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Un contexto de inflación, acompañado
de elevadas tasas de interés y créditos bancarios poco convenientes para las
organizaciones mexicanas termina por comprometer la continuidad de las PyMes en
el país.
Las pequeñas y
medianas empresas (PyMes) del país buscan mejorar sus perspectivas de
crecimiento tras la difícil etapa de pandemia, la cual vio desaparecer a más de
un millón de estas organizaciones en tan solo un par de años.
Sin embargo, ahora
se enfrentan a un contexto poco favorecedor, marcado principalmente por
factores como la inflación y las elevadas tasas de interés.
Un reporte reciente
de Banxico destaca que este panorama ha detonado, entre abril y junio de este
año, un aumento en la demanda de créditos por parte de las PyMes.
“Las PyMes viven un
momento complejo, pues vienen de sobrevivir a la pandemia, recortando y
ajustando sus modelos de negocio, y en el proceso de recuperación se enfrentan
a un panorama de inflación, baja de confianza en el consumidor y falta de
dinamismo en algunos rubros de la economía”, precisó Alejandro Villalobos,
managing director de Cumplo Norteamérica, plataforma líder en procesos de
factoraje en la región.
De acuerdo con lo
que ha identificado Cumplo, algunos de los principales gastos que agotan a las
PyMes son los siguientes:
ALQUILERES ELEVADOS Y CON POCO APROVECHAMIENTO
Los alquileres de
locales y oficinas mal aprovechados suelen transformarse en una carga para los
propietarios de negocios en México.
“Cuando el alquiler
representa más del 10% de las utilidades de una PyMe, se puede convertir en un
problema, en particular si en el caso de oficinas se recurre al trabajo remoto
o si los negocios minoristas empiezan a vender por Internet”, dice Villalobos.
El directivo
también reconoce que uno de los primeros signos de que las finanzas de un
negocio reportan una baja en la liquidez es cuando los propietarios empiezan a
ver la renta más como un gasto que como una inversión.
CRÉDITOS A LARGO PLAZO
Los créditos de la
banca convencional se pagan en esquemas a largo plazo (24 meses o más), y
solicitan una garantía que, cuando menos, debe sostener el valor del crédito en
un 150%, señala Villalobos.
“Este tipo de
créditos también se amortizan mejor cuando se utilizan para generar mayor para
las empresas y no para cubrir otras deudas o para el gasto corriente de la
compañía”, explica Villalobos.
Por otro lado,
agrega el especialista, es importante mencionar que el monto pierde su valor en
el tiempo debido a la inflación, por lo que al momento de ser solicitados se
debe contar con un plan de negocios a largo plazo que asegure la rentabilidad
del negocio.
INFLACIÓN
En el mismo tenor,
la pérdida del valor del dinero causa un efecto doblemente negativo para las PyMes.
Por un lado, destaca Villalobos, la proveeduría, servicios, tecnología y otros
recursos necesarios para las empresas incrementan su valor, lo que obliga al
empresario a modificar sus precios de cara a su consumidor.
Mientras que, por
otro, los créditos ya solicitados y de largo plazo representan un valor mucho
menor en comparación al momento en el que fueron contratados. De ahí que un
crédito a largo plazo represente un dilema al momento de ser utilizado.
VENTANAS DE PAGO
De acuerdo con
Villalobos, en México hay PyMes que llegan a tener cuentas por cobrar tan
amplias que se traducen en un 30% del valor comercial de la empresa.
A pesar de que
estas facturas por liquidar no generan intereses, sí ponen en aprietos a las
empresas, pues con pagos a 60, 90 y hasta 120 días, los dueños de los negocios
requieren, en algún momento de la liquidez para su gasto corriente, pagar a sus
propios proveedores e invertir en nuevas necesidades.
“Cuando los
créditos a largo plazo, la inflación o las ventanas de pago son obstáculos para
la continuidad del negocio, los dueños de las PyMes deben buscar nuevas formas
de financiamiento, como el factoraje, el cual funciona como un crédito, pero
que tiene como garantía una factura ya emitida y que se va a cobrar en algunos
meses. Es una alternativa de crecimiento con base en el capital propio,
anticipando facturas a través de fintechs y factorings que ayudan
a recuperar la liquidez y el control del efectivo”, explica Villalobos.
El directivo de
Cumplo destaca que otros gastos, como las licencias vencidas, la compra de
equipo en momentos en los que son más convenientes los planes de leasing, o los
gastos hormiga de las compañías, terminan afectando la administración de la
empresa y menguando la capacidad de crecimiento e inversión de estas.
“Las PyMes
necesitan reconocer cuáles son los diferentes productos en los que pueden
respaldar su crecimiento y no evadir el crédito, sino utilizarlo de forma más
inteligente y conveniente para ellas, no para las instituciones financieras”,
concluyó el especialista.
ACERCA DE CUMPLO
Cumplo es una plataforma SOFOM especializada en soluciones de factoraje
para PyMes y grandes empresas. Fundada en Chile por el reconocido emprendedor
Nicolás Shea, hace 10 años, Cumplo actualmente cuenta con presencia en Chile,
México y Perú, países en los que ha financiado más de 1,500 millones de dólares
para más de 5 mil empresas de la región. El objetivo de Cumplo es democratizar
el acceso a financiamiento para las PyMes latinoamericanas, sin la necesidad de
comprometer su patrimonio en el proceso. Durante el último año, Cumplo ha triplicado su
número de operaciones, gracias a la liquidez inmediata que otorga a las
organizaciones.
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