Mariana A. Torán, Iván Martínez Urquijo, Jorge A. Campos Soto
Banca y Sistema Financiero
La captación bancaria continúa reduciendo su crecimiento.
En junio de 2025, el saldo de la captación bancaria tradicional (vista + plazo) alcanzó un crecimiento real anual de 3.6% (8.0% nominal), cifra por debajo del 4.4% registrado el mes inmediato anterior (MIA). Con este resultado, el crecimiento real promedio del 2T25 se ubicó en 4.7%, por debajo del promedio de 6.0% alcanzado en el 1T25 . Al crecimiento observado en junio, la captación a la vista contribuyó con 2.2 pp, mientras que la captación a plazo aportó 1.4 pp. En el sexto mes del año destaca que el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio contribuyó con 0.4pp al dinamismo, de tal forma que después de limpiar este efecto el crecimiento real a tasa anual en junio ascendió a 3.1%, cifra menor al promedio observado durante los primeros cinco meses de 2025 (3.4%).
En junio, los depósitos a la vista registraron un crecimiento anual real de 3.3% (7.7% nominal), el menor crecimiento observado en 2025. Al descontar el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio, el crecimiento observado en junio (2.9%) fue similar al observado en abril (2.8%).
Por tenedor, se observa una disminución en el crecimiento de los saldos para la mayoría de los agentes. En el caso de las personas físicas, la tasa de crecimiento anual real pasó de 4.8% en mayo a 3.2% en junio; para las empresas dicha tasa se redujo de 3.4 a 3.0%; para el sector público no financiero la tasa de crecimiento anual real bajó de 19.2 a 12.1% y en el caso de otros intermediarios financieros (OIFs) la contracción se moderó de -15.0% a -10,1% entre mayo y junio.
Esta pérdida de dinamismo podría estar asociada con la debilidad de las fuentes de ingreso de los distintos agentes. En el caso de los hogares, el crecimiento del empleo formal en junio fue nulo, después de registrar un crecimiento modesto en los primeros cinco meses del año (0.5% promedio a tasa interanual). Adicionalmente, el salario real también ha registrado un menor dinamismo (3.7% en el 1T25 vs 3.2% en el 2T25).
Para el caso de las empresas, en el sector comercio los índices asociados a los ingresos por suministro de bienes y servicios promediaron una caída en los primeros cinco meses del año (de -1.8% para el comercio al por mayor y de -2.3% para el comercio al por menor). Este menor crecimiento en los ingresos de los particulares podría estar afectando también los asociados al sector público no financiero y en una actividad más moderada para los OIFs.
La captación a plazo creció a una tasa real anual de 4.1% (8.6% nominal) en junio de 2025, igual al crecimiento observado en mayo. De esta forma, el crecimiento promedio en el 2T25 se ubicó en 4.2%, por debajo del 5.1% registrado en el 1T25. Sin embargo, al limpiar el efecto contable del tipo de cambio el crecimiento real en junio fue de 3.6%, el más alto registrado en lo que va del año. Por tenedor se observa un comportamiento mixto. Para las personas físicas, los saldos de ahorro a plazo redujeron su caída de -2.2 a -0.4% y los OFIs incrementaron su dinamismo (de 29.3 en mayo a 30.3%). Por el contrario, los saldos de las empresas y del sector público no financiero registraron deterioro, en el primer caso al pasar de una caída de -0.4% en mayo a una de -2.3% en junio, y en el segundo de una crecimiento de 5.3% en mayo a una contracción de -5.6% en junio.
Como se ha venido observado en los últimos meses, un entorno de tasas de interés a la baja estaría restando atractivo para mantener recursos a plazo, aunado a ello, la debilidad en los ingresos de los agentes podría estar incentivando la desacumulación de este ahorro para solventar su gasto recurrente.
Por otro lado, la tenencia de acciones en fondos de inversión de deuda también mostró una importante desaceleración en junio, después de registrar una fuerte recuperación durante 2024 y la primera mitad de 2025. En particular, cerraron en 2T25 con un crecimiento real de 13.8%, significativamente por debajo del promedio de 18.6% alcanzado en los primeros cinco meses del año.
Es de esperarse que la captación tradicional y otros instrumentos de ahorro continúen desacelerándose, reflejando tanto la disminución en las tasas de interés, como el menor ritmo de crecimiento en los ingresos de los agentes ante indicadores de actividad económica y empleo que mantienen señales de debilidad.
El crédito bancario al sector privado no financiero pierde dinamismo.
En junio de 2025, el saldo de la cartera de crédito vigente otorgado por la banca comercial al sector privado no financiero (SPNF) registró un crecimiento real anual de 5.4% (10.0% nominal), la tasa más baja registrada desde abril de 2024. Con este resultado, el crecimiento real promedio de este agregado en el 2T25 se ubicó en 7.0%, por debajo del promedio de 10.1% alcanzado en el 1T25. A la tasa del crecimiento real anual de junio, el crédito vigente a empresas aportó 2.9 pp, mientras que las carteras de consumo y vivienda contribuyeron con 2.2 y 0.3 pp, respectivamente.
Al descontar el efecto contable del tipo de cambio también se observa esta pérdida de dinamismo, pues la tasa real anual pasó de 5.7% en mayo a 5.0% en junio. Es decir, en junio la depreciación del tipo de cambio contribuyó con 0.7 pp al crecimiento anual del crédito, por debajo del promedio de 2.1 pp observado en los 12 meses previos, cuando empezó a registrarse un periodo de depreciación de la moneda local. Si bien esta depreciación a 12 meses vista se mantiene, a tasa anual su impacto es más moderado.
En junio, el crédito vigente al consumo alcanzó un crecimiento real anual de 8.9% (13.6% nominal), similar a la tasa de 8.8% real observada el mes previo. Con este resultado, el crédito vigente al consumo promedió en el 2T25 un crecimiento real anual de 9.3%, significativamente por debajo del crecimiento real promedio del 1T25 de 14.2%. A la tasa de crecimiento real observada en junio, el crédito para la adquisición de bienes de consumo duradero (ABDC) contribuyó con 3.5 pp, el crédito a través de tarjetas aportó 2.8 pp, el crédito de nómina 0.9 pp, los créditos personales 1.3 pp y otros créditos al consumo 0.4 pp.
El segmento de crédito para la adquisición de bienes de consumo duradero (ABCD, 20.9% del crédito al consumo) continúa como el segmento que más aporta al crecimiento de la cartera, pero en junio siguió mostrando señales de desaceleración. Los dos segmentos que forman parte de esta cartera (automotriz y bienes muebles) redujeron su crecimiento real a tasa anual respecto al mes previo, el crédito automotríz pasó de una tasa de crecimiento real anual de 20.3% en mayo a una de 19.8% en junio, mientras que el segmento de bienes muebles tuvo una caída más moderada, al pasar de un crecimiento real de 9.6% en mayo a uno de 9.4% en junio.
El segundo segmento con mayor contribución al crecimiento fue el de las tarjetas de crédito (36.1% del crédito vigente al consumo), cuyo saldo aumentó 7.7% real anual (12.3% nominal), ligeramente por encima del resultado observado en mayo (7.4% real) con lo que el crecimiento real promedio en el 2T25 fue de 8.2%, por debajo del 9.5% registrado en el 1T25. La cartera de tarjetas continúa reflejando una pérdida de dinamismo, ya que en mayo (última información disponible) registró una contracción de -1.6%. En adelante, esperamos que el dinamismo de esta cartera siga moderándose, reflejando un desempeño más débil de los salarios y el empleo que estarían impactando negativamente el ingreso de los hogares.
Los saldos vigentes de las cartera de crédito de nómina y personales tuvieron un desempeño mixto en junio. Los créditos de nómina redujeron su crecimiento real anual al pasar de 3.7% en mayo a uno de 3.5% en junio (8.0% nominal), mientras que los créditos personales pasaron de una tasa de crecimiento real anual de 8.2% en mayo a una de 8.7% en junio (13.3% nominal).
Las cifras al cierre de junio en ambos casos confirman un menor crecimiento respecto al observado en el primer cuarto del año. De esta forma, el crecimiento real promedio de los créditos de nómina pasó de 5.5% en el 1T25 a 4.0% en el 2T25, en tanto que, en el caso de los créditos personales, el crecimiento real promedio pasó 10.3% en el 1T25 a 8.7% en el 2T25.
Ambas carteras continúan reflejando la desaceleración en el empleo formal y los salarios reales. En el primer caso, la tasa de crecimiento anual en el 2T25 fue de 0.1% menor al 0.7% registrado en el 1T25, mientras que el salario diario asociado a asegurando en el IMSS en el 2T25 creció a una tasa real de 3.2%, por debajo del promedio observado entre enero y marzo de este año (3.7%).
El crédito vigente a la vivienda (21.1% de la cartera vigente al SPNF) registró en junio una tasa de crecimiento real anual de 1.5% (5.9% nominal), la tasa de crecimiento más baja registrada desde noviembre de 2009. El crecimiento real promedio en el 2T25 de este segmento alcanzó 1.9%, también por debajo del promedio observado en el 1T25 (3.1%). La desaceleración observada en la primera mitad del año responde tanto a la moderación en el dinamismo del empleo formal y los salarios mencionados anteriormente como a una reducción muy lenta de las tasa de interés para este tipo de créditos.
Por tipo de crédito, el saldo de crédito para vivienda media-residencial (96.2% del saldo del crédito total a la vivienda), en junio registró una tasa de crecimiento real de 1.9%, prácticamente igual a la observada el mes previo. Por el contrario, la cartera de vivienda de interés social, redujo significativamente su dinamismo, al pasar de un crecimiento real de 0.3% en mayo a una caída de -8.9% en junio. Dado que la cartera hipotecaria muestra con rezago el desempeño de indicadores como el empleo formal y salario es de esperarse que en el corto plazo continúe mostrando un dinamismo muy moderado.
Por su parte, el crédito vigente empresarial (53.2% de la cartera vigente al SPNF) registró en junio un crecimiento en términos reales de 5.4% (10.0% nominal), significativamente por debajo del resultado observado en mayo (9.2% real). Con este resultado, el crecimiento real promedio en el 2T25 fue de 8.1%, menor al 11.2% alcanzado en el 1T25.
Por sector de actividad, en junio, el sector servicios (55.4% del total) contribuyó con 5.7 pp a la tasa de crecimiento de la cartera vigente empresarial en junio, el sector manufacturero redujo su aportación a 0.3 pp y la construcción aportó 1pp mientras que el resto de los sectores (agropecuario, minería, electricidad, agua y gas, y otros) restó al dinamismo total 1.6pp debido a la contracción en sus saldos de cartera. En junio la mayoría de los saldos de crédito a los distintos sectores económicos redujeron su tasa de crecimiento respecto al mes previo llegando incluso a registrar caídas a tasa anual.
Destaca particularmente la pérdida de dinamismo en el sector manufacturero, cuya cartera vigente registró en junio un crecimiento real anual de 1.6%, significativamente por debajo del promedio de 7.9% observado entre enero y mayo de este año. Este resultado estaría mostrando que el impulso observado en los primeros meses del año, asociado al adelanto de producción y ventas como respuesta a la amenaza arancelaria, estaría llegando a su fin.
En su composición por monedas, destaca que la cartera vigente en moneda nacional (M.N. 75.5% del crédito vigente a empresas), logró en junio un crecimiento real de 4.8%, igual al resultado observado en mayo. Por su parte, la cartera vigente en moneda extranjera (M.E.), redujo su dinamismo de una tasa de crecimiento de 24.4% a una de 7.4% descontando el efecto de la inflación. Si también se limpia el efecto contable de la depreciación del tipo de cambio, la variación a tasa anual se redujo de 9.2% en mayo a 4.1% en junio.
Para el total de la cartera empresarial, al ajustar por el efecto contable del tipo de cambio, se observa un crecimiento aún más moderado, pues el crecimiento pasaría de una tasa real anual de 5.4% a una de 4.6%. Es decir, en junio el efecto contable del tipo de cambio aportó 0.8 pp al crecimiento a tasa anual, la contribución más baja observada por este efecto contable en los últimos 12 meses.
Algunos indicadores que anticipan la demanda de crédito empresarial continúan mostrando señales de debilidad. En particular, el indicador de formación bruta de capital fijo siguió mostrando deterioro, con una caída a tasa anual en mayo de -7.1% (mayor a la contracción promedio registrada entre enero y abril de -6.8%). Adicionalmente, la desaceleración de la actividad económica y el empleo seguirán impactando el ingreso de las empresas por lo que continúa esperándose un crecimiento moderado de la cartera empresarial en el corto y mediano plazos.
El ahorro financiero y financiamiento en México mantienen su dinamismo al cierre del primer trimestre de 2025
Con información del Reporte de Ahorro Financiero y Financiamiento en México de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre del primer trimestre de 2025 el ahorro financiero acumuló un saldo de 33.8 billones de pesos y registró una tasa de crecimiento anual real de 8.8%.
El ahorro interno (78.7% del total), que se integra por la captación de intermediarios y la tenencia de valores de renta fija y certificados bursátiles, registró un saldo de 26.6 billones de pesos, y una tasa de crecimiento real anual de 7.0% en marzo de 2025. Dentro del ahorro interno, la captación de intermediarios financieros de intermediarios alcanzó un saldo al 1T25 de 12.7 billones de pesos, lo que implicó una tasa de crecimiento anual real del 6.1%, siendo este tipo de captación el componente más relevante del ahorro interno. La tenencia de valores de renta fija y certificados bursátiles fiduciarios aumentó 7.8% real anual. Los inversionistas institucionales continúan registrando tasas de crecimiento anual a doble dígito (14.7% en marzo de 2025) impulsado principalmente por el dinamismo de los fondos de inversión y las Siefores principalmente. Por el contrario, los inversionistas particulares registraron al cierre del 1T25 reducción en sus saldos equivalente a -6.1%, explicado por una menor inversión de empresas y particulares.
El ahorro externo, por su parte, registró un saldo de 7.2 billones de pesos, y una tasa de crecimiento real anual de 16.2% Al descomponer el ahorro externo por sector al que financían se puede observar que los recursos del exterior que financian al sector público ascendieron a 5.0 billones de pesos (69.6% del ahorro externo) y registraron una tasa de crecimiento anual real del 17.7% mientras que, los recursos del exterior que financian al sector privado fueron de 2.2 billones de pesos con una variación anual real de 13.0%
El saldo del financiamiento total otorgado al sector público y privado fue de 35.0 billones de pesos al cierre del 1T25, registrando una tasa de crecimiento real anual de 9.7%. El financiamiento interno creció a una tasa real anual de 7.5%, mientras que el financiamiento externo lo hizo a una tasa mayor, de 23.5%. En la composición del financiamiento interno, destaca que la emisión de deuda interna y certificados bursátiles fiduciarios son el componente más importante, con un saldo de 17.4 billones de pesos, seguido por la cartera de crédito total con 12.3 billones de pesos.
Dentro de las fuentes de fondeo interno al sector privado, destaca el crédito otorgado por la banca múltiple, que creció a una tasa real anual de 8.7% en el 1T25. Para el sector público la principal fuente de fondeo interno fue la emisión de valores, la cual, en el periodo de referencia se incrementó a una tasa anual real de 7.5%.
La demanda de crédito permaneció sin cambios al cierre del 2T25 a pesar del estrechamiento de las condiciones en algunos segmentos
El Banco de México publicó la actualización al 2T25 de la Encuesta sobre Condiciones Generales y/o Estándares en el Mercado de Crédito Bancario (EnBan) misma que muestra las expectativas de la demanda del crédito y las condiciones generales y/o estándares de aprobación del crédito en el mercado.
Respecto a la demanda de crédito en el 2T25, los bancos con mayor participación de mercado no percibieron cambios significativos en ninguno de los distintos segmentos que atienden. Por su parte, los bancos con menor participación de mercado percibieron un aumento en la demanda de tarjetas de crédito y crédito de nómina; mientras que para la cartera automotriz percibieron en promedio una disminución en su demanda y que para el resto de segmentos no observaron cambios significativos (empresas grandes no financieras, PyMES no financieras, intermediarios financieros no bancarios, créditos personales y crédito hipotecario).
En cuanto a las expectativas de crédito para el 3T25, la banca comercial no estima cambios significativos para los segmentos de PyMES no financieras y crédito hipotecario. Los bancos con mayor participación de mercado prevén un aumento en la demanda de crédito de otros intermediarios financieros no bancarios. Adicionalmente, dicho grupo de bancos anticipa una disminución en el crédito a empresas grandes no financieras y sin cambios significativos en el segmento de tarjetas de crédito. Por el contrario, los bancos con menor participación de mercado, anticipan un aumento en la demanda de crédito de empresas grandes no financieras y tarjeta de crédito y sin cambios significativos en el segmento de otros intermediarios financieros no bancarios.
En el 2T25, la banca comercial reportó un estrechamiento en las condiciones generales y/o estándares de aprobación de crédito para los segmentos de empresas grandes no financieras y tarjetas de crédito, mientras que para los créditos de nómina, no observó cambios significativos. Los bancos con mayor participación de mercado reportaron mayor estrechamiento para los segmentos de PyMES no financieras, otros intermediarios financieros no bancarios, crédito automotriz y créditos personales. Por su parte, los bancos con menor participación de mercado no observaron cambios significativos en las condiciones generales de aprobación de crédito para los segmentos de PyMES no financieras, otros intermediarios financieros no bancarios, crédito automotriz, créditos personales e hipotecarios.
De cara al 3T25, la banca comercial no estima cambios relevantes en las condiciones generales y/o estándares de aprobación de crédito para el segmento de tarjetas de crédito. Sin embargo, para los segmentos de empresas grandes no financieras y otros intermediarios financieros no bancarios, se anticipa un estrechamiento en las condiciones de otorgamiento. Los bancos con mayor participación de mercado, por su parte, no estiman cambios significativos para el segmento de PyMES no financieras pero sí un estrechamiento para los créditos hipotecarios, mientras que los bancos con menor participación de mercado estiman deterioros en las condiciones generales de aprobación de crédito para el segmento de PyMES no financieras y sin cambios significativos en la cartera hipotecaria.
Por último, la banca comercial en su conjunto reportó una disminución en el costo de la captación así como un deterioro en el entorno económico nacional e internacional y en la confianza de empresas y hogares sobre la actividad económica y en las condiciones de empleo para los hogares.
Mercados Financieros
¿Será Jackson Hole el primer obstáculo para el escenario benigno que descuentan los mercados financieros?
El verano en los mercados financieros se ha distinguido por una dinámica de precios que señala que los inversionistas descuentan un escenario en el que los principales riesgos cuentan con una baja probabilidad de ocurrencia. En este contexto, la FED se prepara para revisar su estrategia de largo plazo este próximo viernes y de paso validar o poner en duda con su tono algunos de los supuestos sobre los que descansa el escenario que se descuenta en los precios actuales de los activos de riesgo.
A pesar de las dudas que prevalecen acerca de los efectos económicos de los aranceles y su temporalidad, del grado de debilidad del mercado laboral en EE.UU. y su posible impacto sobre el consumo, del efecto de mediano plazo de la situación fiscal norteamericana y de los conflictos geopolíticos y, además, de las dudas sobre la trayectoria de la tasa de fondos federales, por citar algunos, el escenario que descuentan los participantes de los mercados es diametralmente opuesto a la cautela.
Un factor que podría utilizarse para justificar esta dinámica es el auge de la inteligencia artificial y la inversión asociada al sector tecnológico. Si bien es cierto que las principales empresas ligadas a este sector han entregado resultados que muestran elevadas ganancias y un potencial que podría explicar sus elevadas valuaciones, lo cierto es que solo son un número reducido de empresas las que concentran estas ganancias, mientras que el resto muestra un desempeño mucho más moderado.
De hecho, del 29 de diciembre de 2023 a la fecha el precio de las acciones de los llamados 7 magníficos (Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla) registra un crecimiento de 79.4%, mientras que el resto de las 493 acciones del S&P500 creció 27.9%. Esto ha influido para que las 10 acciones con la mayor capitalización de mercado representen el 39.8% del valor del S&P500, la mayor concentración en la historia y una cifra 10% por encima de lo ocurrido en 2001 durante la llamada burbuja del internet.
Ahora bien, si en el mercado accionario el tema de la inteligencia artificial podría ayudar en la narrativa, esto se vuelve más complicado en el mercado de bonos en el que el efecto del potencial de crecimiento de los activos no juega un rol relevante y el pago de flujos es necesario de manera regular. Y en este caso, la señal es similar. Durante la tercera semana de agosto, los spreads de la deuda corporativa norteamericana con grado de inversión registraron su menor nivel (0.75pb) desde 1998, luego de que en abril pasado se elevaran a niveles de 120 puntos base (pb) ante la incertidumbre comercial desatada por el llamado “liberation day”.
Esto se ha dado a pesar de la tendencia a la baja del empleo de julio en EE.UU. y de la importante revisión a la baja de los dos meses previos; de la caída en el gasto de los consumidores durante el segundo trimestre y del hecho de que los acuerdos comerciales anunciados hasta el momento señalan tasas impositivas más elevadas de lo que se esperaba.
En el caso de los bonos del Tesoro, si bien se registró un alza respecto al inicio del año en los nodos de largo plazo, esta se ha detenido. De hecho, el rendimiento a vencimiento del nodo de 30 años se ha reducido en 15pb desde su máximo registrado en mayo, pero incluso el nivel de 5.1% alcanzado durante este episodio no parecen guardar relación con las expectativas de crecimiento del déficit y la deuda norteamericana en los próximos años.
En cuanto al dólar, la tendencia a la baja se ha detenido e incluso la moneda norteamericana registra ganancias durante los meses de julio y agosto contra las divisas de mercados desarrollados (1.4%) y de mercados emergentes (1.2). Si bien el consenso privilegia la debilidad del dólar hacia delante, el mejor desempeño durante el verano en un contexto de expectativas de menores tasas de interés sugiere que la hipótesis de que lo ocurrido en abril y mayo tuvo más que ver con un incremento de las coberturas de posiciones en dólares por parte de inversionistas institucionales que con el desplome del llamado Excepcionalismo norteamericano, cobra relevancia.
Adicionalmente, sobre este último punto, los datos de compra de activos norteamericanos distan de señalar una pérdida definitiva de su atractivo para los inversionistas. De acuerdo con datos del departamento del Tesoro, después de que los inversionistas extranjeros vendieron activos norteamericanos (acciones, bonos gubernamentales y bonos corporativos) por USD 92 mil millones en abril, sus compras se incrementaron en USD 545 mil millones durante los dos meses posteriores. Incluso, a pesar de la relevante caída de los principales mercados accionarios norteamericanos durante el mes de abril, en lo que va del año la diferencia en desempeño entre estos y el benchmark global de esta clase de activos se ha reducido a poco más de 400pb.
Es en este contexto y frente a la reciente presión que ha ejercido la Casa Blanca sobre el banco central norteamericano, que la FED anunciará este viernes la revisión de su marco de política monetaria. Más allá de este relevante punto, el mercado estará atento a las señales sobre el prácticamente descontado recorte de 25pb en la tasa de fondos federales pronosticado para septiembre y sobre recortes adicionales.
Sobre todo, cuando en las últimas semanas el mercado incrementó sus expectativas de menores tasas y ya descuenta una reducción de poco más de 100pb para los próximos 12 meses. Todo esto a pesar del tono restrictivo del presidente de la FED en su más reciente reunión y de los datos por encima de lo esperado de los precios al consumidor y al productor del mes de julio en EE.UU.
No se puede descartar que buena parte del escenario descontado por los mercados este influido por la expectativa de recortes de la tasa de fondos federales durante los próximos meses. Es por ello, que un tono más restrictivo del presidente de la FED este viernes comenzará a poner a prueba el escenario de los participantes de los mercados que parece descontar bajas probabilidades de ocurrencia para la mayor parte de los riesgos actuales.
Adicionalmente, se sabe que históricamente los meses de septiembre y octubre suelen estar caracterizados por incrementos en la volatilidad y poco a poco se podrían ver los efectos macroeconómicos de la política arancelaria de la actual administración norteamericana. De tal forma que, si los datos comienzan a poner en duda los supuestos que sostienen a este escenario, se podría estar no tan lejos de cambios relevantes en los precios de los activos financieros a nivel global.
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