Autor: Juan Luis Ordaz, director de Estudios Económicos Banamex
Diciembre marca el arranque de una de las tradiciones más vibrantes y esperadas del calendario mexicano: las posadas decembrinas. Entre posadas, preposadas, cenas, reuniones familiares y encuentros con amigos, el ambiente festivo se adueña de las ciudades a partir del 16 de diciembre y alcanza su punto culminante el 24 con la cena de Navidad.
Más allá de su trasfondo espiritual, esta temporada se ha convertido en un símbolo de unión, convivencia y reconciliación familiar.
Sin embargo, el entusiasmo de este maratón de posadas suele venir acompañado de un riesgo silencioso: el gasto impulsivo. La emoción del momento facilita que la cartera se abra más de la cuenta, y por ello planear con inteligencia cada celebración se vuelve clave para disfrutar sin comprometer las finanzas de enero. Aquí una guía práctica para que tus posadas sean memorables… y amigables con tu presupuesto.
1. Planea en colectivo: la clave está en compartir
Organizar una posada, por ejemplo, no tiene por qué recaer en una sola persona. Elaborar una lista de insumos velitas, vasos, comida, decoración, piñata, ponche y repartir responsabilidades permite optimizar recursos y evitar duplicar gastos. Además, la organización conjunta fortalece la convivencia incluso antes de que empiece la fiesta.
2. Aprovechen talentos y recursos del grupo
¿Hay un chef aficionado en el equipo? ¿Alguien con espacio suficiente para recibir al grupo? ¿Una persona que disfruta decorar? Repartir tareas según habilidades no solo reduce costos, sino que convierte la organización en una dinámica más eficiente y divertida.
3. Usa tecnología para coordinar y ahorrar
Las herramientas digitales desde hojas colaborativas hasta chats especializados permiten llevar un control de compras, roles y presupuestos. Organizar con anticipación evita gastos de último minuto y ayuda a visualizar quién aporta qué.
4. Hazlo tú mismo: creatividad que también ahorra
La piñata de siete picos y la decoración navideña son símbolos de identidad cultural, pero no tienen por qué ser costosos. Elaborarlos de manera casera puede ser una actividad divertida, económica y perfecta para involucrar a niñas, niños y adultos.
5. Comida BBB: buena, bonita y barata
El famoso “traje” que cada invitado lleve un platillo sigue siendo uno de los métodos más eficientes para reducir costos. Otra alternativa es comprar ingredientes al mayoreo en mercados, donde los precios suelen ser más competitivos. Y aunque los desechables pueden parecer prácticos, su impacto ambiental los convierte en la opción menos recomendable.
6. Si hay intercambio, que sea creativo
Los regalos no siempre son el centro de la celebración. Dinámicas como el “robo de regalos” o el intercambio de “roperazo” convierten lo cotidiano en risas y diversión, demostrando que lo importante es la experiencia, no el precio.
7. Hazlo memorable sin gastar de más
El peregrinaje tradicional para pedir posada, trivias navideñas, juegos en equipo o un set de fotos con decoraciones caseras pueden transformar una reunión sencilla en un recuerdo entrañable. La creatividad, más que el presupuesto, es la protagonista.
En estas fechas, ahorrar no significa restar magia. Al contrario: el espíritu de las posadas recuerda que la verdadera abundancia no se mide en lujos, sino en los buenos deseos y la compañía de quienes más queremos.
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