con
estas operaciones se lograron condiciones de costo competitivas, se
logró ampliar y diversificar la base de inversionistas y desarrollar
bonos de referencia en los distintos mercados en los que se tiene
presencia. Adicionalmente, es importante mencionar las cciones
realizadas en enero de2020, que si bien no corresponden al periodo
que se reporta en este informe, por su relevancia y con fines de
transparencia se incluyen dentro de las acciones relevantes.
6El pasado 6 de
enero, el Gobierno Federal realizó una operación de financiamiento
en los mercados internacionales por un monto total de 2 mil 300
millones de dólares que se llevó a cabo a través de la emisión de
un nuevo bono de referencia a 10 años con fecha de vencimiento en
abril de 2030 por 1 mil 500 millones de dólares y la reapertura del
bono con vencimiento en enero de 2050, por 800 millones de dólares.
Al respecto, es importante resaltar que la tasa cupón alcanzada en
este nuevo bono a 10 años representa un mínimo histórico para
cualquier emisión realizada por el Gobierno Federal en el mercado en
dólares. Esta operación estuvo acompañada de un ejercicio de
manejo de pasivos por un monto total de 1 mil 500 millones de dólares
que disminuyeron compromisos de pago de amortizaciones para los
siguientes 8 años. La operación de financiamiento alcanzó una
demanda máxima de aproximadamente 14 mil 700 millones de dólares,
equivalente a 6.4 veces el monto total de la transacción, y contó
con la participación de 350 inversionistas institucionales a nivel
global. El 13 de enero, el Gobierno Federal colocó bonos por un
monto de 1 mil 750 millones de euros. De este monto, 1 mil 250
millones de euros provinieron de la emisión de un nuevo bono de
referencia a 10 años con vencimiento en enero de 2030 y 500 millones
de euros provinieron de la reapertura del bono con vencimiento en
abril de 2039 (emitido originalmente en abril de 2019). En esta
operación el Gobierno Federal obtuvo la tasa cupón más baja en
toda su historia para bonos denominados en euros, es decir 1.125%
anual en el nuevo bono a 10 años. Por su parte, en la reapertura del
bono 2039 se logró una tasa de rendimiento del 2.0%, lo que implica
una reducción de 96 puntos base respecto a la tasa de rendimiento al
momento de su colocación original en abril de 2019. La operación
alcanzó una demanda máxima de aproximadamente 6 mil 600 millones de
euros, equivalente a 3.8 veces el monto colocado, y contó con la
participación de 352 inversionistas institucionales a nivel global.
En la parte interna,
el pasado 15 de enero el Gobierno de México realizó la primera
colocación sindicada de una nueva referencia de Udibonos a tasa de
interés real fija a 3 años en el mercado de deuda local por un
monto total de 1 mil 500 millones de UDIS. Por otra parte, el 22 de
enero se realizó una operación de permuta cruzada que consistió en
el intercambio de 49 mil 868 millones de pesos de Bonos M y Udibonos
con vencimientos entre 2020 y 2022 por 48 mil 142 millones de pesos
de Bonos M y Udibonos con vencimientos entre 2023 y 2050 a tasas de
interés de mercado. Con esta operación, se logró anular deuda de
corto plazo y se sustituyó por deuda con vencimientos entre 2023 y
2050, sin incurrir en endeudamiento adicional.
Al cierre del 2019,
los principales indicadores de riesgo de la deuda del Gobierno
Federal evolucionaron de la siguiente manera: dentro de la
composición de la deuda, el 78.1% de la deuda neta del Gobierno
Federal se encuentra denominada 7en pesos y el 21.9% en moneda
extranjera. Dentro de la deuda interna, el plazo promedio de la deuda
interna en valores gubernamentales fue de 7.9 años y el 80.3% de
estos se encuentra a tasa fija y largo plazo. Dentro de la deuda
externa, el plazo promedio de la deuda externa de mercado es de 19.1
años y el 100% de esta se encuentra a tasa fija.
La evolución de los
saldos de la deuda durante el cuarto trimestre de 2019 se encuentra
en línea con los objetivos de la política fiscal para este año. Al
cierre del cuarto trimestre de 2019, el saldo de la deuda neta del
Gobierno Federal se ubicó en 8 billones 535 mil 443.8 millones de
pesos. Por su parte, el saldo de la deuda externa neta del Gobierno
Federal ascendió a 99 mil 369.9 millones de dólares. En lo que se
refiere a la deuda neta del Sector Público Federal, que incluye la
deuda neta del Gobierno Federal, de las Empresas Productivas del
Estado y de la Banca de Desarrollo, al cierre del cuarto trimestre de
2019 se ubicó en 11 billones 27 mil 500.7 millones de pesos. El
componente interno de esta deuda neta se situó en 7 billones 188 mil
578.4 millones de pesos y el externo ascendió a 203 mil 708.2
millones de dólares.
Finalmente, al
cierre del cuarto trimestre de 2019, el SHRFSP, indicador que incluye
las obligaciones del Sector Público en su versión más amplia,
ascendió a 10 billones 872 mil 269.3 millones de pesos. El
componente interno se ubicó en 7 billones 141 mil 618.9 millones de
pesos y el componente externo ascendió a 197 mil 962.9 millones de
dólares. Como proporción del PIB, el SHRFSP se ubicó en 44.7% del
PIB, menor en 0.2 puntos porcentuales al nivel observado al cierre de
2018.
+++
Banco de México: Programa Monetario para 2020
1. Antecedentes
De acuerdo con el
Artículo 51 de la Ley del Banco de México, en el mes de enero de
cada año este Banco Central debe enviar al Ejecutivo Federal y al H.
Congreso de la Unión una exposición de los lineamientos a seguir en
lo referente a la conducción de la política monetaria para el año
correspondiente. En cumplimiento con dicha normatividad, a
continuación se exponen los criterios a seguir para la conducción
de la política monetaria en 2020.
El Artículo 28 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece
que “El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el
ejercicio de sus funciones y en su administración. Su objetivo
prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la
moneda nacional, fortaleciendo con ello la rectoría del desarrollo
nacional que corresponde al Estado”. A su vez, de acuerdo con el
Artículo 2 de la Ley del Banco de México, dicho Instituto Central
tendrá por finalidadproveer a la economía del país de moneda
nacional y que, en la consecución de esta finalidad, tendrá como
objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo
del peso mexicano. Además, establece que también serán finalidades
del Banco promover el sano desarrollo del sistema financiero y
propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos. Al
respecto, es importante destacar que estas tres finalidades
constituyen bienes públicos cuya consecución se refleja de manera
directa en el bienestar de la población. Asimismo, tienen profundos
vínculos y complementariedades, que el Instituto Central considera
no solo al conducir la política monetaria, sino también en su papel
de regulador y supervisor de los sistemas financiero y de pagos.
En este contexto,
para cumplir con sus finalidades, es primordial que este Instituto
Central haga un uso responsable de la facultad de emitir dinero
fiduciario y que la cantidad de dinero que ponga en circulación, así
como los términos y condiciones de acceso al mismo, sean
consistentes con su mandato constitucional. Asimismo, es importante
que la población tenga confianza en que el Banco Central, en todo
momento, conducirá la política monetaria con el objetivo de
procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional,
lo que implicaría mantener una inflación baja y estable. Esto
propicia que la determinación de precios en la economía sea
congruente con la meta de inflación de la autoridad monetaria, lo
cual tiene claros beneficios para la economía y contribuye al
cumplimiento del mandato constitucional.
En línea con lo
anterior, el Banco de México adoptó formalmente en 2001 un régimen
de objetivos de inflación como marco para conducir la política
monetaria y cumplir con su mandato constitucional de procurar la
estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional. Al respecto,
la Junta de Gobierno de este Instituto Central estableció que, a
partir del año 2003, la meta permanente de inflación sería una
variación anual del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC)
de 3%. Además, considerando que existen múltiples factores que
están fuera del control de la autoridad monetaria y que en el corto
plazo pueden incidir sobre el comportamiento de la inflación, el
Banco de México definió un intervalo de variabilidad de más/menos
un punto porcentual alrededor de la meta referida. 1 Lo anterior
reconoce que la inflación puede presentar volatilidad debido a la
ocurrencia de fluctuaciones en precios relativos, cuyo impacto sobre
la inflación suele ser transitorio.
La relevancia del
mandato constitucional del Banco de México se sustenta en la
necesidad de evitar los costos económicos y sociales derivados de
episodios de inflación alta y volátil, los cuales tienen un impacto
adverso sobre el bienestar de la población. Ello de manera directa a
través de menores salarios reales y creación de empleos, así como
una distribución del ingreso más desigual, y en el mediano y largo
plazos, al inhibir la inversión y el crecimiento económico. En
efecto, entre los principales costos de la inflación, se encuentran
los siguientes:
1. La inflación
reduce el poder adquisitivo de la moneda y los salarios reales, con
efectos especialmente adversos en la población de menores ingresos,
lo cual deteriora la distribución del ingreso. En particular, la
inflación reduce el poder adquisitivo del dinero, por lo que puede
interpretarse como un impuesto que grava todo tipo de saldos
monetarios. Aquellos hogares que mantienen una mayor proporción de
su riqueza en efectivo o saldos nominales pagan un mayor impuesto.
Por lo general, la población de menores ingresos tiene un acceso más
limitado al sistema financiero, por lo que mantiene una mayor
fracción de sus ingresos en efectivo o saldos nominales y, por ende,
se ve más afectada por la inflación. Así, en un entorno
inflacionario el poder adquisitivo de la población de menores
ingresos disminuye en mayor proporción que el del resto de la
población, lo que amplía y perpetúa la desigualdad.
2. La inflación
afecta la planeación de mediano y largo plazos de los agentes
económicos. Los periodos inflacionarios dificultan la evaluación de
proyectos de inversión, ya que generan mayor incertidumbre sobre el
comportamiento de los precios en el futuro y, en consecuencia, sobre
los retornos esperados asociados con dichos proyectos. Esta falta de
confianza en el entorno tiende a reducir los horizontes de planeación
de los agentes económicos, lo que afecta sus decisiones de inversión
y ahorro. Esto último puede desalentar la ejecución de proyectos de
mediano y largo plazo con un alto rendimiento social y, en
consecuencia, disminuir el crecimiento potencial de la economía y la
creación de empleos formales y productivos.
3. La inflación
afecta la asignación de recursos en la economía. Como se mencionó
en el punto anterior, en un entorno de inflación alta y volátil,
las familias y las empresas enfrentan un entorno más incierto para
la toma de decisiones, ya que se dificulta la extracción de señales
a partir del comportamiento de los precios relativos. Lo anterior
distorsiona las decisiones de consumo, ahorro e inversión, y
propicia una asignación ineficiente de recursos, con afectaciones
sobre la productividad en l a economía. Además, la mayor dificultad
para comparar precios a lo largo del tiempo y entre distintos
oferentes de cada producto, mitiga la competencia en el sector
comercial y reduce el poder de negociación de los consumidores en
relación con los productores y oferentes de bienes y servicios.
4. Una mayor
inflación conlleva un entorno de mayor incertidumbre, lo cual
incrementa el costo real del crédito en la economía. Una inflación
alta e incierta implica que un acreedor enfrenta un mayor riesgo de
que la inflación sea mayor a lo anticipado al momento de otorgar el
crédito. En dicho escenario, el retorno real sobre su inversión
podría disminuir considerablemente. Para enfrentar este riesgo, el
acreedor aumentaría el costo del financiamiento, afectando el
crédito al sector privado, ya sea que este se destine a la inversión
o al consumo, lo que tiene un efecto especialmente importante sobre
el financiamiento hipotecario y de proyectos productivos a largo
plazo. Además, también se afecta el costo del financiamiento del
sector público en moneda nacional. Todo lo anterior repercute
adversamente sobre la inversión, la creación de empleos y el
crecimiento económico.
5. La inflación
puede propiciar un proceso de desintermediación financiera. El
sector financiero se ve particularmente afectado por inflaciones
altas y volátiles. En efecto, cuando la inflación es elevada, el
rendimiento de los instrumentos de ahorro puede no compensar los
aumentos en precios. Ante ello, los agentes económicos pueden optar
por destinar sus recursos a otros fines, o bien canalizar sus
recursos al sistema financiero internacional, lo que reduce la oferta
de fondos que podrían destinarse a inversiones productivas dentro
del país.
6. Un entorno de
inflación alta afecta a la estabilidad del sistema financiero.
Durante periodos inflacionarios, el riesgo de crédito de empresas y
hogares aumenta y es más incierta su evaluación, lo que tiende a
generar mayores incumplimientos de crédito. En este contexto, pueden
presentarse dificultades financieras en algunos intermediarios lo
que, dependiendo de su tamaño y de su relación con el resto del
sistema, podría tener repercusiones sobre la estabilidad del sistema
financiero. Ante los elevados costos derivados de periodos
inflacionarios, se puede concluir que procurar la estabilidad del
poder adquisitivo de la moneda nacional es un objetivo que contribuye
a la creación de un entorno propicio para la realización de
actividades productivas, así como para la creación de empleos, el
crecimiento de los salarios reales y, en consecuencia, un mayor
bienestar de la población. Un entorno de inflación baja y estable
favorece incrementos en la productividad, un crecimiento económico
más elevado y sostenido, así como una mejor distribución del
ingreso.
En este contexto, la
mejor contribución que puede tener un banco central para promover el
desarrollo económico y, en última instancia, el bienestar de la
sociedad, consiste, precisamente, en mantener una inflación baja y
estable. Además, en la medida que un banco central conduzca la
política monetaria con ese fin y evite desviaciones persistentes de
la inflación respecto de su meta, contribuye decididamente a
propiciar una mayor estabilidad macroeconómica. Esto se debe a que
al mantener de manera sostenidainflaciones bajas y estables, ello
tiende a moderar las fluctuaciones de la actividad económica y del
empleo, de tal modo que la producción de bienes y servicios se sitúe
más cerca de su nivel
potencial no solo a
lo largo del ciclo sino en un horizonte de mayor plazo. En este
sentido, es relevante destacar que al considerar las capacidades y
limitaciones de la política monetaria, la evidencia internacional
indica que esta tiene influencia clara sobre la inflación en el
largo plazo, mientras que es ineficaz por sí misma para influir
permanentemente en variables reales, como el crecimiento y el empleo.
2 De no ser así, no habría economías con un bajo nivel de
desarrollo, ya que estas habrían podido resolver dicho problema
mediante expansiones monetarias. Aun cuando la estabilidad de precios
es necesaria para el desarrollo de la economía, por sí sola no es
suficiente. Para generar un crecimiento elevado y sostenido también
es necesario un entorno de finanzas públicas sanas y sostenibles,
así como un arreglo institucional que conduzca a una estructura de
incentivos que promueva mejoras en la productividad, acumulación de
capital físico y humano y, en general, una mayor competitividad de
la economía en su conjunto.
2. Consideraciones
generales sobre la conducción de la política monetaria El Banco de
México conduce la política monetaria a través de un esquema de
objetivos de inflación, que se caracteriza por el reconocimiento de
la estabilidad de precios como su objetivo fundamental, el anuncio de
una meta explícita de inflación, un elevado nivel de transparencia
y una estrategia de comunicación clara con el público, así como
por contar con mecanismos de rendición de cuentas.
En el proceso antes
descrito, la conducción de la política monetaria debe operar de
manera continua para alcanzar y mantener una inflación baja y
estable, y evitar desviaciones persistentes de la inflación respecto
de su meta. Cuando los agentes económicos confían que la inflación
se mantendrá alrededor de la meta del banco central, su mejor
respuesta al tomar las decisiones de precios, así como de ahorro,
inversión y consumo, es considerar la meta referida como inflación
esperada, lo que genera claros e importantes beneficios para el
funcionamiento de la economía.
En efecto, cuando la
política monetaria se enfoca en mantener un ambiente de inflación
baja y estable, y el banco central comunica de manera clara la
evolución de los determinantes de la inflación y sus implicaciones
para la política monetaria, así como sus decisiones y planes, se
contribuye a fortalecer la credibilidad y confianza en su compromiso
de mantener la estabilidad de precios. Cuando un banco central goza
de credibilidad y los agentes económicos tienen confianza en que
este ajustará su postura monetaria ante los choques que pudieran
desviar de manera sostenida la inflación de su objetivo, sus
expectativas de inflación suelen estar mejor ancladas a dicho
objetivo. Lo anterior induce una mayor congruencia entre las
expectativas de inflación de los agentes económicos en el proceso
de formación de precios y la meta de inflación, lo que reduce los
costos para alcanzar dicha meta y, en consecuencia, genera ganancias
en eficiencia para la autoridad monetaria.
En general, las
acciones de política monetaria, que en nuestro país se instrumentan
desde 2008 mediante la definición de un objetivo para la Tasa de
Interés Interbancaria a un día, influyen sobre toda la curva de
rendimientos y ello a su vez en la demanda y la oferta agregadas y,
en última instancia, sobre la inflación, a través de diversos
canales que operan simultáneamente y que en su conjunto,
constituyen el
mecanismo de transmisión de la política monetaria. Entre los
principales canales figuran: i) el canal de tasas de interés; ii) el
canal de crédito; iii) el canal de precios de los activos; iv) el
canal de tipo de cambio; v) el canal de toma de riesgos; y vi) el
canal de expectativas de inflación. 3 La mayoría de estos operan
principalmente mediante sus efectos sobre la demanda agregada, si
bien algunos, como es el caso del canal del tipo de cambio y el de
las expectativas de inflación, también influyen mediante su efecto
en la determinación de precios por parte de los agentes económicos,
es decir, sobre la oferta agregada.
Considerando que las
acciones de política monetaria, a través de los canales referidos,
inciden con cierto rezago sobre la economía y, a su vez, sobre la
inflación, el Banco de México toma sus decisiones a partir de una
evaluación cuidadosa y detallada de la coyuntura económica y de las
condiciones monetarias y financieras prevalecientes, así como de las
perspectivas de las mismas variables en el horizonte en el que opera
la política monetaria. El proporcionar los pronósticos de inflación
del Banco Central tiene un papel de gran importancia en este proceso.
En este sentido,
desde 2018 en los Informes Trimestrales se publican los pronósticos
puntuales de las variaciones anuales promedio trimestrales para la
inflación para los siguientes ocho trimestres. Esto permite evaluar
la trayectoria observada de la inflación con respecto a las
previsiones del Banco
Además, las
posibles desviaciones son analizadas y tienen gran relevancia en el
proceso de toma de decisiones de política monetaria.
En el Informe
Trimestral Abril-Junio 2018 se describieron las principales
características de un régimen de objetivos de inflación con base
en pronósticos. 4 En dicho régimen el banco central determina la
postura de política monetaria de tal manera que los pronósticos de
inflación que resultan de esta sean congruentes con el cumplimiento
de su mandato, considerando el horizonte en que opera la política
monetaria. Así, cuando la trayectoria pronosticada para la inflación
se desvía de la meta de inflación, el banco central evalúa la
naturaleza, magnitud y persistencia previstas de los choques
inflacionarios y, en caso de ser necesario, ajusta la postura de
política monetaria. En este sentido, dichos pronósticos constituyen
una referencia explícita de los efectos esperados del manejo de la
política monetaria y facilitan su evaluación por parte del público.
Los pronósticos de inflación de la autoridad monetaria pueden
interpretarse como un “objetivo intermedio”, es decir, como un
objetivo que no es un fin en sí mismo, pero que orienta la
conducción de la política monetaria para que la trayectoria de
inflación ronosticada sea congruente con la meta de inflación. En
particular, el pronóstico de inflación del banco central tiene
características propias de un objetivo intermedio: i) está
altamente correlacionado con lainflación futura y el cumplimiento
de la meta; ii) se tiene un mayor control sobre este que sobre la
inflación que habrá de observarse en el futuro; y iii) su
publicación lo hace ampliamente visible al
público y facilita
la evaluación de la conducción de la política monetaria. Tomando
en cuenta las consideraciones anteriores, la manera en que se pueden
utilizar los pronósticos de inflación en el proceso de decisión de
la política monetaria bajo un esquema de este tipo puede ser
descrita conceptualmente con las siguientes etapas:
1. Considerando toda
la información adicional disponible, se elabora un nuevo pronóstico
de inflación. Si el nuevo pronóstico de inflación es similar al
pronóstico anterior y se ubica alrededor de su meta, entonces la
postura de política monetaria resultante sería similar a la postura
previamente considerada.
2. Si el nuevo
pronóstico de inflación no cumple con el criterio referido,
entonces, considerando la naturaleza, magnitud y persistencia
prevista para los choques que están afectando a la inflación y las
condiciones cíclicas de la economía, el Instituto Central evalúa
el horizonte específico en el que la inflación podría ubicarse en
su meta. En particular, evalúa la postura de política monetaria que
se necesitaría para que el nuevo pronóstico alcance la meta de
inflación bajo las nuevas condiciones, considerando un ajuste
ordenado en la economía.
3. Finalmente, se
publica el nuevo pronóstico de inflación y, en su caso, se explican
las razones de las modificaciones en los pronósticos y se comenta
sobre la fecha en que se estima que la inflación se ubicaría en su
meta y cómo la postura adoptada de política monetaria contribuiría
a este propósito.
Es importante
señalar que la literatura destaca que en un régimen de objetivos de
inflación con base en pronósticos, los participantes en los
mercados y el público en general disponen de más elementos para dar
seguimiento y evaluar la conducción de la política monetaria. Ello
puede contribuir a una mayor credibilidad en las acciones y el
cumplimiento de las metas del banco central y, a su vez, conducir a
unmejor anclaje de las expectativas de inflación. El régimen
referido implica el uso de modelos tanto para pronosticar la
inflación, como para analizar los efectos de la política monetaria
sobre la economía y, en particular, sobre la inflación. Si bien
dichos modelos son útiles para la conducción de la política
monetaria, al ser una representación simplificada de la economía,
no consideran aspectos de la realidad que bajo ciertas circunstancias
pueden ser relevantes para las decisiones de política monetaria.
Ello sucede en mayor medida en las economías emergentes, las cuales
usualmente enfrentan mayores fuentes de incertidumbre y distorsiones
que las economías avanzadas. En este sentido, las decisiones de
política monetaria deben considerar un amplio rango de elementos que
no siempre están adecuadamente capturados en los modelos que se
utilizan para hacer los pronósticos sobre la economía y la
inflación.
Por último, es
importante enfatizar que la transparencia en cuanto al proceder de un
banco central es esencial para generar confianza y credibilidad
respecto de sus acciones y para poder cumplir con su mandato de
estabilidad de precios. En este sentido, la Junta de Gobierno del
Banco de México ha implementado diversas modificaciones a su
estrategia de comunicación con la finalidad de seguir avanzando en
la adopción de mejores prácticas. Al respecto, en los últimos años
se han adoptado medidas adicionales de transparencia y mejoras en la
estrategia de comunicación. 5 Al respecto, actualmente el Banco de
México se encuentra revisando mejoras adicionales a su estrategia de
comunicación con el público. 3. Conducción de la política
monetaria en 2019 y consideraciones para 2020 Durante 2019, el Banco
de México condujo la política monetaria en un entorno de marcada
incertidumbre, derivado tanto de factores externos como internos.
Respecto de los
primeros, ante los efectos de prolongadas tensiones comerciales,
mayores riesgos geopolíticos y diversos factores idiosincrásicos,
la economía mundial se fue desacelerando y sus perspectivas de
crecimiento experimentaron sucesivas revisiones a la baja. En este
contexto, se presentaron episodios de volatilidad en los mercados
financieros internacionales y disminuyeron las presiones
inflacionarias alrededor del mundo. Ante una menor inflación y el
debilitamiento de la actividad económica global, diversos bancos
centrales redujeron sus tasas de referencia. En particular, destaca
que las inflaciones general y subyacente en las principales economías
avanzadas permanecieron por debajo de las metas de sus respectivos
bancos centrales, los cuales adoptaron acciones de relajamiento
monetario. Ello contribuyó a menores tasas de interés a nivel
global y un relajamiento de las condiciones financieras, así como a
un mayor apetito por riesgo. En el último trimestre de 2019 se
atenuaron las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y el
15 de enero de 2020 se firmaron los acuerdos alcanzados (fase 1).
También se redujo la probabilidad de una salida desordenada del
Reino Unido de la Unión Europea, con lo cual los mercados
financieros internacionales presentaron una menor volatilidad. Así,
la menor incertidumbre comercial global, aunado a las posturas
monetarias acomodaticias referidas y las perspectivas de tasas de
interés bajas a nivel global, contribuyeron a la mejoría en los
mercados financieros tanto de economías avanzadas como de
emergentes. Adicionalmente, para 2020 destaca la posibilidad de un
recrudecimiento de los riesgos geopolíticos, especialmente en el
Medio Oriente, así como posibles afectaciones derivadas de la
epidemia de coronavirus.En el ámbito interno, los mercados
financieros de México, después de experimentar una elevada
volatilidad en el cuarto trimestre de 2018, tuvieron un mejor
desempeño a lo largo de 2019, si bien con episodios de fluctuaciones
importantes.
La cotización del
peso mexicano revirtió la depreciación que había experimentado en
el último trimestre de 2018 y mantuvo relativa estabilidad durante
la mayor parte de 2019, si bien presentó algunos episodios de
volatilidad. Por su parte, las tasas de interés de los valores
gubernamentales en todos sus plazos registraron una tendencia a la
baja en 2019. A este comportamiento favorable contribuyeron las
políticas macroeconómicas prudentes, así como las menores tasas de
interésexternas. Destaca que en el último trimestre de 2019, los
mercados financieros nacionales se vieron especialmente favorecidos
por el relajamiento en las condiciones financieras globales y los
avances en la ratificación del T-MEC, que el 16 de enero de 2020 fue
aprobado por el senado estadounidense. En cuanto a la actividad
económica, esta se mantuvo estancada a lo largo de 2019.
En particular, el
PIB registró ligeras caídas entre el cuarto trimestre de 2018 y el
segundo de 2019, mientras que en el tercer trimestre del año mostró
un estancamiento. Para el cuarto trimestre del año pasado, de
acuerdo con la estimación oportuna del INEGI la actividad económica
habría registrado una
variación de 0.0%.
Lo anterior como reflejo de la debilidad que presentaron en el año
los distintos componentes de la demanda agregada, en particular la
inversión, que continuó exhibiendo una tendencia negativa, y el
consumo, que presentó una desaceleración en los primeros trimestres
del año. Así, las condiciones de holgura de la economía se fueron
ampliando a un ritmo mayor al previsto. En este contexto, las
previsiones para la actividad económica para 2019 y 2020 se
ajustaron continuamente a la baja.
La inflación
general anual mostró una reducción importante durante 2019,
especialmente en el segundo semestre. Así, hacia finales del tercer
trimestre y durante el cuarto trimestre del año, alcanzó niveles
congruentes con el objetivo puntual del Banco de México. En
particular, disminuyó desde un nivel de 4.83% en diciembre de 2018 a
uno de 2.83% en diciembre de 2019. Este comportamiento se derivó,
principalmente, de la fuerte reducción que exhibió la inflación no
subyacente durante el año, la cual pasó de 8.40% en diciembre de
2018 a 0.59% en diciembre de 2019. A lo anterior contribuyeron,
primordialmente, la combinación de las menores variaciones anuales
de los precios de los energéticos y la de los productos
agropecuarios. Cabe destacar que la inflación no subyacente es de
naturaleza volátil y alcanzó en diciembre la menor variación anual
que se haya registrado. En 2019, este componente contribuyó a la
referida reducción de la inflación general después de que, en los
años previos, había registrado niveles elevados y, en consecuencia,
había incidido de manera adversa sobre la inflación general. Por su
parte, la inflación subyacente, que refleja de mejor manera las
presiones sobre los precios asociadas con la fase del ciclo económico
y su tendencia de mediano plazo, mostró persistencia con ligeras
reducciones, ubicándose en niveles alrededor de 3.6%. Así, la
inflación subyacente anual registró 3.68% en diciembre de 2018 y
3.59% en diciembre de 2019.
Respecto de las
decisiones de política monetaria, en las reuniones de febrero,
marzo, mayo y junio, el Banco de México mantuvo sin cambio el
objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en un nivel
de 8.25%. Posteriormente, en cada una de las reuniones de agosto,
septiembre, noviembre y diciembre redujo la tasa de referencia en 25
puntos base, hasta alcanzar un nivel de 7.25% a finales del año.
Durante el primer
semestre de 2019, las decisiones de política monetaria estuvieron
influidas por la combinación de un balance de riesgos especialmente
incierto para la inflación, observándose movimientos mixtos en la
inflación general y un aumento de la inflación subyacente, la cual
pasó de 3.60% en enero a 3.85% en el mes de junio, con una
evolución de la economía menos dinámica a loprevisto, lo que fue
gradualmente ampliando la brecha del producto. Durante el segundo
semestre de 2019 el Banco de México redujo el objetivo para la Tasa
de Interés Interbancaria a un día de un nivel de 8.25% a uno de
7.25%. Ello tomando en consideración los menores niveles que
registró la inflación general, las perspectivas para esta en el
horizonte en que opera la política monetaria, la mayor amplitudde
las condiciones de holgura de la economía y el comportamiento de las
curvas de rendimiento externas e internas. Asimismo, en todas las
decisiones de política monetaria se destacó la incertidumbre en
cuanto a los riesgos que pudieran desviar a la inflación respecto de
la trayectoria esperada.
Así, en un contexto
en que prevalecieron diversos riesgos para la inflación, tanto al
alza como a la baja, el Banco de México siguió una política
monetaria prudente, utilizando toda la información disponible y
buscando que la postura monetaria condujera a una convergencia
ordenada y sostenida de la inflación hacia su meta en el horizonte
de pronóstico previsto, reforzando la confianza en la economía
nacional y propiciando un ajuste ordenado en los mercados financieros
nacionales y en la actividad económica.
Para 2020 se prevé
que la economía de México siga enfrentando un entorno incierto.
Respecto de la actividad económica, si bien se anticipa una
recuperación gradual de los componentes de la demanda agregada y en
el crecimiento, su balance de riesgos continúa sesgado a la baja. En
cuanto a la inflación, para 2020 se espera que las inflaciones
general y subyacente reflejen tanto las condiciones de mayor holgura
en la economía como las presiones de costos que se pudieran derivar
de los aumentos en el salario mínimo, lo cual podría ubicarlas en
niveles moderadamente superiores a los previstos en el Informe
Trimestral Julio- Septiembre 2019.
En el horizonte en
el que opera la política monetaria, las previsiones para la
inflación están sujetas a riesgos. Al alza destacan los siguientes:
i) la persistencia en la inflación subyacente; ii) que el aumento
reciente a los salarios mínimos conduzca a incrementos salariales
por encima de las ganancias en productividad en diferentes segmentos
de la población ocupada y que ello genere presiones de costos con
afectaciones en el empleo formal y en los precios; iii) que la
cotización de la moneda nacional se vea presionada por factores
externos o internos, si bien la mitigación de algunas de las
tensiones externas y la ratificación del T-MEC por el Senado
estadounidense han reducido este riesgo; no obstante, recientemente
se han incrementado los geopolíticos; iv) aumentos mayores a lo
previsto en los precios agropecuarios, o en los energéticos; y v)
que se deterioren las finanzas públicas. En cuanto a los riesgos a
la baja, destacan: i) que se aprecie en mayor magnitud la cotización
de la moneda nacional, lo cual podría estar asociado a un contexto
de mayor apetito por riesgo en los mercados financieros
internacionales; y ii) que la amplitud en las condiciones de holgura
o su efecto en la inflación subyacente sea mayor al previsto. En
este contexto, se mantiene incertidumbre en cuanto a los riesgos que
pudieran desviar a la inflación respecto de la trayectoria descrita.
Para guiar sus acciones de política monetaria, la Junta de Gobierno
da seguimientocercano a la evolución de la inflación respecto a lo
previsto, considerando la postura monetaria adoptada y el horizonte
en el que esta opera. En este proceso, utiliza la información
disponible de los determinantes de la inflación, así como sus
expectativas de mediano y largo plazos, incluyendo el balance de
riesgos para estos. A su vez, la política monetaria debe actuar con
prudencia si por diversas razones se eleva considerablemente la
incertidumbre que enfrenta la economía. Para consolidar una
inflación baja y estable, en un entorno en el que la formación de
precios y las condiciones de holgura en la economía están sujetas a
riesgos, la Junta de Gobierno continuará dando seguimiento cercano a
todos los factores y elementos de incertidumbre que inciden en el
comportamiento de la inflación y sus perspectivas, y tomará las
acciones que se requieran con base en la información adicional, de
tal manera que la tasa de referencia sea congruente con la
convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta
del Banco de México en el plazo en el que opera la política
monetaria.
El entorno actual
sigue presentando riesgos que pudieran afectar las condiciones
macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y el proceso
de formación de precios en la economía. En este sentido, es
importante que, además de seguir una política monetaria prudente y
firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente
de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor
productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas
públicas. En este contexto, es necesario reforzar las perspectivas
crediticias soberana y de Pemex, así como cumplir las metas fiscales
del Paquete Económico 2020. Asimismo, es indispensable fortalecer el
estado de derecho, abatir la corrupción y combatir la inseguridad.
+++
Nintendo Switch Inspired by Animal Crossing: New Horizons Coming to Stores on March 13
Start saving those bells! On March 13, a
special edition Animal Crossing
themed Nintendo Switch
system will be available in stores. The system takes design inspiration from
the new game, Animal Crossing: New
Horizons (sold separately), with lovely pastel green and blue Joy-Con
controllers that are white on the back, white wrist straps and a white Nintendo
Switch dock, adorned with images of recognizable characters Tom Nook and Nooklings
Timmy and Tommy.
Prospective island residents that want to
pre-order the system can do so at select retailers soon. The Animal Crossing: New Horizons game
launches for Nintendo Switch on March 20.
Also available on March 13 is the Nintendo
Switch Animal Crossing: New Horizons
Aloha Edition Carrying Case & Screen Protector and the Nintendo Switch Lite
Animal Crossing: New Horizons Aloha
Edition Carrying Case & Screen Protector. These stylish items will help protect
your Nintendo Switch family system when you take Animal Crossing: New Horizons on the go and escape to an island
getaway, anytime, anywhere.
In the Animal
Crossing: New Horizons game, players embark on the special Nook Inc.
Deserted Island Getaway Package and are whisked away to an island paradise.
Here, players can roll up their sleeves and start a life from scratch on a
deserted island, eventually making their new life whatever they want it to be –
whether decorating their home, crafting, customizing their look or sharing the
experience with friends, both in real life and on the island. Animal Crossing: New Horizons marks the
debut of the Animal Crossing series
on Nintendo Switch and introduces new features, such as crafting, pole-vaulting
across rivers and so much more.
The Nintendo Switch system can be played in
three modes: TV mode, played on a TV while the system is docked; Handheld mode,
when the Joy-Con are attached for portable play; and Tabletop mode, perfect for
on-the-go multiplayer gaming sessions.
For more information about Animal Crossing: New Horizons, visit
http://www.animal-crossing.com/new-horizons/es/.
http://www.animal-crossing.com/new-horizons/es/.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)