Buenos días tengan todos: socios, amigos y aliados de COPARMEX y de UNICEF, compañeros de viaje en esta lucha por un México más justo.
El mundo en que crecimos está cambiando a una velocidad vertiginosa. Vemos cómo se levantan muros, muchos reales y otros no visibles, pero tangibles. Observamos cómo se cuestionan las instituciones multilaterales y cómo algunos voceros del discurso de “sálvese quien pueda” ganan terreno.
Frente a esta realidad, COPARMEX tiene una postura clara: nosotros creemos en las alianzas. Creemos que el aislamiento es un callejón sin salida, y que la verdadera fortaleza es la colaboración.
Quiero reconocer el liderazgo de Fernando Treviño, quien en los últimos años se ha dedicado a fortalecer los lazos de COPARMEX con aliados internacionales. Y agradezco el trabajo también de Yaleina de la Peña, que desde hace ya varios años ha identificado la necesidad de atender esta agenda tan sensible y trascendente para las familias mexicanas.
Esta alianza con UNICEF es mucho más que una suma de voluntades. Es un faro de esperanza en tiempos complejos; es la prueba de que, cuando el sector privado asume su rol social con seriedad, los resultados trascienden.
Los cuatro ejes de trabajo que hoy emprendemos juntos —desde la educación dual hasta la construcción de la paz en los hogares— no son proyectos aislados. Son piezas de nuestro Modelo de Desarrollo Inclusivo, que pone a las personas en el centro.
¿Por qué es urgente este enfoque? Porque, mientras el mundo debate entre cerrar o abrir su comercio y sus fronteras, millones de niñas y niños mexicanos siguen esperando oportunidades reales. Porque no podemos hablar de competitividad nacional cuando el 50% de nuestros jóvenes no accede a educación superior.
Porque no hay economía fuerte en una sociedad fracturada por la violencia, que cada vez es más cruda. Esta alianza es nuestra propuesta: un plan concreto para atacar desigualdades desde la raíz, con la visión global de UNICEF y el arraigo local de nuestros centros empresariales.
COPARMEX no quiere ser un actor más en el escenario nacional. Aspiramos a ser referentes internacionales de cómo las organizaciones empresariales pueden ser motores de cambio.
En este momento de definiciones, queremos que el mundo sepa que en México hay empresarios que no solo piensan en balances financieros, sino en balances sociales. Que entendemos que la verdadera riqueza de un país está en su capital humano. Y que invertir en la niñez es la estrategia más inteligente para el futuro.
Hoy, frente a ustedes, renuevo nuestro compromiso: seguiremos tejiendo alianzas audaces, porque sabemos que los grandes problemas no se resuelven con soluciones pequeñas. Seguiremos desafiando a la realidad adversa, porque creemos en un México donde ningún niño, ninguna niña se quede atrás.
Y lo haremos con la certeza de que, cuando trabajamos unidos, no hay meta que no podamos alcanzar. Muchas gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario