Ciudad
de México, 10 de octubre de 2019
Miembros
del presídium,
Maestro
Miguel Yorio González, subsecretario de Hacienda y Crédito Público;
Licenciado
Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión Nacional para la
Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros
(CONDUSEF);
Maestra
Galia Borja Gómez, tesorera de la Federación;
Licenciada
Jéssica Serrano Bandala, directora de Educación Financiera y
Fomento Cultural del Banco de México;
Maestro
Bernardo González Rosas, presidente de la Asociación Mexicana de
Administradoras de Fondos para el Retiro (AMAFORE);
Maestro
Manuel Escobedo Conover, presidente de la Asociación Mexicana de
Instituciones de Seguros;
Representantes
de las instituciones educativas del país, representantes de
instituciones financieras como administradoras de fondos y
aseguradoras.
Jóvenes
y niños que se encuentran con nosotros en este momento tan especial.
Muy
buenos días a todos ustedes.
Este
evento se lleva a cabo en un marco excepcional: el Bosque de
Chapultepec.
Una
felicitación a quienes dirigen el Bosque, pues hace apenas unos días
el pulmón de la Ciudad de México recibió el Premio “Oro” del
World
Urban Parks
por cumplir con las exigencias de mejoramiento, espacios y recreación
ciudadana.
Cada
día se suman historias de éxito que son fruto de la cooperación
entre el sector privado y el sector público.
La
Semana Nacional de Educación Financiera es una de estas historias
que, al cabo de sus 11 años de vida, se ha consolidado como el
referente nacional de lo que hacemos en esta materia.
Esta
Semana de actividades es resultado del trabajo conjunto de muchos
actores: la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la CONDUSEF,
los bancos comerciales, las compañías de seguros, las Afores, la
Bolsa Mexicana de Valores, Sociedades de Información Crediticia, el
MIDE, y muchos otros más.
Cada
uno de ellos aporta una pieza importante en esta gran tarea que es la
Educación Financiera.
La
Banca acude a esta cita anual con mucho entusiasmo porque considera
que la Educación Financiera es de enorme importancia.
Contribuye
a generar bienestar de las personas, de sus familias, de su
comunidad, de su región y por supuesto ayuda en el sano desarrollo
del sistema financiero. En suma, es una actividad muy noble, con
beneficios para todo el país.
Por
ello, debemos de referirnos a la Educación Financiera de la manera
más rigurosa y aceptada a nivel internacional. Es la actividad que
fomenta que las personas, las micro y pequeñas empresas se
conviertan en ahorradores consistentes, deudores responsables e
inversionistas informados.
Varios
académicos han señalado que existen dos momentos clave de la
Educación Financiera. Primero, las lecciones iniciales entre niños
y jóvenes y, en segundo lugar, acompañarlos en su ciclo de vida, en
su edad adulta cuando toman decisiones trascendentales que involucran
el empezar a utilizar productos financieros.
Por
ejemplo, en la administración de los primeros ingresos laborales, al
abrir una cuenta de ahorro, en la planeación del retiro, en el uso
de una tarjeta de crédito, en la adquisición de un medio de
transporte, en la contratación de un crédito para una vivienda,
etc.
No
obstante, ante la importancia de todo lo anterior, estamos enfrente
de una gran transformación, pero sobretodo, lo más importante a
destacar, es una gran oportunidad para todos: la Banca Digital.
Por
ello, a la definición de Educación Financiera señalada
previamente, le debemos de sumar el generar personas capaces de
utilizar en forma adecuada los medios de pago y el uso de los
diferentes canales digitales para la contratación y operación de
los servicios bancarios.
La
Banca Digital facilita la inclusión financiera y promueve una mayor
bancarización. Está disponible los siete días del año, los 365
días. Acorta la distancia a tan solo la disponibilidad y el uso de
un teléfono móvil, reduce costos de toda índole; de transacción,
de tiempo, traslado, etc.
Por
ello, es conveniente recordar el enorme potencial que tenemos de
Inclusión Financiera en el corto plazo, gracias al acceso de la
Banca Digital.
Permítanme
ofrecer algunas cifras. En el país hay 70 millones de teléfonos
inteligentes, 58 millones pertenecen a adultos. Tenemos 24 millones
de aplicaciones bancarias en teléfonos móviles, lo que nos lleva a
un potencial de bancarización de corto plazo de 34 millones de
personas.
Pero,
la aspiración de la Banca es mucho mayor. La meta en el mediano
plazo es llegar a todos los adultos del país, que suman más de 95
millones de personas.
Cabe
hacer especial mención en esta etapa de auge de la Banca Digital, el
lanzamiento reciente del CoDi. Esta nueva plataforma de pagos de
Cobro Digital construida conjuntamente entre el Banco de México y la
banca comercial. El CoDi es una herramienta potente de Inclusión
Financiera. Tiene, además, múltiples beneficios: reduce costos de
transacción, impulsa esquemas de cero comisiones, es una plataforma
alterna a las utilizadas por las Tarjetas de Crédito y Débito,
reduce el uso de efectivo e impulsa indirectamente el combate al
narcotráfico.
Por
todos estos beneficios consideramos que el CoDi tiene un gran futuro.
Las
nuevas tecnologías nos están permitiendo impulsar un mayor alcance
y efectividad de la Educación Financiera sobre temas diversos;
ahorro, ahorro para el retiro, diferentes tipos de crédito,
contratación de seguros, abrir una cuenta bancaria desde un celular,
o incluso, contratar un crédito.
Además,
debemos de utilizar todos los avances que están a nuestro alcance,
tanto en aspectos tecnológicos, como el uso de la realidad virtual,
la realidad aumentada, como las nuevas técnicas de enseñanza y el
desarrollo de la Economía del Comportamiento.
El
objetivo es claro: llegar a todos, niños, jóvenes, adultos y a
todos los rincones más alejados del país de la forma más efectiva.
Adaptar los contenidos a las diferentes audiencias y a los medios que
están a su alcance.
En
fin, el potencial es mayúsculo y la banca está dedicada
cotidianamente a construir y operar soluciones bancarias cada día
más fáciles y más seguras para todos sus clientes.
Señoras
y señores:
La
ABM está plenamente comprometida con el impulso de la Educación e
Inclusión Financiera.
Agradezco
la confianza de la Secretaría de Hacienda y de la CONDUSEF en la ABM
por permitirnos ser, un año más, responsables de la coordinación
logística de este gran evento.
Estoy
seguro que gracias a la labor de los organizadores y de todas las 59
instituciones participantes, este año superaremos la cifra de 90 mil
asistentes que visitaron la sede central el año pasado.
Que
disfruten mucho y que sea una semana muy productiva en todo el país.
Muchas
gracias.
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