Por Pablo Varela, CEO de CAME
Las finanzas
están viviendo una transformación sin precedentes. Lo que antes era un terreno
exclusivo para quienes cumplían con ciertos requisitos ahora se está abriendo a
nuevos jugadores, gracias a la tecnología. La digitalización ha comenzado a
nivelar el campo de juego, permitiendo que millones de personas accedan a
servicios financieros con rapidez y seguridad, sin las barreras que antes los
excluían.
La banca digital,
las plataformas de pago y los modelos de crédito basados en inteligencia
artificial están reescribiendo las reglas. Hoy, un emprendedor en una comunidad
remota puede acceder a financiamiento sin pisar una sucursal bancaria, un
trabajador independiente puede administrar su dinero desde una aplicación, y
una persona sin historial crediticio puede obtener su primer préstamo gracias a
la evaluación de datos alternativos. La inclusión financiera, que durante años
fue un objetivo lejano, está comenzando a materializarse.
Este cambio no es
menor. Según datos
del Banco Mundial, más de 1,400 millones de adultos en el mundo aún no tienen
acceso a una cuenta bancaria, y una gran parte de ellos reside en América
Latina. Sin embargo, con el crecimiento exponencial de los pagos digitales y la
facilidad de acceso a soluciones móviles, la tendencia es clara: el futuro de
las finanzas está en la digitalización y en su capacidad de adaptarse a las
necesidades de cada usuario.
Finanzas Sin Fronteras: El Poder de la Tecnología
El acceso al dinero ya no depende exclusivamente de la infraestructura
bancaria tradicional. La digitalización ha hecho posible que cualquier persona
con un teléfono móvil pueda realizar transacciones, solicitar créditos o
incluso invertir. Sin embargo, este avance no solo facilita el acceso a
productos financieros, sino que también transforma la relación entre las
personas y su dinero.
En un país como México, donde una gran parte de la población aún maneja
efectivo, la adopción de soluciones digitales representa una oportunidad sin
precedentes.
Según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera
(ENIF), más del 50% de la
población[AM1] aún no está bancarizada, lo que de cierta manera ha impulsado el
crecimiento de las fintech y sofipos como una alternativa viable. La clave está
en generar confianza y ofrecer herramientas que se adapten a las necesidades
reales de los usuarios. La tecnología por sí sola no es suficiente; es
necesario acompañar su adopción con educación financiera y un diseño centrado
en las personas.
Inteligencia Artificial: Más Allá del Historial Crediticio
Uno de los
mayores retos del sector financiero ha sido la evaluación de riesgo. Durante
décadas, el acceso al crédito dependía de un historial financiero tradicional,
dejando fuera a quienes no contaban con uno. Hoy, la inteligencia artificial ha
cambiado este paradigma, analizando otros indicadores como patrones de consumo,
comportamiento de pagos y estabilidad de ingresos. Esto no solo amplía las
oportunidades de financiamiento, sino que también permite diseñar soluciones
más personalizadas y eficientes.
Las instituciones
financieras tienen en sus manos la posibilidad de redefinir el concepto de
crédito. En lugar de evaluar a las personas bajo un criterio rígido, pueden
utilizar la tecnología para identificar el potencial de cada usuario y
ofrecerle herramientas que impulsen su crecimiento. No se trata solo de otorgar
préstamos, sino de construir un ecosistema financiero más accesible y dinámico.
El impacto de
estas herramientas es innegable. Según McKinsey,
los modelos de evaluación crediticia basados en inteligencia artificial pueden mejorar la gestión del riesgo y el
cumplimiento normativo, permitiendo un análisis más preciso y equitativo del
crédito. En otras palabras, la tecnología no solo democratiza el acceso al
dinero, sino que también lo hace más seguro y predecible.
Más Allá de la Innovación: El Factor Humano
Si bien la
digitalización ha traído consigo una mayor eficiencia, seguridad y rapidez, el
verdadero desafío está en su implementación responsable. No basta con
desarrollar plataformas sofisticadas; es fundamental que las personas puedan
utilizarlas de manera efectiva. La educación financiera es el puente que
permite que la tecnología se convierta en una herramienta de empoderamiento y
no en un factor de exclusión.
En CAME, hemos
sido testigos de cómo la tecnología puede cambiar vidas. La digitalización nos
ha permitido acercar soluciones financieras a más personas, facilitando su
acceso a créditos y promoviendo la estabilidad económica de las comunidades.
Pero sabemos que la clave no está solo en la innovación, sino en cómo esta se
pone al servicio de las personas.
Es por ello que la combinación de tecnología y educación financiera es
clave. No basta con ofrecer herramientas digitales avanzadas si las personas no
saben cómo utilizarlas a su favor. La educación es el vínculo que transforma el
acceso a servicios financieros en una verdadera oportunidad de crecimiento. La
tecnología puede ser una gran aliada para mejorar la toma de decisiones
económicas, pero sin la capacitación adecuada, el acceso a herramientas
digitales no garantiza un mejor manejo de los recursos.
El Futuro es Ahora: Un Llamado a la Acción
Estamos en un
punto de inflexión. La tecnología ha demostrado su capacidad para transformar
el acceso al dinero, pero su verdadero impacto dependerá de cómo la utilicemos.
Es responsabilidad de las instituciones financieras, los reguladores y los
innovadores diseñar un ecosistema donde la inclusión sea la norma y no la
excepción.
El acceso al
dinero no debe ser un privilegio, sino un derecho. Y hoy, tenemos las
herramientas para hacerlo realidad. Ahora, la pregunta no es qué tan lejos
puede llegar la tecnología, sino qué tan lejos estamos dispuestos a llevarla
para construir un sistema financiero más justo, accesible y eficiente para
todos.
Acerca de CAME
CAME es
una Sociedad Financiera Popular (SOFIPO) con más de 30 años de trayectoria en
el mercado financiero mexicano, comprometida con mejorar la calidad de vida de empresarios,
emprendedores, trabajadores asalariados y profesionales independientes. CAME
ofrece un portafolio integral de servicios financieros que incluye productos de
ahorro e inversión, así como créditos grupales e individuales en los 32 estados
de la República Mexicana.
CAME integra tecnología de vanguardia, propia y a través de alianzas
estratégicas, incluyendo una colaboración con Techreo, para ofrecer servicios
financieros modernos, eficientes y accesibles, enfatizando la transformación
digital y la inclusión financiera.
CAME busca transformar las vidas y negocios de sus clientes a través de
servicios financieros impulsados por la tecnología, garantizando que la
población en desventaja económica y las comunidades sub atendidas puedan
participar en el mercado financiero formal.
Para más
información, visite www.came.org.mx o manténgase actualizado a
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