01
de enero de 2023
Contexto
económico
En
2022, el país
registró
una recuperación
económica
lenta y desigual. Fue hasta el tercer trimestre que logramos
recuperar los niveles de actividad económica que teníamos previo a
la pandemia (0.3% por encima de los niveles del
4to
trimestre
de 2019). Sin embargo, todavía no podemos hablar de una recuperación
completa. Aún
estamos por debajo de los niveles de actividad económica anteriores
al inicio de la administración
actual (3er trimestre 2018). Además,
aún
tenemos 14 entidades que se encuentran por debajo de la actividad
económica que reportaban previo a la pandemia.
A
esto se suma el contexto de alta inflación que experimentamos a lo
largo del año, que se explica por las distorsiones ocasionadas a
raíz
del Covid-19
y la guerra entre Rusia y Ucrania que ha presionado al alza el precio
de los energéticos y los alimentos. Las más afectadas han sido las
familias. En particular los alimentos, incluyendo mercancías
alimenticias y agropecuarios, presentaron una inflación de 12.6% en
noviembre, acumulando 13 meses consecutivos con inflación
de doble dígito.
Más
aún,
esto ha implicado un aumento acumulado en el año de la tasa de
interés de referencia por parte del Banxico de 500 puntos base
pasando de 5.50% en enero a 10.50% en diciembre. A pesar de que la
inflación ha empezado a ceder, se espera que la reducción sea lenta
y al cierre de 2023 se ubique en 5%.
Por
su parte, la inversión fija bruta, que impulsa el crecimiento de
largo plazo, aún se encuentra en niveles similares a 2011. Los
especialistas del sector privado mencionan a la gobernanza como el
principal obstáculo a la inversión, siendo la inseguridad y el
contexto político las principales fuentes de incertidumbre. A pesar
del incremento de los recursos destinados a inversión
pública
en el Presupuesto
de Egresos
2023, aún estaría alejada de la meta del 5% como porcentaje del PIB
para detonar inversión privada y desarrollo social.
Es
importante destacar que han mejorado las perspectivas de crecimiento
económico para el cierre de 2022. Se estima un crecimiento de
alrededor del 3%, impulsado principalmente por el buen desempeño de
nuestras exportaciones y el dinamismo de la economía estadounidense.
Sin embargo, para 2023 el consenso de mercado espera un crecimiento
de alrededor de 1%, ante una desaceleración de la actividad
económica en Estados Unidos y por un aumento generalizado de las
tasas de interés. De concretarse este escenario, el sexenio actual
tendría un crecimiento anual promedio de 0.2%. Es decir, un sexenio
de estancamiento en cuanto a crecimiento económico.
Contexto
político
Como
lo advertíamos anteriormente, la incertidumbre política es uno de
los principales rubros de alerta. En 2022 vivimos un año de
radicalización de la vida pública,
no sólo
en el discurso sino en los hechos con las reformas a favor de la
militarización, la reforma a la industria eléctrica
y
el Plan B en materia político-electoral que afecta la operación del
INE; dichas reformas han sido vistas como regresiones autoritarias.
2023 es un año clave ya que se realizarán elecciones en Coahuila y
el Estado de México que cobran particular interés por el número de
población
y que podrían ser vistas como la antesala a la elección
presidencial de 2024. Lo menos deseable es que estos procesos se vean
marcados por la ilegalidad, manchados por no acatar las reglas
electorales o, peor aún, por cualquier tipo de injerencia del crimen
organizado. También
será
un
año
en el que se elegirán 4 nuevos consejeros o consejeras del INE y un
nuevo
presidente o presidenta
de la Suprema Corte de Justicia. Hacemos un llamado para que estos
nombramientos se den con estricto apego a la ley pero, sobre todo,
que se privilegie la idoneidad de los perfiles, su experiencia,
solvencia moral y autonomía para la toma de decisiones.
Contexto
social
Seguridad.
México
vive una profunda e innegable crisis por la inseguridad que afecta la
vida y bienestar de todos y que también tiene un impacto directo en
la competitividad y confianza para invertir. De enero a noviembre de
2022 se han registrado 29
mil 347
víctimas
de asesinato en el país, lo que significa un promedio de casi 90
asesinatos al día. Por su parte, las víctimas
de extorsión
se han incrementado de manera alarmante, con 18% más de las
registradas durante enero y noviembre de 2021. Según el INEGI, el
65.5% de la población se siente insegura en el municipio en donde
vive.
Educación.
De acuerdo con el Banco Mundial, la pandemia causó un rezago en
México
que equivale a dos años
de escolaridad. Además,
el Banco Interamericano de Desarrollo estima que por lo menos 600 mil
estudiantes entre 6 y 17 años han interrumpido sus estudios debido a
los impactos económicos de la pandemia. Aunado a ello, el gobierno
federal ha tomado decisiones de política
pública
que ensombrecen la cobertura y calidad de la educación. Decisiones
como la eliminación de programas que han mostrado ser exitosos como
las Escuelas de Tiempo Completo y las Estancias Infantiles reducen la
cobertura para la primera infancia y para los niños y niñas
más
vulnerables. Por su parte, el debilitamiento de los centros de
investigación
públicos
de alto prestigio como el Centro de Investigación y Docencia
Económicas (CIDE), los cambios al Reglamento del Sistema Nacional de
Investigadores (SNI), y la reforma propuesta al CONACYT, van en
perjuicio de la educación
y
de nuestro desarrollo.
Salud.
La
pandemia junto con los cambios -como la desaparición del Seguro
Popular y la creación del INSABI- terminaron por hacer aún
más
frágil
el Sistema Nacional de Salud. El saldo se refleja en las cifras dadas
a conocer por el CONEVAL: 15.6 millones de personas se han sumado a
la carencia por acceso a servicios de salud.
Además,
una proporción importante de los pacientes que se atienden en los
sistemas públicos
de salud (IMSS, ISSSTE, PEMEX, SEMAR, IMSS-Bienestar) no están
teniendo acceso efectivo a los medicamentos que requieren para
mejorar su estado de salud.
Detectamos
reducciones en el presupuesto a programas destinados a la población
sin seguridad social. En particular, el programa IMSS-Bienestar
tendrá una
disminución
real
del 17%. Por su parte, el presupuesto destinado a medicamentos
gratuitos solo aumentará en 0.6%; los programas de prevención del
IMSS tendrán
una reducción
del 10%, y los de la Secretaría de Salud tendrán
aumentos mínimos.
Por todo ello, se ve lejana la meta de tener un sistema de salud como
el de Dinamarca;
exigimos
que en 2023 se reorienten recursos -por lo menos- para cumplir con lo
básico: instalaciones dignas, médicos especialistas, abasto de
medicamentos, quimioterapias y vacunas suficientes.
El
llamado de COPARMEX para 2023
Desde
Coparmex estamos convencidos que hay acciones concretas que puede
llevar a cabo el gobierno federal para potencializar nuestro
crecimiento económico y social.
-
Nearshoring
y los beneficios del T-MEC.
La
reestructura de las cadenas de suministro que están ocurriendo a
nivel global nos ofrece una ventana única
para atraer inversión
y aprovechar las ventajas comparativas que nos otorga el T-MEC. Para
ello, debemos de contar con las condiciones necesarias para brindar
confianza. Se requiere mandar mensajes contundentes de certidumbre y
respeto al Estado de Derecho.
Entre ellos, la pronta resolución de las Consultas en materia
energética y permitir la competencia en este sector.
-
Incentivos
para la formalidad.
Se han llevado a cabo varios esfuerzos por mejorar las condiciones
del empleo formal, como el incremento al salario mínimo, el
incremento a las contribuciones patronales a las pensiones y las
vacaciones dignas. Sin embargo, esto tiene que ser acompañado de
una política
pública
de incentivos fiscales que promuevan la generación de empleo formal
para que más mexicanos puedan disfrutar de estos beneficios. Más
aún,
cifras del INEGI muestran que la productividad en la formalidad es
cuatro veces mayor a la informalidad. Transitar a la formalidad
permitirá ampliar nuestro crecimiento potencial.
-
En
materia política,
respeto a la ley y a la democracia.
Una señal
poderosa que debe enviar México al exterior es que damos pasos al
frente en materia democrática; que tenemos una sociedad que puede
pensar distinto y que se respeta en el disenso. México pierde si se
viola la ley, si se manipulan las elecciones o si se abre la puerta
a la injerencia política de la delincuencia. El voto libre y
razonado debe garantizarse.
-
Priorizar
de forma urgente los pilares básicos para el desarrollo de la
población: seguridad, educación y salud.
En materia de seguridad, es imprescindible que haya una
reformulación
de la política
y la estrategia. No debe suplantarse ni abandonarse el desarrollo de
las policías estatales y municipales. Las instituciones civiles de
la policía a nivel local deben robustecerse, pues son junto con las
Fiscalías, quienes están facultadas para interactuar con la
población civil, prevenir los delitos, la violencia y llevar a cabo
investigaciones y procedimientos legales de los delitos del fuero
común que más impactan a los ciudadanos.
En
materia educativa, más
que el impulso de nuevos planes y programas, la clave está en
revertir el impacto de la pandemia en materia de abandono escolar y
la pérdida de aprendizaje. La inversión en la capacitación docente
y en la infraestructura educativa es clave.
En
salud, es momento de dejar de lado la improvisación, la vida y salud
de las personas debe estar al centro. Dotar de presupuesto suficiente
al sector es clave sin dejar de lado el enfásis en la prevención.
Este
2023 se anticipa lleno de desafíos pero con generosidad, sensatez,
apostando a la unidad de los mexicanos y con visión de largo plazo,
podremos superarlos. Desde COPARMEX seguiremos impulsando nuestra
propuesta de Modelo de Desarrollo Inclusivo con la finalidad de
construir un México para todos, en el que nadie se quede fuera.
Estamos seguros que el
antídoto
a la polarización es el diálogo, la escucha, es tender puentes de
comunicación y de construcción. Por ello externamos
nuestra total disposición para sumar, dialogar y lograr acuerdos por
el bien de las familias mexicanas. Lo reiteramos: Nadie es mejor que
todos juntos.