¡Disfruta del regreso de We Are Wolves, gritando contra el sistema de(des)información!
We Are Wolves rompe la hibernación con el lanzamiento de “Transition”, el primer adelanto de su próximo material de larga duración que pondrá fin a un descanso de ocho años en los que la banda trabajó su propuesta para conseguir un regreso legendario y contundente.
“Transition”, es una explosión que derriba la utopía del progreso para revelar el otro y sucio lado de la moneda: un ciclo de noticias manipuladas que buscan generar paranoia social, un estado de perpetua confusión, una división entre personas idénticas para esconder tras la cortina a quienes gobiernan nuestro destino.
La propuesta del duo colombo canadiense, Alexander Ortiz y Vincent Levesque presenta un sonido dominado por sintetizadores estridentes, percusiones tajantes y guitarras saturadas de fuzz, lo que culmina en una propuesta mordaz de dance punk, perfecta para complementar lo ácido de su lírica.
“‘Transition’ trata sobre la sobrecarga de información exagerada a la que nos enfrentamos constantemente. [...] Al intentar navegar por este flujo y sobreestimulación nos encontramos completamente perdidos, polarizados y disociados de la realidad. Estamos continuamente en una zona de transición. Sin tener nunca el control o una base en la que apoyarnos”.
Cuando Alexander Ortiz y Vincent Levesque llegaron a la floreciente escena musical de Montreal de principios de los años 2000, su producto era el caos. Era el momento del cerebral indie de Arcade Fire, del hipnótico sonido de Godspeed You! Black Emperor y la fructífera escena de venues legendarios como Lab Synthese, un laboratorio sonoro y artístico equiparable al Factory de Andy Warhol.
We Are Wolves apareció en el invierno canadiense enseñando colmillos ensangrentados y garras de hierro, proponiendo un sonido entrópico y visionario que se adelanta al lado más dance del post punk revival de actos internacionales a la manera de LCD Soundsystem, Liars y Bloc Party.
Desde entonces han pasado dos décadas de ruidos, alaridos, sintetizadores analógicos y cajas de ritmo, que han pavimentado la senda para su sexto álbum de estudio.
Este nuevo álbum, presentado por el sello independiente canadiense Simone Records, fue producido por la propia banda y grabado en varios lugares: en Death By Audio NYC con el maestro del ruido Oliver Ackermann de A Place To Bury Strangers, con el estimado productor Odin Parada mientras estaba exiliado en México y por Vincent y Alex en su estudio. Fue mezclado en Montreal por el ingeniero Adrian Popovich (SUUNS, DFA1979,Duchess Says).
Frente a la voz que da órdenes, We Are Wolves propone ruido. Mientras intentan ordenar nuestro cuerpos, We Are Wolves celebra el caos.
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