- Las emisiones globales de CO2 aumentaron en 2017 después de un período de estabilización de tres años.
- Todavía es posible mantener el calentamiento global por debajo de 2°C, pero la posibilidad técnica de lograr la meta de 1.5°C está disminuyendo.
- Si la brecha de emisiones no se cierra antes de 2030, es extremadamente improbable que se pueda alcanzar el objetivo de temperatura de 2 °C.
París, 27 de noviembre de 2018.-
Los
 Estados deben triplicar la ambición de sus compromisos climáticos para 
poder limitar el calentamiento global
 en 2°C a finales de siglo, como lo establece el Acuerdo de París, 
revela un informe de ONU Medio Ambiente presentado hoy en París.
Si
 la comunidad internacional se propone ir más allá y alcanzar el 
objetivo de 1.5 °C para mantener al planeta en un entorno
 climático seguro, entonces la acción de los compromisos nacionales 
deberá ser cinco veces mayor a la prometida hasta el momento, concluye 
el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2018.
El
 reporte muestra que en el año 2017 las emisiones de gases de efecto 
invernadero volvieron a aumentar después de tres
 años de estabilidad y destaca la necesidad de que comiencen a disminuir
 antes de 2030 para garantizar el cumplimiento del objetivo de 2°C.
Si continúan las tendencias actuales el calentamiento global será de 3 °C para finales de siglo y a partir de entonces será
 aun mayor, indica el estudio.
El
 informe principal de ONU Medio Ambiente evalúa cada año la llamada 
"brecha de emisiones", es decir, la disparidad entre
 los niveles de emisiones previstos en 2030 y los niveles requeridos 
para cumplir con los objetivos de 2°C / 1.5°C. Constituye el análisis 
más reciente sobre los esfuerzos nacionales de mitigación y la ambición 
presentada por los países en sus Contribuciones
 Determinadas a Nivel Nacional, que son la base del Acuerdo de París.
El
 informe, presentado solo unos días antes del inicio de la 24ª 
Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las
 Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), muestra que en 2017 
las emisiones globales alcanzaron niveles históricos de 53.5 
gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente (GtCO2e) y que no hay evidencias de que vayan a comenzar a disminuir
 en los próximos años.  
Solo
 57 países están en camino de iniciar una tendencia a la baja antes de 
2030, indica el estudio. En general, si se quiere
 poner al mundo en vías a limitar el calentamiento global en 2 °C, para 
2030 las emisiones globales de GEI deben ser aproximadamente un 25 % 
menores que en 2017.
Este
 análisis y una revisión del progreso de los compromisos nacionales en 
virtud del Acuerdo de París dejan claro que el
 ritmo actual de la acción nacional es insuficiente para cumplir los 
objetivos de París. El aumento de las emisiones y la lentitud en la 
acción implican que la brecha de emisiones es ahora más grande que 
nunca.
"El
 reciente informe del IPCC sobre el calentamiento global de 1.5°C activó
 las alarmas de incendio a nivel global. Este
 reporte investiga las causas de ese incendio”, dijo la directora 
ejecutiva adjunta de ONU Medio Ambiente, Joyce Msuya. “La ciencia es 
clara: los gobiernos deben avanzar más rápido y con mayor urgencia. La 
buena noticia es que tenemos a nuestro alcance todos
 los medios para extinguir el incendio”, añadió.
Si
 bien los autores resaltan que todavía existe la posibilidad de cerrar 
la brecha de emisiones y mantener el calentamiento
 global por debajo de 2 °C, la evaluación emite una advertencia clara: 
el tipo de acción drástica y a gran escala que necesitamos con urgencia 
aún está por verse.
Para llenar este vacío, el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2018 ofrece una nueva perspectiva sobre las acciones requeridas
 para cumplir los objetivos climáticos.
Los autores ofrecen una hoja de ruta para implementar medidas transformadoras en la política fiscal, el campo de la innovación
 y la acción climática del sector privado y subnacional, de la cual el informe hace una revisión exhaustiva.
Gobiernos
 municipales, estatales y regionales, empresas, inversores, 
universidades y organizaciones de la sociedad civil
 cada vez se comprometen más con la acción climática audaz. Estas 
instituciones son cada vez más reconocidas como un elemento clave para 
lograr los objetivos globales. Aunque las estimaciones sobre el 
potencial de reducción de emisiones de estos sectores varían
 ampliamente, algunos mencionan hasta 19 GtCO2e para 2030, lo que sería suficiente para cerrar la brecha en 2°C.
Este escenario, acompañado por una política fiscal cuidadosamente diseñada, tienen un potencial aún mayor.
"Cuando
 los gobiernos adoptan impuestos a los combustibles fósiles y medidas de
 política fiscal para subsidiar las alternativas
 de bajas emisiones, pueden estimular las inversiones correctas en el 
sector energético y reducir significativamente las emisiones de 
carbono", dijo Jian Liu, Científico Jefe de ONU Medio Ambiente.
“Afortunadamente,
 el potencial de usar la política fiscal como un incentivo es cada vez 
más reconocido. Ya están implementadas
 o programadas 51 iniciativas de fijación de precios del carbono que 
cubren aproximadamente 15% de las emisiones globales. Si se eliminaran 
todos los subsidios a los combustibles fósiles, las emisiones globales 
de carbono podrían reducirse hasta 10% para 2030.
 También es esencial establecer el precio correcto del carbono. A US$ 70
 por tonelada de CO2, en algunos países es posible reducir las emisiones hasta 40%", añadió Liu.
Estas
 alternativas mejoran cuando los gobiernos adoptan soluciones 
innovadoras. El informe describe cinco principios clave
 para acelerar la innovación baja en carbono, entre estos, la absorción 
de riesgos por parte del sector público para hacer posible la 
comercialización de tecnologías.
El noveno Informe sobre la Brecha de Emisiones fue preparado por un equipo internacional de científicos destacados que evaluó
 toda la información disponible, incluida la publicada en el contexto del Informe especial del IPCC.
 
