Por:
Octavio Careaga, director general de THB México
En
México, la época de ciclones y huracanes inicia entre los meses de mayo y junio
y para este año, se tienen pronosticados 14 de ellos, que tocarán las costas
mexicanas, según el Sistema Meteorológico Nacional (SMN).
Entre
las regiones más afectadas por estos fenómenos se encuentran las costas de
Mérida y Quintana Roo, estados que, de acuerdo en el Indicador Trimestral de
Actividad Económica Estatal del INEGI, han mostrado un importante despegue en
actividad económica en los últimos años. Gracias a esto han atraído la atención
de empresas para invertir en la construcción de complejos turísticos e
infraestructura, situación positiva para mejorar la calidad de vida de sus
habitantes pero que, a su vez, aumenta los potenciales costos ocasionados por
un fenómeno natural como los huracanes.
Esto
es solo uno de los ejemplos de las zonas más expuestas y que pueden ocasionar
importantes pérdidas en esta temporada de huracanes. Simplemente, y según el
estudio “El impacto Socioeconómico de desastres 2000 a 2015”, elaborado por la
subdirección de Estudios Económicos y Sociales de la Dirección de Análisis y
Gestión de Riesgo de la Secretaría de Gobernación, las pérdidas económicas
pueden llegar hasta 248 mil millones de pesos; no olvidemos que huracanes como
“Karl” y la tormenta tropical “Matthew”, que afectaron principalmente a
Veracruz en 2010, dejaron pérdidas materiales por 24 mil millones de pesos y
miles de vidas afectadas.
Ante
este panorama, ¿cómo preparase para enfrentar situaciones de riesgo?, ¿qué tipo
de seguros puedo contratar para mitigar costos en mi empresa y cuáles son las
medidas precautorias que debo tomar? Algunas de estas sencillas, pero
estratégicas, medidas pueden ayudar a tomar las mejores decisiones a todos
aquellos empresarios que aún no estén cubiertos ante una posible situación de
riesgo en esta temporada de ciclones y huracanes; principalmente aquellas
situadas en las zonas más vulnerables:
Buscar
asesoramiento. Acercarse a compañías reaseguradoras que tengan experiencia en
estas situaciones de riesgo, específicamente para México; ayudará a identificar
y cubrirse mejor de las siniestralidades a los que realmente se está expuesto.
Cuidar
a su gente. Ante una situación de este tipo no olvide que lo primero a proteger
es la gente: no solo sus empleados directos sino todos aquellos relacionados
con su negocio y también la comunidad donde opera. Una de las ventajas
indirectas de contar con una cobertura ante desastres naturales será el aumento
en su capacidad de ayudar a otros.
No
olvidar los datos. Hoy en día, más que nunca, la información empresarial es la
verdadera base de una compañía. Más que las instalaciones físicas u otro tipo
de infraestructura son los datos lo que la constituyen y también los que la
pueden mantener a flote durante una crisis. Mantenerlos siempre protegidos,
pero a la mano puede hacer la diferencia entre existir después de un desastre
natural o no.
Por
supuesto, lo más importante siempre es la prevención: hacernos conscientes de
que nadie está exento en una situación de riesgo y tomar las medidas
precautorias necesarias para cubrir la mayor cantidad posible de daños, lo que
no solamente hará que su empresa pueda seguir operando, sino que dará a sus
empleados y a la cadena de valor la confianza de estar trabajando con una
compañía resiliente y confiable.
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