- La mitad del país está en riesgo de quedarse sin abasto de agua.
- Al menos 20 entidaes del país en una situación grave por estrés hídrico.
- El Estado mexicano signó los objetivos de la Agenda 2030 con la ONU que busca armonizar y dar sostenibilidad a los asentamientos humanos.
Prácticamente la mitad del
país está en riesgo de quedarse sin abasto de agua para el consumo
humano debido a la situación “extrema” que se vive por el estrés
hídrico, así lo alertó la Confederación Nacional de Profesionistas y
Jóvenes de México (Conapro).
Su presidente, el ingeniero
Silvio Octavio García Rodríguez expuso que “la extracción excesiva del
líquido ocasiona que se agoten (o desaparezcan) manantiales, lagos,
humedales; o disminuya, el flujo base en ríos; y que se abata el nivel
del agua subterránea”.
En el marco de la pandemia
que se vive por el Covid-19, García Rodríguez explicó que el Estado
mexicano está obligado a garantizar a toda la población del país el
acceso al agua para el consumo humano, por lo que alertó a las
autoridades del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador
actuar en consecuencia.
Un estudio de la
Conapro revela que Baja california Sur, Guanajuato, ciudad de México,
estado de México, Aguascalientes, Querétaro, Zacatecas, Chihuahua,
Hidalgo, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Morelos, Jalisco y Tamaulipas,
están clasificados con un estrés hídrico “extremadamente alto”.
“Con una
calificación “alta” se encuentran las entidades de Colima, Tlaxcala,
Baja California, Michoacán, San Luis Potosí, Coahuila, Puebla y Durango.
“El efecto del estrés hídrico es como imaginar un popote en una esponja
con líquido en su interior. Al succionar por el popote el agua y no
ponerle más líquido, la esponja simplemente se seca. Ese es el efecto
que tenemos hoy en día”.
El ingeniero hizo énfasis
en que “el agua es un recurso indispensable para la vida, para un sinfín
de actividades económicas y culturales, como para sostener el
equilibrio natural dentro de los grandes centros urbanos.
“La urgencia es dar orden
o, al menos, manejar ese mundo urbano cuya lógica territorial se expresa
alrededor de centros industriales, pero sobre todo de ecosistemas y
patrimonios naturales que representan un motor del progreso de alta
importancia”, expresó.
Tan sólo la Comisión
Nacional del Agua (Conagua) identificó 653 acuíferos correspondientes a
37 regiones hidrológicas, que a su vez están agrupadas diez en 13
regiones hidrológico-administrativas.
“El país recibe
aproximadamente 1 millón 489 mil metros cúbicos de agua al año en forma
de precipitación pluvial. Se estima que 71.6 por ciento se
evapotranspira y regresa a la atmósfera, 22.2 por ciento escurre por los
ríos o arroyos. Apenas el 6.2 por ciento restante se infiltra al
subsuelo de forma natural y para la recarga.
En este sentido, el
deterioro de la calidad del agua en numerosos acuíferos mexicanos ha
sido provocado por la sobreexplotación, la contaminación generada en las
ciudades o zonas agrícolas y la intrusión salina.
“Hay que recordar que el
Estado mexicano signó los objetivos de la Agenda 2030 que impulsa la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) que entre otros, busca
armonizar y darle sostenibilidad a los asentamientos humanos afín de
preservar, cuidar y dar tratamiento al uso de los recursos naturales,
específicamente del agua”, dijo.
Con esta tendencia, en
próximo años quedaremos expuesto a depender de agua para consumo humano
de otras naciones o, incluso de otras formas para su recaudación, como,
por ejemplo, retener el agua de lluvia.