La colaboración es fundamental para derribar los silos en la
organización, cada uno de los cuales presenta una imagen parcial de los
clientes
Por Bill Waid, Director
de producto y tecnología en FICO.
Acabo de regresar de un viaje de
negocios en la India, la cual es un vibrante epicentro tecnológico con una gran
pasión por la innovación y la transformación digital, así como un lugar rico en
historia y folclor. Hay una parábola en particular, “Los ciegos y el elefante”,
que debiera resonar con todos los hombres de negocios y tecnólogos responsables
de los esfuerzos de transformación digital, enfoque en el cliente y experiencia
de usuario de su compañía.
La historia cuenta que un
elefante fue llevado ante un grupo de seis hombres ciegos que frecuentaban la
plaza del pueblo. Curiosos, cada uno tocó una parte diferente del elefante: la
trompa, el colmillo, la oreja, la pata, el costado y la cola, y, al hacerlo,
cada uno formó su propia idea de “qué es un elefante”. Dependiendo de la parte
que tocaron, concluyeron que el elefante se parecía a una serpiente, una lanza,
un abanico, un árbol, una pared o un trozo de cuerda… e incluso discutieron
entre ellos sobre quién tenía razón.
Lo cierto es que todos tenían
razón dentro de su propia experiencia limitada, y, sin embargo, todos también
estaban equivocados, ya que habían sacado sus conclusiones con base en
información incompleta. Solo colaborando y combinando sus conocimientos pudieron
comprender con precisión qué es realmente un elefante. La colaboración fue la
clave para su conocimiento total, al igual que lo es para una transformación
digital exitosa.
El “problema del elefante” en la transformación digital de los bancos y
las aseguradoras
Mucho bancos y aseguradoras
grandes recurren a la transformación digital cuando se percatan de que tienen el
“problema del elefante”. Es decir, incluso con tecnologías digitales,
automatización y análisis, no logran conocer por completo quiénes son sus
clientes y cómo satisfacer mejor sus necesidades, porque no pueden triangular
—o colaborar— para cumplir esas necesidades y mucho menos crear una experiencia
de cliente unificada y atractiva para atenderlas.
Al igual que con todos los
esfuerzos de transformación digital, el problema es parte tecnológico y parte
organizativo. Para promover el compromiso y la responsabilidad de pérdidas y
ganancias (P&L, por sus siglas en inglés), la mayoría de los bancos y
aseguradoras están estructuradas como líneas de negocio semiautónomas. Los
bancos generalmente están organizados y automatizados en torno a las hipotecas,
los créditos personales, la línea de crédito con garantía hipotecaria (HELOC, por
sus siglas en inglés), la gestión de riqueza, las tarjetas de crédito y otras
líneas de negocios. De manera similar, las aseguradoras pueden estar
organizadas en torno a una combinación de seguros de casa, automóvil,
motocicleta, embarcación, vida, discapacidad, médico, dental y otras líneas de
negocios y aplican tecnologías digitales y soluciones tecnológicas conforme se
presentan las necesidades.
Con el tiempo, las empresas
automatizaron las operaciones de sus líneas de negocio una por una para conservar
registros detallados en línea de esos clientes específicos, sin una visión
futura de compartir registros entre las líneas de negocio ni formar una visión
centrada en el cliente, que es el objetivo final de la transformación digital.
A medida que cada línea de negocio se automatizaba, acumulaban grandes
volúmenes de datos, pero todos residían en “silos” de automatización separados.
Las líneas de negocio estaban conformes con este arreglo, aunque carecía de
innovación, no era de utilidad para los intereses generales de la empresa y ciertamente no brindaba la
experiencia de cliente más ideal.
El problema es que los clientes
consideran a su banco o aseguradora como una entidad única y holística con la
que pueden tener múltiples tipos de cuentas; pero lo inverso no es cierto:
cuando las líneas de negocio mantienen una visión separada de los clientes, hay
un vínculo débil entre los sistemas departamentales aislados en el back end,
y, por lo tanto, hay poco fundamento para la colaboración entre las organizaciones
a pesar del uso ocasional de tecnologías digitales.
Cuando todas las líneas de
negocio mantienen sus propias tecnologías digitales, así como un punto de vista
aislado sobre los clientes y sus necesidades, cada uno puede satisfacerse con
el statu quo. Pero, al igual que en la parábola de los hombres ciegos,
la visión empresarial compuesta de cada cliente puede llenarse de vacíos,
omisiones y oportunidades perdidas. En una era en la que los clientes están
acostumbrados a experiencias de usuario óptimas e integradas en todos los
aspectos de su vida digital (y esperan los mismo de su banco o aseguradora),
esta falta de colaboración no solo entorpece la transformación digital, sino
que también produce una experiencia de usuario peligrosamente insatisfactoria:
- Los clientes no reciben un servicio
integral ni consistente.
- Las estrategias de cliente son inestables
porque no están basadas en el conocimiento total del cliente y sus
necesidades.
- Las oportunidades de ventas
complementarias se pierden frente a competidores más informados y hábiles.
- Los clientes encuentran mejores
alternativas en otro lugar y desertan.
Esos últimos dos puntos son
especialmente dolorosos para los bancos y las aseguradoras tradicionales, y un impulsor
clave de la transformación digital y la innovación que conlleva. Cuando
observamos las estrategias digitales de la mayoría de las fintech y las
aseguradoras tecnológicamente avanzadas, no intentan competir contra los bancos
y las aseguradoras, que cuentan con inmensos portafolios de productos y
servicios. Por el contrario, los insurgentes digitales generalmente crean
aplicaciones móviles de nicho enfocadas en un sólo producto o servicio. Esto
les permite comerse la cuota de mercado de las compañías tradicionales un
bocado a la vez, mientras las obligan a pelear en una guerra defensiva de
múltiples frentes.
Cómo una plataforma de toma de decisiones basada en IA ayuda a ver todo
el elefante
Entonces, por razones defensivas
y ofensivas, es imprescindible que los bancos y las aseguradoras tradicionales
conviertan sus vulnerabilidades en fortalezas y se comprometan con la
transformación digital, con el enfoque en el cliente y con una experiencia de
cliente verdaderamente cautivadora. Para lograrlo, muchos están acelerando este
proceso a través de lo que Forrester Research denomina “plataformas
de toma de decisiones basadas en IA”, es decir, plataformas de software que
permiten a las compañías fusionar el poder de la IA con la experiencia humana
para automatizar y mejorar continuamente la innovación, la colaboración y la
toma de decisiones consensual.
Una plataforma de toma de
decisiones basada en IA como FICO Platform, proporciona los cimientos para la colaboración —holísticamente
entre personas, procesos y tecnología— para agregar todas las vistas disociadas
del cliente en toda la organización, lo que permite a los bancos y las
aseguradoras disfrutar de una innovación sin precedentes, descubrir las
perspectivas del cliente antes ocultas y desarrollar estrategias de cliente
insuperables. Ayuda a acelerar la transformación digital porque permite:
- Unificar la
información discrepante sobre los clientes en toda la empresa (combinando
todas las perspectivas del cliente que actualmente residen en “silos”
departamentales escasamente conectados) para generar la vista más completa
posible del cliente en tiempo real. Esta visión compuesta es fundamental
para formular perspectivas y estrategias que brinden una experiencia de
cliente incomparable y que estén disponibles al momento para apoyar las
operaciones basadas en eventos.
- Infundir esa
visión centrada en el cliente con la experiencia real en el dominio
empresarial de los empleados de primera línea, complementada con
inteligencia artificial, machine learning y conocimientos
algorítmicos. Al paso del tiempo, esto hace que las acciones de los
clientes sean cada vez más específicas y precisas, lo que produce
resultados óptimos que mejoran con cada interacción del cliente.
- Predecir y
anticipar las necesidades urgentes de los clientes para identificar las
oportunidades antes de que surjan, e incluso sembrar necesidades en la
mente de los clientes antes de que a ellos se les ocurran de forma
consciente. Este dominio de los momentos del cliente conduce a una mayor
satisfacción, retención y participación en el gasto total del cliente
a lo largo de su vida, el objetivo de la transformación digital.
- Simular, optimizar y verificar
las estrategias de cliente antes de lanzarlas, lo que aumenta la
posibilidad de obtener los resultados deseados y reduce la incertidumbre
inherente a las estrategias ad hoc.
- Deleitar a
los clientes con experiencias de usuario que entienden sus necesidades y
valoran su lealtad constante. Eso eleva a la empresa a un nivel de “asesor
de confianza”. Más que sólo “un banco” o “una aseguradora”, se convierte
en un socio estratégico que trabaja colaborativamente como un miembro del
círculo íntimo de clientes.
La colaboración y la innovación
en toda la empresa son la clave para conocer y entender a los clientes, lo que
se traduce en una ventaja competitiva sostenible. Preparados con la visión
compuesta y centrada en el cliente que sus competidores carecen, los bancos y
las aseguradoras que disfrutan de la ventaja competitiva distintiva que ofrece
la colaboración son capaces de proporcionar exactamente lo que los clientes
quieren y cuando lo quieren y quizá un poco antes.
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