México,
siete de agosto de 2025.- El ajuste y transición del sistema de salud al
IMSS-Bienestar ha generado múltiples confusiones que están afectando
abiertamente la atención a la salud sexual y reproductiva, materna e infantil
de las mujeres indígenas mexicanas, denunció la Asamblea Nacional Política de Mujeres Indígenas.
Dichos
cambios, advirtió el organismo, han generado serias confusiones tanto para las
personas usuarias como para el propio personal médico. Hay falta de información
respecto a la ruta, abasto de medicamentos e insumos y además falta de personal
especializado, añade en un posicionamiento.
La
ANPMI advierte que la nueva Norma
Oficial Mexicana NOM-020-SSA-2025, que regula los establecimientos de
salud, nombra a la partería en la atención materna y neonatal, y en la
práctica, en lugar de fortalecer a la partería tradicional se ha usado como
mecanismo de control.
“Tenemos
casos documentados de personal médico que exige a las parteras a renunciar, es
en Chiapas donde las parteras están siendo forzadas a certificarse y quien no
acepta es estigmatizada, además que se le niega el derecho de constatar que
ella acompañó el nacimiento del nuevo ser”.
En la realidad, añade, se constata que esta Norma 020 contradice a
la reciente reforma a la Ley General de Salud, que reconoce la validez
legal de los certificados de nacimiento emitidos por las parteras, firmados con
su puño y letra, para efectos del registro civil.
“Consideramos que el certificado emitido por la partera es clave
para el reconocimiento del derecho a la identidad de la niñez”, enfatiza
la Asamblea.
Es
por ello que a muchas mujeres se les infunde miedo para evitar que se atiendan
con parteras, limitando su derecho a decidir cómo, dónde y con quién parir.
Asimismo se presentan serias dificultades para registrar a niñas y niños
nacidos bajo la atención de parteras.
Las
autoridades no toman en cuenta que aún existen contextos con complejas rutas de
traslado o por condiciones de violencia extrema, inseguridad, las mujeres no
pueden viajar a los centros de atención médica a parir, explican.
Negar
el acta de nacimiento al recién nacido y por consecuencia el disfrute de otros
derechos como la educación y salud básica no se debe permitir, “más aun cuando
la Constitución reconoce nuestra libre determinación y sistemas de conocimiento
propios”.
La
negación y el acoso al trabajo de las parteras va en aumento, denuncia la ANPMI, ya que en varios estados se ha
anulado la validez de las constancias emitidas por parteras, dejando como única
opción el certificado médico oficial.
Esta
medida fuerza a las parteras a registrarse, asistir y participar en actos
públicos donde su imagen es usada políticamente, mientras continúan siendo
discriminadas, subvaloradas, invisibilizadas y violentadas, entonces nos
preguntamos, ¿para qué un año de la mujer indígena? ¿en qué mujeres indígenas
se pensó?
Las
parteras, asegura la organización ciudadana indígena, son la memoria viva de la
resistencia de nuestros pueblos y las guardianas de la sabiduría ancestral,
portadoras de un sistema de conocimiento grandioso, entonces ¿a qué mujer
indígena es la que queremos honrar?
Ante ello, la Asamblea
Nacional Política de Mujeres Indígenas planteó a las autoridades de salud
federales cuatro recomendaciones:
1.
Que todos los estados armonicen su legislación local con la
reforma a la Ley General de Salud del 26 de marzo de 2024.
2. Que el Registro Civil
Nacional mandate un sólo lineamiento que respete los derechos de los
pueblos indígenas reconociendo los certificados de nacimiento emitidos por
parteras.
3. Respeto a la autonomía de
las parteras tradicionales y el reconocimiento de su labor.
4. Capacitación al personal
del sector salud y del registro civil para el reconocimiento de la labor de las
parteras y su gran contribución al sistema de salud, con enfoque de derechos
humanos e interculturalidad.
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