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A lo largo de 27 años, ha superado campañas
de desprestigios, de masacres y de genocidios; corrupción, impunidad e
injusticia, así como el crimen de Estado que le arrebató la vida al talentoso
magistrado penalista Abraham Polo Uscanga
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El SUTAUR-100 fijó, a través de un pronunciamiento
político, su posición en la víspera del Día Internacional del Día del Trabajo,
donde “los rostros del abandono”, es una prueba fehaciente que dejó como
resultado el neoliberalismo sanguinario
Al celebrarse este Primero
de Mayo el Día Internacional del Trabajo-2022, la Comisión Liquidadora del Sindicato
Único de Trabajadores de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta-100, fijó un
pronunciamiento político donde “los rostros del abandono”, es una prueba
fehaciente que dejó como resultado el neoliberalismo sanguinario.
Acusó que a lo largo de 27
años, esta central camionera urbana desaparecida el 8 de abril de 1995, siga enfrentando
y superando campañas de desprestigio, de masacres y genocidios; corrupción,
impunidad e injusticia, así como el incalificable asesinato de Estado en contra
del talentoso magistrado penalista Abraham Polo Uscanga, ocurrida el 19 de
junio de ese mismo año.
Tras emitir un mensaje
político-jurídico, el líder moral vitalicio de la desaparecida R-100, Jorge
Cuellar Valdez hizo un recuento que a nivel internacional tiene mucho que ver
cómo los gobiernos del mundo, se sigan creando castas de pobres, que ante la
humillación que comparativamente deja la riqueza descomunal para unos cuantos
multimillonarios, el genocidio se ha centrado en aniquilar a la clase trabajara
de todo el Planeta.
“Día a día, los trabajadores
del mundo nos enfrentamos con invisibles ‘Jinetes del Apocalipsis’, incluso la
ONU ha sido cómplice por omisión que la riqueza mundial sea repartida
equitativamente, dejando entre ver que el poder político, económico y
financiero, de forma insaciable, siga fabricando pobres al por mayor”, acotó.
Más de mil 300 millones de personas
viven en cuadros de pobreza extrema en el mundo, y según estimaciones del Banco
Mundial, los 20 países más pobres del orbe se encuentran en el continente
africano, encabezados por Ruanda, Guinea, Bénin, Tanzania, Costa de Marfil,
Zambia, Malawi, Angola y Chad, que comparativamente, se advierte que seres
humanos al ganar decenas de miles de pesos al año, sigue abriendo la brecha en
el porcentaje de la población mundial más rica.
México se encuentra en el
lugar 35 de los países con mayor pobreza en el mundo, según datos de 101
naciones. A nivel Latinoamérica y el Caribe ocupa la tercera peor posición de América
Latina, con 16.8 por ciento de su población que no puede pagar por varias de
sus necesidades básicas, como alimento o vivienda. Sólo Honduras y Guatemala
enfrentan condiciones más adversas en la región.
En su manifiesto, la
Comisión Liquidadora de la extinta R-100 se sumó a la posición política generalizada
de todas las organizaciones sociales, obreras, campesinas, estudiantiles y
populares, para mantenerse en pie de lucha pacífica, así como lo han hecho por
más de cinco quinquenios miembros del SUTAUR-100, donde se observan
lastimosamente los Rostros del Olvido, en una historia repetitiva referente a
la eterna lucha por la dignidad y el rescate de sus emolumentos que les fueron
birlados y defraudados dejando una amarga experiencia en el mundo.
Para nosotros —aseveró
Cuellar Valdez— no existe ningún cambio, para nosotros somos los traicionados, los
defraudados, los despojados e ignorados como trabajadores de ex Ruta-100.
Continuó: “Solo
comprenderemos que en realidad exista un cambio de régimen que pugna la Cuarta Transformación
de nuestro país, cuando los nuevos gobiernos local y federal deben de acabar
con la impunidad, la injusticia y la corrupción en el conflicto de intereses y
compra-venta de voluntades y conciencias en el conflicto R-100, el cual nos ha
venido afectando desde hace más de 27 años; lo que exigimos a las autoridades
que se nos haga justicia, resarciéndonos los que es nuestro”.
Nosotros los sutaures
—subrayó— no podemos aceptar esta masacre y genocidio que han hecho con
nosotros, como si fuera un hecho normal; “por ello seguiremos luchando hasta
sus últimas consecuencias. ¡Ni perdón, ni olvido! ¡Si no hay justicia, no habrá
paz!”, avizoró.
Asimismo, el líder moral
vitalicio del SUTAUR-100, en su arenga política y social, dijo también que “ante
los actuales escenarios, coyunturas y diversas etapas del proceso mundial del neoliberalismo
económico y globalización y concentración del poder político y económico, siguen
creando las condiciones de la mayor crisis y desigualdad entre los pueblos y trabajadores
del Mundo”.
Hoy en día —remarcó— en lo económico,
en lo social, en lo político, en lo tecnológico, en lo cultural y en lo ideológico,
ha traído como consecuencia, la pérdida de la Soberanía de los Estados
Nacionales, el destino y los proyectos de la sociedad globalizada.
Ante ello —alertó— el
Movimiento Social al cual pertenecemos y que ha impulsado durante años las legítimas
luchas obreras y demandas populares pacíficas, basadas en la realidad objetiva
y las necesidades de amplios sectores
sociales, bajo los impulsos de sus propuestas y sus diversas formas de lucha y
con los instrumentos de la resistencia activa y de firmeza en sus objetivos,
hoy más que nunca hay que reforzar un frente de unidad mundial.
Porque —añadió— frente a las
políticas de destrucción social que instrumenta el capital financiero internacional
utilizando para su aplicación a los gobiernos federal, estatal o municipal, o
ante la patronal y junto a los principios de la solidaridad y justicia social
fundamentada por la clase trabajadora en su lucha de clases, nos encontramos en
la continuidad de la defensa de nuestros intereses comunes.
Reafirmó los procesos de la
respuesta social de la clase trabajadora del mundo, “por lo tanto nos
encontramos en una etapa de reposicionamiento,
reorganización y acumulación de fuerzas en las demandas sociales, en
razón de la crisis de identidad del Estado y de los gobiernos contemporáneos
que se reflejan en las democracias participativas”.
Hizo suyas las acciones a
vencer bajo el entendimiento razonable, las que repercuten en la presencia y
actuación de los sujetos y actores sociales, entre otros, los partidos
políticos y sus programas de gobierno.
Pero también —dijo— el
privilegiar las pretensiones y demandas de los grandes organismos financieros internacionales
y corporaciones transnacionales, con proyectos geopolíticos y económicos
privatizadores a nivel mundial y por el
control de los energéticos, de los recursos, de las materias primas, de la
tecnología, de la educación, del comercio, del campo, del trabajo, de la
seguridad social, de la vivienda y el desarrollo del transporte
Urge —afirmó— profundizar para
abatir el desempleo, la migración, la prostitución, el trabajo informal y el
ambulantaje, la desintegración familiar, la exclusión, la marginación, la
pobreza, la desigualdad y desesperanza, y la desnutrición en los millones de
seres humanos de todos los sectores de la estructura social en todos los países
y continentes.
Ante estos invisibles
“Jinetes del Apocalipsis”, trae aparejada la desintegración del tejido social y
humano más grave que jamás se haya visto en la historia de la humanidad, donde
el proyecto neoliberal y globalizador solo han servido a muy particulares
intereses, por lo que bajo ninguna circunstancia pudiera seguir siendo un proyecto
para la humanidad que ya se traduce en un rechazo global.
Es por estas razones —detalló—
los trabajadores de la desaparecida R-100, quienes somos un ejemplo vivo de lo
que representa el genocidio, la masacre y la potencia letal, destructiva y criminal
del Estado en contra de la clase trabajadora, solo obedecen a la instrucción para
la aplicación de estas políticas depredadoras.
“Estamos en contra de las políticas
antisemitas que manipula sin restricción alguna y en conjunto, la Organización
Mundial de Comercio, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el imperio
norteamericano, han ocasionado la muerte de millones de seres humanos
inocentes, así como la destrucción de los servicios públicos y los derechos laborales
y sociales de los trabajadores de todos los pueblos del mundo.
Sin dudarlo, Jorge Cuellar
Valdez se pronunció plenamente por la defensa de la Soberanía Nacional: no al pago
de la deuda externa (porque los mexicanos no hemos contraído); por la ruptura
con el Tratado de Libre Comercio (TMEC), que ha traído como consecuencia la venta de la Soberanía Nacional.
Asimismo, se pronunció por
poner un alto a la desreglamentación laboral y social, por la defensa de la industria
eléctrica, petrolera y minera nacionales; no a la privatización de las empresas
y servicios públicos; por la defensa de la Educación Pública; por la defensa de
la Seguridad Social; por la defensa del Campo Mexicano; por la reestatización de
la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, así como el restablecimiento de sus
derechos de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
Por la municipalización del transporte
público de pasajeros en la Ciudad de México, pero sobre todo, por el pago de sus
derechos conculcados a los ex trabajadores de la R-100.
En su pliego de protesta
pacífica, se pronunció estar en contra de las políticas terroristas del imperio
norteamericano en contra del pueblo mexicano y del mundo entero, surtiendo
armas por conducto del narcotráfico que han ocasionado la muerte de cientos de miles
de seres humanos, sobre todo mexicanos.
“Entendemos como obligación
y labor fundamental de los gobiernos locales y federal, el velar por los bienes
e intereses de la nación mexicana, entre ellos está la Defensa de la Soberanía
Nacional, la de sus recursos estratégicos, así como la defensa y el
fortalecimiento de los servicios públicos y el propio desarrollo de la clase trabajadora
mexicana”, sustentó.
Y remató: “Es por ello que
la clase trabajadora de todo el país, en estos difíciles tiempos de pandemia
que ha enlutado a miles de hogares, la ex Ruta 100 fija su posición para seguir
en esta lucha de unidad nacional, en el contexto de la lucha de clases. En esta
fecha histórica de posicionamiento del proletariado, el SUTAUR-100, se dice estar
presente”.
El líder moral y vitalicio
de ex Ruta 100, Jorge Cuellar Valdez, finalmente arengó: “¡Que viva la lucha de
la clase trabajadora en todas partes del mundo! ¡SUTAUR vive, la lucha sigue! ¡Si
no hay justicia, no habrá paz! “¡Por el rescate de la dignidad, los derechos y justicia
en el fraude del patrimonio de la clase trabajadora de la R-100”.