Preámbulo
Coincidimos:
por
el bien de todos, primero los pobres. ¿Pero realmente han sido la
prioridad? La cifra de personas en condición de pobreza ha aumentado
durante la actual administración. En esta Señal COPARMEX analizamos la
realidad que enfrenta el país y la política social
seguida, para determinar propuestas para -desde el Paquete Económico
2023 y desde el sector empresarial con el Modelo de Desarrollo
Inclusivo- poder generar mejores condiciones de vida para las familias.
¿En
dónde
estamos?
La contracción
económica
de México
en 2020, ocasionada por la pandemia de COVID-19, fue de 8,5% impactando
el empleo formal, las horas trabajadas y los ingresos laborales. Las
mujeres y los jóvenes fueron los más
afectados.
Se reportan 55.7
millones de personas en situación de pobreza, 10.8 millones de ellos en pobreza extrema;
pero
si analizamos los indicadores de Bienestar Económico encontraremos que
son 66.9 millones quienes tienen un ingreso inferior a la línea de
bienestar (CONEVAL, 2021). Es decir, no ganan lo necesario para
satisfacer sus necesidades básicas.
Entre 2018 y 2020,
el porcentaje de la población del país en situación
de pobreza aumentó
de 41.9% a 43.9%, mientras que el número de personas en esta situación
pasó
de 51.9 a 55.7 millones de personas. En términos de carencias sociales,
el cambio entre 2018 y 2020 fue un preocupante aumento de 12.0 puntos.
De
los seis indicadores de carencias sociales que mide el índice
multidimensional de la pobreza (rezago educativo, servicios de salud,
seguridad social, calidad de la vivienda, servicios
básicos
y alimentación), la mitad empeoraron: la población en pobreza
alimentaria pasó de 27.5 a 29.6 millones; el rezago educativo aumentó de
23.5 a 24.4 millones y la población que no tuvo acceso a los servicios
de salud pasó de 20.1 a 35.7 millones.
¿Qué
esperar si no hay cambios?
Hoy, el 70 % de la
población que nace en los 2 quintiles socioeconómicos
más
bajos, permanece ahí, con pocas posibilidades de superar esas
condiciones (movilidad) según el Centro de Estudios Espinosa Yglesias
(CEEY). Si naces pobre, es muy probable que así te quedes el resto de
tus días.
Para el cierre de
este año, la Comisión
Económica
para América
Latina y el Caribe (CEPAL) calcula que los pobres en México serán 58.1
millones; considerando que las mujeres son más del 50 por ciento de la
población, el problema aumenta por la falta de oportunidades.
La política
social, ¿Ha
sido eficaz?
El Proyecto de Presupuesto
de Egresos de la Federación 2023 (PPEF) plantea destinar el próximo
año
600,321.9 millones de pesos (mdp) a 16 programas sociales que el
gobierno federal considera prioritarios. Se estima asignar a la
Secretaría del Bienestar 32% más recursos en términos
reales, pasando de los 308 mil millones de pesos presupuestados en 2022
a 408 mil millones para 2023. Es decir, son cantidades multimillonarias
destinadas a transferencias, apoyos y becas; en contraste, el gasto
educativo estará
por debajo de los niveles pre-pandemia, ya que solo se incrementaría en 4.5% respecto a 2022 y en Educación
Básica,
no se etiquetó
presupuesto para abatir los efectos de la pandemia pese a que este
nivel educativo concentra al 73.1% de la matrícula escolar. Lo mismo
ocurre con el gasto per cápita en salud, cayó 2.1% para quienes no
cuentan con seguridad social que es justo la población
menos favorecida.
Los
programas sociales
serían eficaces si hubiesen reducido el número de personas en pobreza,
pero eso no ha ocurrido. La desaparición del Seguro Popular y la
creación del INSABI que no funcionó, empeoraron la situación,
se obligó
a miles de mexicanos a acudir a los servicios privados de salud; también,
se desmanteló
el sistema de abasto de medicinas y se eliminaron las escuelas de
tiempo completo. Se han descuidado la salud y la educación lo que ha
tenido impacto negativo en el bienestar de los mexicanos y condena a los
menos favorecidos a la pobreza.
Se
ha mencionado
que el 70% de los hogares reciben recursos de al menos un programa
social. La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH)
2020 del INEGI muestra lo contrario ya que
sólo
29.7% de los hogares reportó recibirlos. En 2016, el 67% de los hogares
en pobreza extrema declaraba recibir al menos un programa social; en
2020, bajó
a 43%.
La
misma ENIGH de
2020 muestra que mientras en 2018 el 60.7% del primer decil de hogares
más pobres recibía algún programa social, esa cifra cayó en 2020 hasta
39.7 %;
es decir, más del 20% de los hogares más pobres quedaron descubiertos con la política social actual.
Postura COPARMEX
Programas
sociales
como Jóvenes Construyendo el Futuro, Becas para el Bienestar Benito
Juárez, entre otros, tienen una lógica de justicia social acertada pero
tienen que ser rediseñados, contar con reglas de operación claras, con
padrones de beneficiarios confiables y mecanismos
de contraloría social que abonen a la transparencia.
La política
social si bien ha sido eficaz en términos
políticos
no ha cumplido con su principal objetivo social. Reconocemos que los
programas sociales son necesarios ante la pobreza y desigualdad que
existe en el país.
Proponemos un cambio de objetivo: en lugar de que sea la
entrega
directa de dinero, que este sea
solo un medio;
el verdadero objetivo debe ser que las personas y familias salgan de su condición
de pobreza.
En
COPARMEX creemos que el Modelo de Desarrollo Inclusivo que proponemos
puede ser un faro para ampliar las posibilidades de superación de la
pobreza, sí con programas sociales pero también generando condiciones
para que más empresas surjan y se generen empleos.
Hay que ser claros, no hay presupuesto público que alcance, pero sí
puede haber innovación y voluntad para propiciar el surgimiento de más
fuentes de empleo que se traduzcan en más y mejores ingresos para las
familias. Sí a los becarios y sí a los empresarios.
Con más personas participando en la vida productiva del país, se genera
un círculo virtuoso que tiene como resultado una mejora continua en el
bienestar de los individuos.
Por ello, a partir
del Modelo de Desarrollo Inclusivo proponemos 7 acciones:
·
Cambiar
el modelo de reparto de subsidios generales por una aplicación
focalizada de los programas sociales y corregir la actual asignación de
los programas de transferencias monetarias para evitar la exclusión de
los hogares de menores ingresos.
·
Retomar
el concepto del Coneval que considera que una persona está en situación
de pobreza cuando tiene un ingreso menor a la línea de bienestar (valor
mensual total de la canasta alimentaria y no alimentaria), para hacerlo
el estándar
mínimo
de ingresos. Por eso en COPARMEX desde 2018 impulsamos el incremento
gradual del salario mínimo. Existen iniciativas para mejorar las
remuneraciones y crear trabajos dignos con derechos laborales, por
ejemplo, las propuestas de Empresas por el Bienestar y
de México
Digno.
·
Debemos
garantizar que los empleos a los que acceden las personas vulnerables, como los indígenas, cuenten con seguridad social.
·
Terminar
con la brecha de género, asegurando igualdad de oportunidades.
·
Establecer
una política de fomento al emprendimiento; y también a la economía
social y solidaria que permita a las cooperativas y al conjunto de
empresas de propiedad colectiva del sector social, crecer, captar
inversión,
acceder a crédito
de la banca de desarrollo a tasas preferenciales, abrir nuevos canales
de comercialización en compras públicas y contar con apoyos para la
capacitación y la innovación.
·
Avanzar
en la construcción de un sistema universal de protección social, para
ello es imperativo asignar presupuesto igualitario e integrar
funcionalmente la atención primaria en salud. La atención primaria
permite atención preventiva, detección de riesgos y control
de las enfermedades en sus primeras fases.
·
Establecer
un esquema de transferencias monetarias de emergencia para las personas que pierden su medio de sustento, a través
de mecanismos ágiles
y transparentes de registro y asignación
temporal.
Creemos
que con voluntad
y sensibilidad lograremos entre el sector público y el privado
propiciar que más mexicanos puedan superarse, vivir mejor y recuperar la
esperanza de que con esfuerzo es posible salir adelante. Nadie es mejor
que todos juntos.