Cabe destacar, en
sentido positivo, que las estimaciones preventivas fueron - 35.2%
menores (vs. 4T19), lo cual obedece, principalmente, a que en el 2T20
la institución bancaria ya había realizado reservas prudenciales
por $3,915mdp, con el fin de mitigar el impacto de la pandemia. Al
mismo tiempo, la reducción refleja menores reservas por parte del
banco para la cartera hipotecaria, debido a su eficiente desempeño.
Hacia adelante, anticipamos que el nivel de provisiones permanezca
relativamente estable, especialmente a partir del segundo semestre
cuando exista menor incertidumbre respecto a las medidas contra la
pandemia.
Los ingresos no
financieros vieron un decremento anual de -2.5%, en parte por un
menor impulso del resultado por intermediación, pero es alentador
que secuencialmente se comienza a ver una recuperación de las
comisiones cobradas. Por otro lado, los gastos de administración se
incrementaron 7.3%, que se debe, primordialmente, a los gastos de
tecnología, que continúan siendo una parte crucial para la
transformación digital del banco, así como por un incremento en
sueldos y beneficios. Con lo anterior el resultado operativo del
trimestre fue de $7,071 mdp (un incremento de 5.4%) principalmente
por menores provisiones a las anticipadas. La utilidad neta cerró
arriba 11.5% en $5,480 mdp.
Cartera de crédito
registra decremento
Los ingresos por
intereses disminuyeron -15.9% (vs. 4T19), lo cual se debe,
principalmente, a la disminución de la cartera de crédito y las
reducciones a las tasas de interés. Sin embargo, las menores tasas
de interés también fueron la primordial razón para que los gastos
por intereses disminuyeran -30.7%. Con esto el margen financiero se
situó en $16,272 mdp o -2.7% menor, lo cual implica un MIN de 4.5%
(vs. MIN 5.4% 4T19).
En cuanto a
rentabilidad, el ROE cerró en 14.1% (vs. 14.1% 4T19) y el ROA en
1.2% (vs. 1.4% 4T19). Si bien la rentabilidad es baja, anticipamos
que muestre una recuperación, especialmente en la segunda mitad del
año. La utilidad acumulada del 2020 fue de $20,154 mdp, -5.5% menor
a la del 2019, el ROA y ROE anual fueron de 1.2% y 13.5%,
respectivamente.
En el 4T20 Santander
México reportó disminuciones en ingresos financieros de doble
dígito, sin embargo, consideramos que el reporte fue positivo en
cuanto a resultados, ya que, gracias a un decremento en las
estimaciones preventivas para riesgos crediticios, la utilidad neta
sorprendió al alza registrando un incremento de 11.5%. Por otro
lado, la cartera de crédito total registró un decremento de -1.5%
anual, lo cual no es alentador; con los créditos empresariales
viéndose afectados, mientras que los hipotecarios muestran
resiliencia.
La cartera de
crédito total decreció -1.5%, extendiendo la tendencia negativa de
los créditos de la institución, como consecuencia de las
restricciones implementadas para mitigar el impacto de la pandemia.
Adicionalmente, resalta que los créditos a la actividad empresarial
o comercial, que representan el 47.7% del portafolio, mostraron una
caída de -7.7% vs. 2019. Esto posterior al impuls o
que recibió en el
1T20, dada la búsqueda de liquidez por parte de las empresas.
Asimismo, los bancos
se han enfocado en la calidad de la cartera, siendo muy rigurosos
respecto al otorgamiento de créditos.
Por otro lado, los
créditos a la vivienda han demostrado resiliencia consistentemente a
lo largo del año, teniendo un incremento anual de 13.3%, con lo cual
ya representan el 24.2% de la cartera vigente. Destaca que los
créditos hipotecarios, al igual que los automotrices, registraron
niveles de originación
históricamente
altos, la empresa anticipa que estos créditos registren crecimientos
de doble dígito en el 2021.
A diciembre, los 600
mil clientes inscritos al programa de apoyo, que representan $191 mil
mdp en créditos, deberían de estar realizando pagos; de acuerdo con
la empresa 75% están al corriente de sus pagos, 16% están
reestructurando y 9% tienen un retraso en sus pagos. Las cifras no
son tan elevadas como lo que se ha visto de otras instituciones del
sistema, incluidos algunos de sus competidores ,
por lo que el
porcentaje de pagos tendrá que ver una mejora para generar mayor
certeza respecto a esta porción de la cartera.
La cartera de
crédito vencida registró un incremento de 32.9%, como resultado del
impacto por la pandemia y por la finalización del plazo de los
criterios contables especiales. Esto situó al Índice de Morosidad
(IMOR) en 3.1% (vs. 2.3% 4T19); el banco considera que llegará a su
nivel máximo en el 2T21. Mientras tanto, el índic e de cobertura se
situó en 116.9%. Ambos índices comienzan a reflejar el impacto de
la crisis mundial y, si bien es comprensible y están en niveles
relativamente saludables, están más afectados que el promedio del
sistema.
Finalmente, cabe
resaltar que el banco cuenta con una posición saludable en cuanto a
capital y liquidez, como lo reflejan su Coeficiente de Cobertura de
Liquidez (CCL) y el Índice de Capitalización (ICAP). El CCL es de
312.98% , mientras el ICAP es de 19.01%, ambos en niveles sumamente
sólidos, cómodamente por encima de los mínimos requeridos . La
institución en sus expectativas para el año, comenta que estos
deberían mantenerse en niveles superiores a los requeridos.
Recomendamos
MANTENER
El tamaño de la
cartera de Santander, así como la calidad de ésta, genera mayor
confianza en estos momentos de incertidumbre global. Pero, aun cuando
hubo un impulso a la cartera de crédito por los créditos
empresariales en marzo y abril, en el largo plazo se refleja una
desaceleración; el enfoque actual debe ser justamente sobre la
calidad de los activos, misma que ha sido mantenida en niveles
saludables. Destaca que el desempeño en la cartera hipotecaria se
muestr a resiliente por los esfuerzos en promover este tipo de
productos. Debido al entorno de reducciones a las tasas de interés,
consideramos que los ingresos seguirán viéndose presionados a la
baja, por lo que esperamos continúen disminuyendo los márgenes
financieros. Adicionalmente, se continuará reflejando un impacto en
el
margen ajustado por
estimaciones preventivas para poder hacer frente al COV ID, aunque
secuencialmente estas podrían ver una normalización por las
provisiones adicionales realizadas en el 2020. Por su parte, el
control de gastos puede encaminar hacia resultados operativos más
saludables , apoyados por el hecho de que Santander finalizó su plan
de transformación digital (de tres años) , sin
embargo, esto no
significa que hayan frenado la inversión, al contrario, siguen
esforzándose en brindar una mejor experiencia digital y ampliar sus
productos . Es alentador que sus clientes digitales sigan
incrementando. Consideramos que los niveles de rentabilidad
permanecen por debajo de algunos de sus principales competidores, y
será complicado elevarlos en el entorno actual, por lo que tendrán
que enfocar sus
esfuerzos en mejorar constantemente la operatividad del negocio sin
descuidar la calidad de los activos. En cuanto a la valuación de la
emisora el P/VL se encuentra en 0.9 veces (vs. 1.2x promedio de tres
años). Por tanto, reiteramos nuestra recomendación de MANTENER con
un mismo Precio Teóric o para el 2021 de $23.90 pesos por acción.
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