Muchas gracias y muy buenos días tengan todas y todos.
Es muy simbólico el presídium y la firma que acabamos de hacer, porque por un lado acabamos de firmar con Citlalli Hernández, y el convenio marco es una ratificación de lo que firmamos en su momento con INMUJERES. INMUJERES, un instituto que durante muchos años funcionó en nuestro país, pero hoy firmamos con una nueva secretaría de Estado.
Un gobierno, a final de cuentas, también en su diseño institucional determina cuáles son sus prioridades, cuáles son sus tareas más importantes. Y la Presidenta Claudia Sheinbaum ha creado esta Secretaría de las Mujeres, que además preside una compañera de muchos años, de mucha lucha y con un compromiso inquebrantable por las mujeres en México, que es Citlalli. Entonces, gracias Citlalli, una institución con 83 años firma con una institución casi recién nacida, pero con una fuerza impresionante.
Y también el hecho de que esté el doctor Rafael Olivos y toda la representación sindical, porque muchas veces y lo vemos todo el tiempo, estos convenios, estos ejercicios se firmaban, se hacían eventos, nos tomábamos un foto, y después pasaba poco o no pasaba nada.
Entonces el hecho de que en todos estos ejercicios se sume el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social habla de también de los procesos de cambio al interior del Sindicato, pero también de la posibilidad de materializar lo que se acaba de firmar: acciones específicas, cambios de cultura, nueva maneras de entender también el mundo laboral. Rafa muchas gracias, doctor Olivos muchísimas gracia también a ti.
Y desde luego a todo nuestro presídium como ya se ha mencionado de las nueve direcciones normativas, hoy cuatro son dirigidas por mujeres. Están aquí tres: Norma Gabriela López Castañeda, nuestra directora Jurídica, la doctora Alva Santos Carrillo, directora de Prestaciones Médicas, Claudia Vázquez Espinosa, directora de Innovación y Desarrollo Tecnológico, sólo nos faltó Luisa Obrador que está en Yucatán, nuestra directora de Incorporación y Recaudación.
Pero también quiero destacar la presencia y el trabajo de Marcela Velázquez Bolio, nuestra titular de la Unidad de Derechos Humanos, que ha hecho posible el trabajo, la vinculación y empatar los propósitos de la Secretaría de las Mujeres y de todo el esfuerzo del Gobierno federal para hacer lo nuestro en el IMSS, muchas gracias Marcela.
Y bueno, desde luego a todas y a todos, la secretaria de las Mujeres de la Ciudad de México, va hacer importante que esto lo repliquemos por todo el país así como lo estamos haciendo aquí en la ciudad.
Y el día de hoy, estoy seguro que muchas, seguramente muchos también, pero muchas de ustedes recordaran lo que significa Apgar, esta prueba clínica que se le hace a los recién nacidos, pues aquí hay médicas, médicos también, desde luego enfermeras, enfermeros, todos los que nos dedicamos a temas de la salud, mamás, que recordar que desde hace más de 60 años se utiliza esta prueba. Y Apgar lo que hace es medir la resistencia, la adaptabilidad, de los recién nacidos a el mundo extrauterino.
Y en México durante muchos años se pensaba, o se piensa y se utiliza, la idea de que Apgar es el acrónimo de apariencia, pulso, gesticulación, actividad y respiración, y que eso significa Apgar, incluso generalmente se escribe con mayúsculas. Sin embargo, lo cierto es que es el apellido de Virginia Apgar, una mujer que quería ser cirujana que se lo impidió los dichos de los hombres que le decían: “Nadie lo logra”, decidió dedicarse entonces a la anestesia, fue anestesióloga, después también pediatra, y creó esta prueba que es uno de los elementos que se han comprobado más ayudó a disminuir la muerte infantil.
Y la traigo a la memoria el día de hoy porque la historia de Virginia Apgar es una de las muchas que utiliza Claudia Goldin, la economista Premio Nobel de Economía del 2023, en una amplísima investigación que hizo sobre la incorporación de las mujeres al mundo laboral. Y su conclusión es algo que muchos y muchas, sobre todo muchas sabemos.
Las mujeres para desarrollar un trabajo o para aspirar a tener una carrera que les traiga no solamente ingresos, sino también la satisfacción de poder ejercer lo que estudiaron, se veía siempre ante la terrible, terrible disyuntiva de tener que elegir entre eso o tener una familia.
Y ella hace apenas dos años con mucha investigación, con muchos datos logró demostrar que a pesar de los avances que ha habido de las mujeres para acceder ateneas de educación, sobre todo universitaria y técnica, a pesar de que hay mayores niveles también de participación en el mercado laboral y que la ciencia ha permitido postergar la maternidad, las mujeres siguen percibiendo menores salarios, mayores obstáculos para obtener los mejores trabajos y esta terrible tensión entre cuidado de los demás o entrega a su carrera.
Y Claudia Goldin explica, explora, a cinco generaciones distintas de mujeres y ver qué es lo que pasó con ellas. Muchas de ellas pioneras, transformadoras, revolucionarias, equilibradas y líderes. Y cada una enfrentó un contexto distinto.
Por eso, es importante identificar ¿Cuál es el contexto que estamos viviendo el día de hoy en nuestro país?
Como las tendencias en el mundo han ido cambiando, como las mujeres a la hora de poder ampliar su vida laboral hasta el momento de tener hijos como ocurría antes. Hoy tenemos el gran y enorme reto de que, ninguna mujer tenga que sacrificar ni la maternidad, ni la aspiración de tener una familia por optar por un trabajo o al revés, tener que abandonar a la familia para poder elegir el trabajo.
Y es mucho de lo que se trata el Segundo Piso de la Cuarta Transformación, es lo que ha planteado la doctora Claudia Sheinbaum. Si en el primer piso se pusieron cimientos mínimos de igualdad para sacar a gente que vivía en la pobreza extrema o en la pobreza laboral para poder atender regionalmente a partes del país que durante muchos años habían estado abandonados de las inversiones públicas, sobre todo en obras, el segundo piso veámoslo como los acabados, la segunda derivada, el siguiente paso.
El primero estuvo muy bien definido con ese emblema que se convirtió en una nueva forma de ejercer el poder “por el bien de todos, primero los pobres”, pero hoy es muy claro y evidente que por el bien de todos, primero las mujeres. Y lo digo, no solamente como un discurso, sino como una identificación clara de lo que debe de lo que debe de pasar para que el país siga creciendo económicamente.
Ahí están todos los estudios, sobre el mercado formal mexicano que muestra que seis años después del primer hijo, las mujeres experimentan una penalización salarial del 24 por ciento y una caída del 16 por ciento en la formalidad.
Otros informes que encuentran brechas de entre 17 y 22 puntos en la tasa de empleo entre mujeres con hijos y mujeres sin hijos, lo que significa una desventaja frente a los hombres. Y peor aún, y recientemente lo vimos en el Seguro Social.
La participación de las mujeres en el mercado laboral logra apenas un porcentaje del 46.7 por ciento, es decir, solo 46.7 por ciento de las mujeres que podrían estar en el mercado laboral lo están. El número de los hombres es el 75.7 por ciento.
La buena noticia, también, es que se ha demostrado como la incorporación de las mujeres al mercado laboral, generar las condiciones para que puedan ejercer un trabajo y desarrollar una carrera están muy claras, y tienen que ver con el sistema de cuidados.
Por eso no me parece que sea ninguna casualidad que en su primer evento de campaña, en su primer discurso en marzo del año pasado la Doctora Claudia Sheinbaum, allá en Ciudad Juárez, hiciera uno de los primeros compromisos de su gobierno: la creación de un sistema de cuidados con mucho enfoque en las conocidas, hasta entonces, como guarderías.
Y después durante la transición y los primeros meses del gobierno, con la secretaria Citlalli Hernández y con todo el equipo de la doctora, se estuvo pensando cuál era el mejor modelo. Y afortunadamente se decidió que fueran los CECI, los Centros de Educación y Cuidado Infantil. Pero regresar la prestación directa a los y las trabajadoras del IMSS.
¿Por qué es esto? Primero, porque no debe de volverse a ver el sistema de cuidados como una mercancía o como un negocio que puede tener alguien con una casa grande que no está ocupando y que puede ahí establecer una la guardería del IMSS, sino como el verdadero motor de la incorporación de las mujeres al mercado laboral.
¿Por qué? Porque estarán en los lugares en donde necesitan estar, cerca del lugar donde trabajan las mujeres, ahí en donde hay derechohabientes y potenciales derechohabientes que por diferentes razones no han podido optar.
Tener hijos no debe de ser jamás una cadena, el trabajo que se hace también en el hogar, en términos de cuidados de otras personas de la familia, tampoco.
Por eso los planteamientos que ha hecho la Presidenta, la beca, perdón, bueno también la beca para niñas y niños de primaria, pero también la disminución de la edad para la pensión de adultos mayores, el programa de Casa por Casa.
Pero insisto, los CECI pueden ser la mejor inversión que haga el país y puede expresarse no solamente en mujeres en el mercado laboral, sino en crecimiento económico que tanto necesitamos en un momento de incertidumbre global.
Por eso gracias a Citlalli fue parte fundamental en este nuevo diseño, en esta nueva conceptualización.
Y ayer lo decíamos en “La Mañanera”, tenemos 200 CECI de prestación directa del IMSS en planeación, pero son mil la meta de lo que tenemos que lograr para que realmente se conviertan en ese motor de la incorporación de las mujeres al cumplimiento de sus sueños, el de la familia, sí, pero también el de la carrera, el de la profesión, el del trabajo.
Y creemos que es clave que como parte de este nuevo convenio se incorporara el Sistema Nacional de Cuidado y también la promoción de la Cartilla de las Mujeres. Y lo comparo un poco con lo que ocurrió durante muchos años en nuestro país con la vacunación.
La vacunación como un método preventivo, nació y creció hasta en el último de los consultorios de lo que era antes el IMSS Coplamar y en todos los consultorios del IMSS.
Y esto es también una cartilla, una cartilla de derechos, una cartilla muy poderosa que debe de ser no solamente promovida, entregada por todas y por todos, sobre todo leída por hombres y por mujeres también.
Porque este es un esfuerzo que debemos de identificar como el mayor que puede tener nuestro país para salir adelante, sobre todo en términos laborales y económicos.
Por eso, amigas y amigos, es verdaderamente emocionante que el trabajo de tantos meses se concrete en un acto tan simple como plasmar una firma.
Lo que viene, el trabajo que está por venir es en el que demostraremos el tamaño de nuestra fuerza. Y sobre todo, la congruencia, la lealtad, la alineación que tenemos con un gobierno como el de la doctora Claudia Sheinbaum. Ella lo ha dicho:
"Las mujeres en México deben de saber que pueden ser lo que quieran."
Como ella es una Presidenta con A, lo hemos planteado nosotros, tenemos que convertirnos también en ese IMSS con A. Un IMSS que además, desde su origen lo tenía marcado en su destino y en su símbolo: un águila que abraza a una mujer que amamanta a su hija y que se representa al final el porvenir de nuestra nación.
Muchas felicidades, gracias a todas y a todos y que tengan buen día.
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