miércoles, 28 de febrero de 2024

Banco de México. Informe trimestral, octubre-diciembre 2023.

 INFORME TRIMESTRAL En este Informe se analiza la inflación, la actividad económica, el comportamiento de otros indicadores económicos del país, así como la ejecución de la política monetaria del trimestre octubre - diciembre de 2023 y diversas actividades del Banco durante dicho periodo, en el contexto de la situación económica nacional e internacional, para cumplir con lo dispuesto en el artículo 51, fracción II, de la Ley del Banco de México

ADVERTENCIA A menos que se especifique lo contrario, este documento está elaborado con información disponible al 26 de febrero de 2024. Las cifras son de carácter preliminar y están sujetas a revisiones. Los acrónimos y palabras en algún idioma distinto del español han sido escritos en letra cursiva.

1. Introducción Durante el periodo que abarca este Informe, el entorno externo se caracterizó por una moderación de la actividad económica mundial que sin embargo se mantuvo resiliente; así como por un proceso de desinflación que siguió avanzando globalmente. A su vez, las condiciones monetarias y financieras internacionales permanecieron apretadas. En el ámbito interno, la actividad económica nacional en 2023 se expandió a un ritmo robusto de 3.2%, aunque se desaceleró en el último trimestre del año. El mercado laboral mostró fortaleza durante todo el año. Las inflaciones general y subyacente registraron niveles significativamente por debajo de los máximos registrados en el actual episodio inflacionario derivado de los choques de la pandemia y del conflicto bélico en Ucrania. No obstante, el entorno persistió complicado. La inflación general siguió por encima de la meta del Instituto Central y el componente subyacente todavía presentó niveles relativamente altos, aunque continuó descendiendo. En este contexto, en las reuniones de política monetaria del periodo que cubre el Informe, el Banco de México mantuvo la tasa de referencia sin cambio en 11.25%. Con ello, esta tasa ha permanecido en dicho nivel desde marzo de 2023. A lo largo de todo este periodo inflacionario, el Instituto Central ha reafirmado, con sus acciones y comunicación, su firme compromiso con la consecución de su mandato de estabilidad de precios. Durante el cuarto trimestre de 2023 la actividad económica mundial se expandió a un ritmo más moderado que en el trimestre previo, si bien continúa resiliente. En general, se observó un crecimiento similar al registrado en el tercer trimestre para las economías avanzadas y un menor dinamismo para las emergentes, si bien continuó la heterogeneidad en la dinámica de la actividad económica entre países. En el último trimestre del año se observó una moderación en el ritmo de crecimiento de Estados Unidos, si bien este fue mayor a lo esperado y relativamente dinámico. China registró un menor crecimiento respecto del trimestre anterior, al tiempo que la zona del euro se mantuvo estancada. Para 2024 en su conjunto, los pronósticos de organismos internacionales apuntan a un crecimiento similar de la actividad económica mundial en relación con el desempeño estimado para 

2023. En cuanto a la inflación global, en el cuarto trimestre de 2023, a pesar de que la inflación general disminuyó en la mayoría de las principales economías, esta permaneció por encima de los objetivos de sus respectivos bancos centrales y, en algunos casos, repuntó en el último mes del año. Adicionalmente, el componente subyacente continuó reduciéndose de manera gradual durante el trimestre. En este entorno, persisten riesgos para el proceso desinflacionario global. En economías como la estadounidense, esto está asociado primordialmente con la resiliencia de la actividad económica y la fortaleza del mercado laboral, así como con los efectos que pudieran derivar de un escalamiento en los conflictos geopolíticos. En el periodo que se reporta en este Informe, las decisiones de los bancos centrales respecto de sus tasas de política monetaria fueron heterogéneas. La mayoría de los bancos centrales de economías avanzadas mantuvo sin cambios sus tasas de referencia en sus decisiones más recientes, mientras que un amplio número de aquellos de economías emergentes anunció recortes. Losinstitutos centrales destacaron, en general, que los ajustes futuros de las tasas de política dependerán de los datos. Algunos comunicaron que se encuentran preparados para realizar ajustes adicionales, en caso de ser necesario, para que la inflación regrese a su nivel objetivo. El retroceso de la inflación en algunos países ha contribuido a la expectativa de una postura monetaria menos restrictiva de lo que se anticipaba a finales del tercer trimestre de 2023. Ello se ha visto reflejado en que, a partir de noviembre de 2023, se registraran disminuciones en las tasas de interés soberanas a nivel global, principalmente de mediano y largo plazos, si bien a partir de enero de 2024 estas comenzaron a aumentar moderadamente. En congruencia con la evolución de las tasas de interés soberanas, durante el trimestre que se reporta, se registró una depreciación generalizada del dólar estadounidense, que se revirtió parcialmente a partir de enero de 2024. En línea con este comportamiento de los mercados financieros internacionales, en México las tasas de interés de valores gubernamentales, primordialmente de mediano y largo plazos, se ajustaron a la baja. Asimismo, el peso mexicano se apreció con respecto al dólar estadounidense. En el ámbito interno, en el cuarto trimestre de 2023 la actividad económica presentó un bajo crecimiento. Aun así, para 2023 en su conjunto el Producto Interno Bruto (PIB) exhibió una expansión robusta de 3.2%, en un contexto en el que todavía continuaron desvaneciéndose algunos de los efectos ocasionados por la pandemia, de resiliencia de la economía de Estados Unidos y de avances en diversos proyectos de infraestructura pública. La importante desaceleración al cierre de 2023 respecto del dinamismo observado en los tres primeros trimestres del año fue reflejo de una disminución marginal de la producción industrial y del bajo crecimiento de las actividades terciarias, luego de las elevadas tasas de crecimiento que ambos sectores exhibieron en los dos trimestres previos. La estimación puntual de la brecha del producto se mantuvo en terreno positivo, si bien se redujo en el margen y siguió sin ser estadísticamente distinta de cero. Hacia delante, se espera que la economía nacional retome un mayor ritmo de crecimiento, apoyada en la resiliencia mostrada por el gasto interno y la postura fiscal anunciada. Entre el tercer y el cuarto trimestre de 2023, la inflación general anual en México disminuyó de 4.63 a 4.41%. Este desempeño reflejó la reducción que continuó exhibiendo la inflación subyacente, que más que compensó el incremento que registró la no subyacente. En particular, el comportamiento al alza de la inflación no subyacente contribuyó a que de noviembre de 2023 a enero de 2024 la inflación general anual exhibiera un repunte, alcanzando 4.88% en esta última fecha. En la primera quincena de febrero de 2024, la inflación no subyacente presentó cierta reversión, lo que aunado a la reducción que sostuvo la inflación subyacente, influyó para que la inflación general anual descendiera a 4.45%. Entre los trimestres referidos, la inflación subyacente anual, que refleja mejor la tendencia de la inflación, disminuyó de 6.16 a 5.30%, registrando 4.63% en la primera quincena de febrero de 2024. No obstante, en su interior continuó observándose un comportamiento diferenciado entre la inflación de las mercancías y la de los servicios. La primera acumuló a enero de 2024 catorce meses a la baja, conforme se han ido disipando los efectos de los choques que la afectaron derivados de la pandemia y de la guerra en Ucrania y ante la apreciación de la moneda nacional. La de los servicios, en contraste, mantuvo niveles elevados y todavía no muestra una clara tendencia a la baja. Aún está siendo afectada por presiones relacionadas con costos de operación originados a raíz de la pandemia y del conflicto mencionado que se han venido traspasando a los precios al consumidor ante la recuperación de la demanda por servicios luego del confinamiento. Por su parte, la inflación no subyacente anual aumentó de 0.10 a 1.79% entre el tercer y el cuarto trimestre de 2023 y a 5.24% en enero de 2024, ubicándose en 3.93% en la primera quincena de febrero de este año. Se anticipa que el proceso desinflacionario continúe en México. En el presente Informe Trimestral se mantienen vigentes los pronósticos para la inflación general y la subyacente dados a conocer en el Anuncio de Política Monetaria del 8 de febrero de 2024. En comparación con el Informe anterior, la trayectoria esperada para dichas variables se ajusta al alza durante 2024 y se mantiene sin cambios en 2025. De esta forma, se sigue previendo que la inflación general converja a la meta en el segundo trimestre de 2025. Asimismo, se anticipa que la inflación subyacente continúe disminuyendo y que se sitúe en niveles cercanos a 3% en el segundo trimestre de 2025. La revisión al alza en los pronósticos de la inflación general durante 2024 refleja los niveles ligeramente más elevados que se anticipa registre la inflación subyacente en ese año respecto a lo estimado en el Informe anterior, así como los niveles más altos de la inflación no subyacente principalmente en los primeros dos trimestres de 2024. En el caso de la inflación subyacente, el ajuste al alza se asocia con una trayectoria a la baja de la inflación de los servicios más gradual a lo previsto en el Informe previo. A su vez, el ajuste al alza de la inflación no subyacente refleja los efectos de los choques de oferta en algunas frutas y verduras que se registraron hacia finales de 2023 y principios de 2024. Sin embargo, se anticipa que estos se desvanezcan en los próximos meses ya que este tipo de choques usualmente son de corta duración. El comportamiento descendente previsto para las trayectorias de la inflación general y la subyacente considera las acciones de política monetaria del Banco de México, así como la expectativa de que continúe la mitigación de diversas presiones sobre la inflación. No obstante, persisten retos hacia delante, por lo que se considera que el balance de riesgos para la trayectoria prevista de la inflación en el horizonte de pronóstico sigue sesgado al alza. En las reuniones de política monetaria del periodo que abarca este Informe, la Junta de Gobierno decidió por unanimidad mantener la tasa de referencia sin cambio en 11.25%. Juzgó que ello era necesario ante la complejidad que siguió exhibiendo el panorama inflacionario. Si bien reconoció el proceso de desinflación en el país, al cual han contribuido la postura monetaria alcanzada y la mitigación de los choques, consideró que estos siguieron teniendo incidencia sobre el comportamiento de la inflación. Bajo estas condiciones, la inflación general, si bien se situó en niveles significativamente menores a los observados durante 2022 y los primeros meses de 2023, permaneció por arriba de la meta del Instituto Central. A su vez, aunque el componente subyacente  continuó con su trayectoria a la baja, persistió en niveles relativamente elevados. Asimismo, el balance de riesgos para sus trayectorias previstas en el horizonte de pronóstico siguió sesgado al alza. La Junta de Gobierno vigilará estrechamente las presiones inflacionarias, así como todos los factores que inciden en la trayectoria prevista para la inflación y en sus expectativas. En las siguientes reuniones evaluará, en función de la información disponible, la posibilidad de ajustar la tasa de referencia. Tomará en cuenta el progreso en el panorama inflacionario y los retos que aún prevalecen. Considerará la incidencia de la postura monetaria restrictiva que se ha mantenido y la que siga imperando sobre la evolución de la inflación a lo largo del horizonte en el que opera la política monetaria. Las acciones que se implementen serán tales que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento, con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3% en el plazo previsto. El Banco Central reafirma su compromiso con su mandato prioritario y la necesidad de perseverar en sus esfuerzos por consolidar un entorno de inflación baja y estable. 

2. Entorno económico y financiero externo 2.1. Actividad económica mundial En el cuarto trimestre de 2023, la economía mundial se expandió a un ritmo más moderado que en el trimestre previo, si bien continúa resiliente (Gráfica 1). En general, se observó un crecimiento similar al registrado en el tercer trimestre para las economías avanzadas y un menor dinamismo para las emergentes, aunque se mantuvo la heterogeneidad en la dinámica de la actividad económica entre países. Los índices de gerentes de compras apuntan a una ligera recuperación de los servicios y a una persistente atonía en la actividad manufacturera en el nivel global (Gráfica 2). Los indicadores de comercio mundial sugieren que este mostró un estancamiento durante el cuarto trimestre del año (Gráfica 3). 

En Estados Unidos, durante el trimestre que cubre este Informe se observó una moderación en el ritmo de expansión de la actividad económica en relación con el trimestre anterior. Sin embargo, este fue mayor a lo esperado y relativamente dinámico. El PIB creció a una tasa trimestral ajustada por estacionalidad de 0.8%, después de haber aumentado 1.2% en el tercer trimestre. 1 Esta moderación en el crecimiento del cuarto trimestre reflejó menores contribuciones de la acumulación de inventarios, la inversión residencial y el gasto público. En cambio, las exportaciones netas contribuyeron positivamente y el consumo privado continuó mostrando resiliencia (Gráfica 4).

La producción industrial en Estados Unidos se mantuvo estancada durante el cuarto trimestre. Ello debido a la persistente atonía en la actividad manufacturera y al menor dinamismo en los rubros de minería y generación de electricidad y gas (Gráfica 5). La producción manufacturera se vio afectada por las huelgas del sector automotor que iniciaron a mediados de septiembre y concluyeron a finales de octubre. No obstante, tras la resolución de las huelgas, la producción automotriz ha mostrado cierta recuperación. En enero, la actividad industrial disminuyó 0.1% a tasa mensual ajustada por estacionalidad. Ello respondió al retroceso en los El mercado laboral en Estados Unidos se mantuvo apretado durante el periodo que se reporta. La nómina no agrícola continuó expandiéndose, al pasar de una generación de 213 mil nuevas plazas en promedio mensual durante el tercer trimestre a 227 mil nuevas plazas en promedio por mes durante el cuarto trimestre. En enero, este indicador aumentó en 353 mil nuevas plazas, siendo el mayor incremento en un año (Gráfica 6). Las solicitudes iniciales del seguro de desempleo permanecieron en niveles bajos, ubicándose en 201 mil nuevas solicitudes en la semana que concluyó el 17 de febrero. Asimismo, la tasa de desempleo disminuyó ligeramente al pasar de 3.8% en septiembre a 3.7% en enero. No obstante, durante el cuarto trimestre de 2023 algunos indicadores exhibieron signos en la dirección de relajamiento. El número de nuevas plazas vacantes, si bien se mantuvo en niveles elevados, pasó de 9.3 millones en promedio mensual durante el tercer trimestre a 8.9 millones en promedio por mes en el cuarto trimestre. Durante el trimestre que se reporta los indicadores de crecimiento salarial se mantuvieron relativamente estables después de haber disminuido en el trimestre previo. No obstante, en enero las remuneraciones promedio por hora mostraron un ligero repunte (Gráfica 7). 

En la zona del euro, la actividad económica se mantuvo estancada en el cuarto trimestre de 2023. Esto, luego de que en el trimestre previo, el PIB se contrajera 0.1% a tasa trimestral ajustada por estacionalidad (Gráfica 8).2 Ello estuvo asociado con la baja confianza de los consumidores, la persistencia de los conflictos geopolíticos y con el endurecimiento de las condiciones financieras internas que han Respecto del resto de las principales economías avanzadas, en la mayoría de los casos se exhibió un crecimiento moderado durante el cuarto trimestre de 2023. Sin embargo, Japón y Reino Unido experimentaron una contracción por segundo trimestre consecutivo, con lo que registraron una recesión técnica. Por su parte, los mercados laborales en este grupo de economías se han mantenido apretados. La mayoría de las principales economías emergentes registraron una expansión en el cuarto trimestre de 2023. Sin embargo, continuó la heterogeneidad en el desempeño de la actividad económica entre países y regiones. En Asia y Europa emergentes se observó una moderación en el ritmo de crecimiento de la mayoría de los países. En particular, China mostró una desaceleración (Gráfica 9). Su PIB creció a una tasa trimestral ajustada por estacionalidad de 1.0%, luego de haber avanzado 1.5% en el tercer trimestre. 3 

Dicha economía continuó enfrentando importantes riesgos derivados de los problemas en su sector inmobiliario. Durante el trimestre que se reporta, las autoridades de China implementaron nuevas medidas fiscales y monetarias para impulsar el crecimiento de su economía. Por su parte, se registró cierta heterogeneidad en el ritmo de crecimiento de las economías en el interior de la región de América Latina. 

Para 2024 en su conjunto, las perspectivas de crecimiento global por parte de organismos internacionales apuntan a un crecimiento similar de la actividad económica en relación con el desempeño esperado para 2023 (Gráfica 10). Sin embargo, el cambio entre años en la tasa de crecimiento también se estima que sea heterogéneo entre países. En particular, para Estados Unidos se prevé una menor tasa de crecimiento respecto al año anterior. Esto asociado con una desaceleración esperada en el consumo ante una menor disponibilidad de recursos derivada, a su vez, de menores niveles de fondos ahorrados, la persistencia de elevadas tasas de interés y la expectativa de un relajamiento en el mercado laboral. En la zona del euro, se anticipa un mayor crecimiento respecto de 2023 apoyado por el fortalecimiento del ingreso real disponible en la medida que la inflación disminuya. No obstante, este crecimiento sería moderado debido a los efectos rezagados de la política monetaria restrictiva sobre la demanda interna. Para las economías emergentes, excluyendo China, se espera un crecimiento ligeramente mayor comparado con el año anterior.

Dado que algunos riesgos para las perspectivas de crecimiento de la economía global se han moderado ante la resiliencia de la actividad económica y la reducción de la inflación, se considera que el balance de riesgos para dichas previsiones está equilibrado. Entre los principales riesgos a la baja destacan: i) un apretamiento mayor y más duradero de las condiciones financieras globales y de otorgamiento de crédito; ii) los elevados niveles de endeudamiento y de déficits del sector público en algunas economías, pues pudieran generar presiones para la sostenibilidad de las finanzas públicas; iii) un crecimiento menor al previsto en China; iv) una fragmentación económica que resulte en barreras para la inversión extranjera, las cadenas de producción, el comercio global, la transferencia de tecnología, la movilidad de los trabajadores y los sistemas de pagos internacionales; y v) un mayor escalamiento de los conflictos geopolíticos en Medio.

Oriente, así como entre Rusia y Ucrania, o China y Taiwán que genere un aumento en la volatilidad en los precios de las materias primas y que ponga en riesgo el funcionamiento de las cadenas de suministro. Entre los riesgos al alza para el crecimiento global destacan: i) que continúe la resiliencia de la actividad económica y de los mercados laborales en las economías avanzadas, especialmente en Estados Unidos, a pesar del apretamiento monetario; ii) mayores estímulos económicos a los previstos en China que impulsen la recuperación y que pudieran generar una derrama económica hacia otras economías; y iii) una disminución de la inflación subyacente más acelerada de lo previsto que conduzca a una reducción de las tasas de política monetaria antes de lo anticipado. 2.2. Precios de las materias primas La mayoría de los precios internacionales de las materias primas registraron un comportamiento a la baja durante el periodo que cubre este Informe. En general, los precios del petróleo cayeron entre octubre y noviembre ante los incrementos de la producción en Estados Unidos, los planes de mayor extracción por parte de Nigeria y Angola, y la salida de este último de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). A finales de noviembre se registraron presiones transitorias al alza luego de que algunos otros miembros de la OPEP y países aliados (OPEP+) acordaran recortes voluntarios en la producción. Adicionalmente, el inicio del conflicto Israel-Palestina a principios de octubre, y los ataques a embarcaciones en el Mar Rojo por parte de grupos afines a Hamás en Yemen a finales de diciembre generaron incrementos transitorios en los precios. Asimismo, las cotizaciones se incrementaron en enero ante las proyecciones de una mayor demanda de petróleo para este año e interrupciones en la producción estadounidense frente a las bajas temperaturas registradas en ese país, así como por el rechazo de una propuesta de cese al fuego entre Israel y Palestina en febrero. Los datos más recientes de los contratos de futuros sugieren que los precios del crudo podrían disminuir en el segundo trimestre de 2024 (Gráfica 11). Por su parte, los precios del gas natural también descendieron ante aumentos en la producción y en las exportaciones de Estados Unidos, así como por los pronósticos de una menor demanda ante la  expectativa de temperaturas más cálidas en ese país y por la mayor generación de energía eólica en Europa, que disminuye la demanda por gas como fuente de energía. No obstante, los precios del gas tuvieron incrementos transitorios en la segunda semana de octubre debido a daños en un gasoducto submarino entre Estonia y Finlandia, la huelga en plantas de gas en Australia y la incertidumbre sobre la oferta derivada del conflicto en Medio Oriente. En la segunda semana de enero, el precio del gas en Estados Unidos registró un repentino y pronunciado incremento transitorio debido a bajas temperaturas que simultáneamente redujeron la producción y aumentaron la demanda por energía para calefacción. Los contratos de futuros anticipan una posible alza en los precios del gas durante el segundo trimestre de 2024 (Gráfica 12).

En un contexto de elevadas tensiones geopolíticas, las variaciones en los precios de los energéticos continúan siendo un factor de incertidumbre para la inflación global. El Recuadro 1 analiza cómo las variaciones en los precios del petróleo asociadas con choques de demanda y oferta pueden afectar los precios al consumidor de Estados Unidos y la zona del euro. 

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