● En
la CDMX existe una Procuraduría donde es posible presentar las pruebas de
aquellos sonidos que afectan la armonía, además Comunidad Feliz comparte qué
otras opciones existen para aminorar desacuerdos con los condóminos
Ciudad de México, febrero de 2025.- “Estimados vecinos del
departamento 403, desde hace cuatro días las horas de sueño de quienes
habitamos el edificio han mermado debido a los gritos que se desprenden por sus
intempestivas muestras de amor. Los niños preguntan por qué hay tantas quejas
de una pareja por la noche y no sabemos qué responder. ¿Serían tan amables de
regular sus ruidos? Gracias y una disculpa a todos los condóminos que se puedan
sentir avergonzados ante esta nota”.
Una serie de mensajes como
ese se viralizan a menudo, más en víspera del mes de los enamorados. Las
respuestas son de todo tipo, desde las más graciosas que piden el domicilio de
tan singulares amantes, hasta aquellas de solidaridad porque en sus edificios
padecen de historias similares. Es verdad que de puertas para adentro estamos
en el hogar y se pueden desbordar las pasiones, pero ¿qué pasa cuando el ruido
incomoda a otros?
En nuestros webinars, una de las dudas más recurrentes es qué
hacer con los vecinos ruidosos. Preguntas como “¿pueden multarlos?”, “¿se puede
tomar acción legal?” o “¿qué pasa si siguen haciendo ruido a pesar de las
quejas?” aparecen una y otra vez. No es casualidad que uno de los artículos más
leídos en ComunidadFeliz sea "¿Es posible tomar acciones legales contra
los vecinos ruidosos?".
"Las inquietudes van desde quién puede intervenir en estos
casos, si realmente es viable aplicar sanciones, cómo se determina cuándo el
ruido se vuelve una molestia o hasta dónde llega nuestra libertad de
expresarnos", comenta Vicente Mondaca, Country Manager de ComunidadFeliz
México, plataforma que apoya la
gestión de edificios y condominios.
En México, todos los
estados cuentan con alguna regulación para la propiedad en condominio, aunque
no siempre bajo una ley específica. Algunos tienen normativas dedicadas
exclusivamente a este régimen, mientras que otros lo regulan dentro de sus
Códigos Civiles, Leyes de Desarrollo Urbano o Reglamentos de Construcción.
Es clave conocer tanto la
normativa estatal como el reglamento interno de cada condominio, ya que esto
define qué acciones pueden tomarse en distintas situaciones.
En el caso de la Ciudad de
México, la Ley de Propiedad en Condominio se aplica a través de la Procuraduría
Social de la Ciudad de México (PROSOC). Ahí, la administración de los edificios
suele recaer en un comité de vecinos, cuya inscripción y certificación ante la
PROSOC es recomendable para una mejor gestión.
Tener a un administrador y
un reglamento bien estructurado permite que en ese lugar que habitan varias
personas se establezca también un conjunto de reglas a seguir. Tanto para los
dueños, como para los arrendatarios, deben hacerse valer y comunicarse abiertamente
para fomentar la armonía.
Del amor al odio hay…un acuerdo
Si bien los “ruidos del
amor” no son tan comunes como los de la música a alto volumen, sí son un tema
de controversia entre vecinos. Y es aquí donde también nos enfrentamos con otro
problema: la actitud hostil de quien entrega o recibe la queja.
Para denunciar a un vecino
ruidoso en la CDMX, el trámite ante la PROSOC lleva el nombre de “queja
condominio”, y se presenta por escrito con una carta en donde se pone la
dependencia y departamento al que va dirigido, el nombre de los interesados y/o
sus representantes legales, las copias de las identificaciones, el domicilio
para recibir notificaciones, la descripción de los hechos y las pruebas que
pueden ser desde fotos, videos o testimonios.
“Estos trámites no solo requieren tiempo y dinero, sino que
también ponen un precedente ante la convivencia futura de quienes seguirán como
tus vecinos, por lo que la mayor parte de las personas desisten a seguir con
los procesos y hay quienes incluso prefieren cambiar de domicilio antes que
enfrascarse en más discusiones”, destaca Mondaca.
Sin embargo, no todo está
perdido, ya que la tecnología también está a favor de generar la convivencia
sana entre residentes, tal es el caso de la plataforma ComunidadFeliz, que
ayuda a los administradores a gestionar este y otros conflictos.
Una de las herramientas es
un sistema de incidencias; es decir, un espacio digital donde los vecinos
pueden hacer llegar sus quejas de manera anónima al administrador. Ahí se puede
describir el problema, desde el horario, tipo de ruido y pruebas, de tal manera
que se crea también un módulo de incidencias para que se pueda dar seguimiento,
sin represalias al denunciante, de los problemas más recurrentes en el edificio
o unidad.
“A través de estos sistemas el residente puede validar que el
administrador o el comité recibieron la queja
y se encargará de resolver el problema, lo cual implica desde
comunicarse con el afectado o con quien genera el conflicto, incluso podrían
generar el cargo de una multa, para después marcar como terminado o dar
registro de la solución del problema. Sabemos que a veces es incómodo quejarse
de aquel con el que compartes un muro, pero también existen este tipo de
métodos que regulan la sana convivencia”, explica Mondaca.
Reglamentos de Convivencia
Dentro de las opciones que
brinda la proptech también está la Biblioteca de la Comunidad, donde se guardan
los Reglamentos de Convivencia y también la Resolución de las Incidencias que
surgen, para que los vecinos sepan que existe un reglamento y también un grupo
que los hace valer.
Esto permite que nuevos
dueños o inquilinos puedan conocer, en tiempo real, los acuerdos que existen en
el hogar que habitan, la manera en la que se resolvieron los conflictos, y se
logre mantener el orden y el respeto.
Por último, dentro del
reglamento de convivencia, los administradores inscritos en la PROSOC, a
votación de la mayoría de los vecinos, pueden generar medidas como multas,
llamados disciplinarios o cargos adicionales a quienes realicen ruidos
persistentes y recurrentes, y que estas penalizaciones pueden asignarse a un
fondo específico que tendría como finalidad el mejorar áreas comunes o
financiar proyectos de seguridad.
“Para administrar estas multas también tenemos un sistema de
comunicación para el residente, el cual incluye desde la notificación del
cargo, las razones o pruebas de su imposición, para luego dar aviso y
seguimiento del pago, así como el uso de los recursos”, concluye el Country
Manager de ComunidadFeliz México.
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