Mercados Financieros
El peso sigue superando expectativas; nosotros seguimos anticipando una tendencia ligera de depreciación desde finales de marzo. Este mes el tipo de cambio ha registrado una apreciación continua frente al dólar, cotizando en niveles por debajo de 17 pesos. Sin embargo, estimamos una ligera depreciación desde fin de marzo a medida que se materialicen los efectos de un menor diferencial de tasas de interés con Estados Unidos. Además, persisten otros factores que llevarían a que el peso se deprecie gradualmente durante el resto del año. • Biden y Trump consiguieron anoche suficientes delegados para hacerse con las respectivas nominaciones de sus partidos, con miras a la elección de noviembre. • Con información a las 12:30, el tipo de cambio cotizaba en 16.68 pesos por dólar, registrando una apreciación respecto del día anterior.
Mañana
Conoceremos los resultados de la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM) correspondientes a enero 2024. • También se publicarán las peticiones de subsidio por desempleo en la primera semana de marzo, y la inflación al productor de febrero, ambos en EUA.
El peso sigue superando expectativas; seguimos anticipando una tendencia ligera de depreciación desde finales de marzo
La moneda nacional rompe nuevamente la barrera de los 17.00 pesos por dólar. En la primera mitad de marzo el tipo de cambio ha registrado una apreciación continua frente al dólar estadounidense, cotizando en niveles por debajo de los 17 pesos, lo cual no se había visto desde enero. Después de que la semana anterior cerró los días con apreciaciones, el día de ayer, martes 12 de marzo, se ubicó en 16.80 pesos por dólar, el nivel más bajo desde el 30 de agosto 2023 (gráfica 1), cuando cotizó en 16.74.
La fortaleza del tipo de cambio que vimos el año pasado respondió a varios factores. Vale la pena recordar que durante 2023 el entorno macroeconómico favoreció la apreciación del peso, dentro de lo cual destaca: i) el amplio diferencial de tasas de interés con EUA, en comparación con los pares de México; ii) mayores ingresos de dólares por el aumento de las exportaciones (2.6%) y las remesas (7.6%); ii) la redistribución de flujos de capital; iii) la liquidez del peso mexicano; y iv) la narrativa del nearshoring. Algunos de estos hechos han seguido apoyando la reciente apreciación del peso. A lo anterior se agrega el debilitamiento reciente del dólar ante las expectativas del inicio del ciclo de recortes de la Fed en junio. Desde la segunda mitad de febrero, se ha observado un debilitamiento ligero del dólar frente a otras monedas (gráfica 2), con el índice DXY cayendo 1.3% en este periodo, lo que a su vez se ha reflejado en el fortalecimiento del peso. Ello ha respondido en parte a las expectativas de política monetaria y datos recientes de EUA. Aunque nuestra expectativa respecto del primer recorte de la Reserva Federal se ha mantenido en junio, las del mercado han sido más fluctuantes. Comentarios recientes de Jerome Powell fueron evaluados por el mercado como relativamente “paloma”, lo que, aunado a los últimos datos del mercado laboral estadounidense, ha aumentado la confianza para que se observe el inicio del ciclo de recortes de tasas en EUA en el 2T24. Posterior al dato del Índice de Precios al Consumidor (CPI por sus siglas en inglés) publicado el 12 de marzo, los instrumentos del mercado asignaban una probabilidad de 81.2% a que se registraría un primer recorte de parte de la Reserva Federal en lo que resta del primer semestre, con 62.6% de probabilidad de que se materializaría en la reunión de junio.1
La especulación también ha apoyado a la apreciación reciente. Las posiciones especulativas netas en el mercado de futuros de Chicago siguen apostando a la apreciación del peso. Con los datos más recientes (al 8 de marzo) la posición neta alcanzó 106,600 unidades, un aumentó de 13.6% respecto de la semana anterior. Además, con lo anterior, se acumula un año en el cual las posiciones largas superan a las cortas (gráfica 3), y la posición neta está en su nivel más alto desde enero 2020, previo a la pandemia.
Los efectos de un menor diferencial de tasas de interés con Estados Unidos podrían observase en la segunda mitad de marzo. Como hemos mencionado anteriormente, a medida que Banxico inicie con su ciclo de recortes la siguiente semana (como es ampliamente esperado, por nosotros, el consenso de analistas y el mercado), antes que la Reserva Federal (estimamos su primer recorte en junio) disminuirá el diferencial de tasas de interés (gráfica 4), lo cual llevaría a que el peso comience a registrar una depreciación gradual. En este sentido, será importante analizar la reacción del mercado cambiario a la decisión de Banxico del 21 de marzo, tanto en términos de que se concrete el primer recorte como en los mensajes respecto a la trayectoria futura de la tasa de política monetaria.
Además, persisten otros factores que llevarían a que el preso se deprecie gradualmente durante el año. Como mencionamos en una Nota Especial reciente2, anticipamos que el tipo de cambio seguirá una tendencia gradual al alza llegando al cierre de 2024 a 18.58 USDMXN. Ello estaría explicado por diversos factores adicionales a la disminución del spread de tasas, incluyendo la desaceleración estimada en el flujo de ingreso por remesas, una moderación en el entusiasmo alrededor de la narrativa de nearshoring, y el hecho de que el tipo de cambio real registra una sobrevaluación con respecto a su promedio de largo plazo. Finalmente, las elecciones presidenciales en México en junio, así como las de EUA en noviembre, podrían generar periodos de mayor volatilidad, como ha ocurrido en procesos electorales previos, aunque sorprende que ello no se ha empezado a reflejar en el valor de la divisa.
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