Vocero:
Carlos Buenfil, Chief Stategy Officer de Dentsu Creative México
La reciente controversia en México en torno
a la película Emilia Perez, dirigida por Jacques Audiard,
y la parodia Johanne Sacrebleu, de Camila Aurora González, es más que un simple debate cinematográfico: es un reflejo del Activismo Social Creativo emergente en la sociedad mexicana y que las
marcas deben de considerar si desean ser relevantes culturalmente.
De acuerdo con Carlos Buenfil, Chief Stategy Officer de Dentsu
Creative México; la parodia Johanne Sacrebleu, que en menos de dos semanas
tenía más de 2.5 millones de visualizaciones en YouTube, busca responder de
manera satírica a la incomodidad causada
por Emilia Perez. Este fenómeno de protestar creativamente y lograr el apoyo masivo principalmente a
través de las redes sociales es lo que llamamos Activismo Social Creativo
y no se limita al séptimo arte; se manifiesta en
diversas expresiones culturales que van desde memes satíricos contra la gentrificación en ciudades, como la CDMX, reclamando
por las “salsas que ya no pican”, hasta ingeniosas críticas digitales dirigidas a las políticas antimexicanas del nuevo presidente de Estados Unidos.
Estas manifestaciones no son meros destellos virales, sino síntomas de un cambio profundo en el paradigma sociocultural en América Latina, donde estamos siendo testigos de una transformación ideológica en la que el Norte Global —representado por Estados Unidos y Europa— está dejando
de ser el faro aspiracional hegemónico. En su lugar, surge un renovado orgullo
por lo local, una reivindicación de la identidad cultural que encuentra eco,
principalmente, entre los millennials más jóvenes y la generación Z.
Estas generaciones no solo están
redescubriendo sus raíces: las están reinterpretando para construir narrativas
auténticas que desafían los estereotipos y valorizan lo propio,
teniendo como uno de los símbolos más visibles y globales de este cambio el
nuevo disco de Bad Bunny, “DeBÍ TiRAR MáS FOToS”,
con un discurso
político de protesta envuelto en un producto creativo musical que ha sido
masivamente apoyado por los jóvenes latinoamericanos y pone de manifiesto que
el entretenimiento, la cultura, la política y el marketing están más
entrelazados que nunca.
Para las marcas, este escenario representa tanto un desafío como una oportunidad. El caso de Cinépolis,
enredado en la
polémica de Emilia
Pérez debido a que sus clientes reclamaron la devolución de
su dinero escudados en la Garantía Cinépolis, ilustra cómo los detalles son
relevantes en términos de conexión cultural con la audiencia, ante esto, es
imperante no subestimar las reacciones adversas que se pueden desencadenar en
el público. No se trata de evitar controversias a toda costa, sino de entender
el contexto sociocultural en el que operan y participar en las conversaciones
con autenticidad y respeto.
En este contexto, aunque cada marca debe de realizar un análisis específico tomando en cuenta sus propios objetivos, las características de sus consumidores y su
rol en la cultura, hay principios básicos que se pueden tomar en
cuenta para participar exitosamente en las conversaciones culturales y agregar
valor en vez de ser “funados”:
Recomendaciones para las marcas:
1. Escuchar antes de actuar: Las marcas deben monitorear de
forma proactiva el pulso social, entendiendo los matices de las conversaciones
culturales antes de lanzar campañas, promocionar productos o asociarse con
ciertos contenidos.
2. Autenticidad y coherencia: No basta con subirse a las
tendencias. Las marcas deben asegurarse de que sus mensajes sean genuinos y estén alineados con sus valores y con las
realidades de sus audiencias.
3. Diversidad en la toma de
decisiones: Incluir
voces diversas en los equipos de marketing y comunicación ayuda a identificar
posibles puntos ciegos y a construir narrativas más
inclusivas y resonantes.
El Activismo Social Creativo es una manifestación del cambio de época que vivimos. Las marcas que lo
comprendan y actúen con sensibilidad no solo
evitarán polémicas innecesarias, sino que también fortalecerán su relevancia en un mundo cada
vez más consciente y conectado.
Las
marcas no existen en el vacío; son construcciones culturales cuyo valor depende
del significado que la sociedad les atribuye. Al igual que la moda, el lenguaje
y la identidad, están en constante evolución, moldeadas por el contexto y las
conversaciones que definen cada época. En un entorno donde el Activismo Social
Creativo redefine narrativas y desafía estructuras, la pregunta no es si tu
marca debería involucrarse, sino cómo lo está haciendo. Si aún no forma parte
de la conversación, tal vez es momento de diseñar una estrategia cultural que
le dé un lugar en el mundo que viene.
No hay comentarios:
Publicar un comentario