BP/146-20.
Monterrey, N.L., a 4 de junio de 2020.
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Se establecen canales de comunicación y coordinación con todas las
dependencias involucradas en la captura y liberación de estos animales.
Como respuesta ante
la situación reciente que se ha presentado en el área metropolitana de
Monterrey, Nuevo León, por la presencia constante de osos negros en
estas épocas del año, la Procuraduría Federal
de Protección al Ambiente (Profepa) participó y verificó el manejo de
ejemplares de esta especie para liberarlos en su hábitat natural.
El 25 de mayo, la
Delegación de la Profepa recibió el reporte de la presencia del ejemplar
arriba de un árbol dentro de una escuela primaria en el Municipio de
Guadalupe.
De manera
inmediata, activó el Protocolo de Vida Silvestre, en conjunto con la
Dirección de Protección Civil del Municipio, personal de Parques y Vida
Silvestre de Nuevo León (PVSNL) y de la Facultad de Medicina
Veterinaria Zootecnia de la Universidad Autónoma de Nuevo León para
llevar a cabo la captura, contención, manejo y liberación del ejemplar
de vida silvestre.
Se trataba de un
oso negro macho juvenil con un peso aproximado de 85 kg, al cual se le
colocó un arete de identificación con un micro chip para su
localización.
Posteriormente, con
el apoyo de estas instituciones, se trasladó a la Sierra de Picachos en
el Municipio de Higueras, donde fue liberado.
A mediados de mayo,
derivado de quejas vecinales, personal de Parques y Vida Silvestre y
del Laboratorio de Fauna Silvestre de la Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, de la UANL, colocaron una trampa
en el interior de un domicilio de la citada colonia en atención, sobre
otro oso que merodeaba por la zona y se introducía a los patios de sus
domicilios, causando destrozos y el subsecuente peligro que representa
un depredador en contacto con la población.
Se observó al
ejemplar de oso, macho, de 57 kg, sin marcaje de identificación, de
aproximadamente 2 años de edad, y sin aparentes lesiones o enfermedades,
por lo que se procedió a darle el manejo correspondiente,
toma de muestras físicas, sanguíneas y de ectoparásitos, y se le colocó
marcaje mediante arete de identificación en la oreja, así como un
microchip, lo anterior en cumplimiento a lo establecido en la Ley
General de Vida Silvestre.
Una vez habiéndose
restablecido, se liberó en un sitio que conecta directamente con el área
silvestre de la Sierra Madre Oriental.
El Protocolo de
Vida Silvestre busca dar respuesta inmediata, evaluar la situación y en
caso de ser necesario realizar el manejo de
los ejemplares. Al ser frecuentes su presencia y relación con la
población civil, se establecen canales de comunicación y coordinación
con todas las dependencias involucradas.
En México, el oso negro (Ursus americanus)
es la única especie de la familia Ursidae aún presente en el país. Y la
subespecie que se distribuye en esta parte del estado se encuentra
listada en la Norma
Oficia Mexicana, NOM-059-SEMARNAT-2010, en la categoría En peligro de
extinción (P).