El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó su documento de perspectivas económicas globales (WEO, por sus siglas en inglés), en el cual, el estimado se mantuvo sin cambios respecto al reporte previo en 3.2%. Para 2025, las proyecciones se revisaron ligeramente al alza pasando de una expansión de 3.2% en el reporte de abril a 3.3%. De esta forma se espera que la economía mundial se encamine a un crecimiento modesto en los próximos dos años en medio de un enfriamiento de la actividad en Estados Unidos, debilidad en Europa y un consumo y exportaciones más fuertes en China. El FMI señaló que la inercia en la lucha contra la inflación se está desacelerando, lo que podría retrasar aún más la flexibilización de las tasas de interés y mantener una fuerte presión del dólar sobre las economías en desarrollo. En este sentido, el organismo advirtió sobre riesgos al alza a corto plazo para la inflación a medida que los precios de los servicios siguen elevados en medio del crecimiento de los salarios en el sector intensivo en mano de obra. Adicionalmente, las renovadas tensiones comerciales y geopolíticas podrían avivar las presiones sobre los precios al aumentar el costo de los bienes importados a lo largo de la cadena de suministro. En Estados Unidos, las proyecciones indican que el crecimiento para 2024 sería de 2.6% (2.7% prev.) y 1.9% en 2025 (1.9% prev.), a medida que el mercado laboral se enfría, el consumo se modera y la política fiscal comienza a apretarse gradualmente. De acuerdo con el FMI, para finales de 2025, se prevé que la economía estadounidense retome su senda de crecimiento potencial. En Europa se espera que repunte a 0.9% en 2024 (0.8% prev.) y 1.5% en 2025 (1.5% prev.) luego de haber tocado fondo el año pasado. Este desempeño se deriva de un mayor impulso en los servicios y exportaciones, además de un consumo más fuerte gracias al aumento de los salarios reales y a una mayor flexibilización de las condiciones financieras. Sin embargo, la debilidad en el sector manufacturero persiste y sugiere una recuperación más lenta en países como Alemania. Para China, los crecimientos estimados son de 5.0% (4.6% prev.) y 4.5% (4.1% prev.) para 2024 y 2025, respectivamente. Los ajustes al alza por parte del organismo se deben principalmente a un repunte en el consumo y exportaciones durante el 1T24. Cabe destacar que el FMI prevé que la economía de China se vaya desacelerando continuamente en el mediano plazo hasta un 3.3% para 2029 debido a obstáculos derivados del envejecimiento de la población y la desaceleración en la productividad. En el caso de México, la proyección disminuyó de 2.4% en el reporte previo a 2.2%, por una moderación en la demanda. Finalmente, para 2025 se estima que la economía crecerá 1.6% (1.4% prev.). Las estimaciones para ambos años consideran la política fiscal expansiva en 2024 y el apretamiento fiscal que deberá llevarse a cabo en 2025. Para el FMI, a medida que las brechas de producción comienzan a cerrarse y la inflación retrocede, las autoridades enfrentan dos tareas: 1) perseverar en restaurar la estabilidad de precios y abordar los legados de las crisis recientes y, 2) dejar espacio para que se lleve a cabo la necesaria consolidación fiscal. Sin embargo, los riesgos al alza para la inflación y el poco espacio para la maniobra fiscal dificultan las tareas de las autoridades en el mundo.
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