Los inversores activistas, también conocidos como accionistas activistas, compran una participación relevante en una empresa que consideran de bajo rendimiento y luego ejercen sus derechos para influir en la administración y la junta directiva de esa empresa para realizar cambios que conduzcan a un mayor valor en las acciones de la compañía.
El 2024 un año de oportunidades para el activismo financiero
Durante 2023, los mercados presentaron retornos elevados para los principales índices accionarios, atribuido en gran medida a 7 compañías denominadas “magnificent 7” (Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Nvidia, Tesla y Meta), como consecuencia, los retornos esperados a nivel índice son acotados. Este tipo de distorsiones generan oportunidades interesantes en empresas de menor capitalización y que no pertenecen al sector de tecnología. Las empresas de mediana y baja capitalización no fueron partícipes en la apreciación que mostraron empresas de mayor tamaño, prueba de esto es el índice Russell 2000 que mantiene un claro rezago contra el índice S&P500. Aunado a esto, las expectativas de crecimiento de utilidades en el segmento de baja y mediana capitalización son más atractivas para 2024, y presentan una oportunidad muy interesante dados los descuentos a los que cotizan actualmente. Lo anterior, genera un entorno óptimo para la ejecución del activismo financiero.
El número de activistas en el mercado global ha aumentado desde 2017, debido potencialmente a que los bajos precios de las acciones facilitan a los activistas la compra de participaciones en empresas que creen que pueden mejorar.
Por ejemplo, cuatro grandes empresas como Disney; los gigantes del software Salesforce y Splunk; y el fabricante de juguetes Hasbro; están comprometidas cada una con múltiples inversores activistas.
Forandra Capital, el primer fondo que le permitirá a inversores mexicanos exposición al activismo global
La administradora de activos dirigida por Diego Tarrats, invierte en mercados globales de la mano de activistas (socios Forandra), con el propósito que los inversionistas mexicanos tengan por primera vez exposición al activismo global.
¿Cómo funciona el activismo financiero?
El activismo financiero parece muy simple, pero en realidad es un proceso complejo que requiere una gran visión estratégica en cada paso.
El activista hace un profundo análisis de la compañía y valida que exista una tesis de inversión en la que se pueda mejorar el desempeño a través de su influencia;
Posteriormente, el activista compra una participación considerable en la compañía que usualmente oscila entre el 1% y el 10% de las acciones en circulación.
El activista presenta un plan de acción con el cual tiene la intención de influir en las decisiones estratégicas de la compañía que causaron el bajo desempeño, basándose en un diagnóstico de cuatro puntos clave: asignación de capital, gobernanza, factor ambiental-social y el desempeño operativo.
Finalmente, el activista vende su posición una vez que los cambios impulsados se hayan reflejado en un aumento en el valor de las acciones de la compañía y debido a esto es que los inversores activistas se perciben como inversionistas de alto valor: ganan las compañías, gana el mercado y ganan sus accionistas.
Recientemente Forandra Capital anunció el lanzamiento del fondo denominado “AF1” (Activist Fund 1), con un objetivo total de Inversión por 150 millones de dólares, consolidando así el primer portafolio de inversión activista con ADN mexicano y democratizando el acceso a inversionistas internacionales sofisticados con un apetito de inversión en los mercados de valores de Estados Unidos, Europa y Japón.
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