domingo, 12 de noviembre de 2023

INTERCAM BANCO. OPINIÓN ANÁLISIS. Perspectiva del petróleo y metales.


Nuevamente se experimentó un complicado mes para el mercado de materias
primas ante la extensión del sentimiento de incertidumbre que ha prevalecido en
los mercados a lo largo del año. De manera puntual, los agentes económicos
continúan recalibrando sus expectativas sobre el futuro actuar de la Fed, ante
datos económicos encontrados con el PIB acelerando su ritmo de avance a 4.9%
en el 3T’23 – máximo registro desde el 2021 - al tiempo que la inflación
subyacente y el mercado laboral presentan indicios de un mayor desvanecimiento.
Sin embargo, el evento preponderante en el mes fue el estallido del conflicto bélico
entre Israel y Hamás, añadiendo un elemento de incertidumbre al ya complejo
panorama, dado que en la guerra en Europa aún continúa.
En este contexto, en el mercado energético se observó una contracción. Si bien,
al comienzo del periodo los conflictos geopolíticos en Medio Orienten proponían
una amenaza a la oferta, posteriormente la falta de materialización de esta
amenaza y la expectativa de menor demanda futura por indicadores económicos
terminaron predominando y arrastrando el precio a la baja. ́
En lo que respecta a los metales, tuvieron un comportamiento mixto. Los metales
preciosos tuvieron un fuerte desempeño gracias al aumento de incertidumbre
global. Mientras que los metales industriales estuvieron negativos por las
preocupaciones de la demanda en China.
Metales
Octubre fue un mes mixto para los metales, donde los metales preciosos tuvieron
incrementos, mientras los industriales se encuentran en su mayoría negativos. En
primera instancia, los metales preciosos experimentaron esta fortaleza en sus
precios debido a las elevadas tensiones geopolíticas en Medio Oriente que
impulsaron la demanda de estos como refugio seguro. Este incremento se dio a
pesar de los altos rendimientos del bono del Tesoro. En este contexto, el oro
registró un incremento de +7.33% respecto al mes anterior, mientras que la plata
aumento 3.03% en el mismo periodo.
Por otro lado, los metales industriales tuvieron un comportamiento negativo. El
tema central fue las preocupaciones de una demanda más débil de estos insumos,
que se sumaron al aumento de inventarios en septiembre y las preocupaciones
del sector inmobiliario en China. Concretamente, el cobre tuvo una caída de -
2.31% m/m, el aluminio de -3.09% m/m, el plomo de -2.61% m/m, el níquel de -
0.94% m/m y el zinc de -7.13% m/m. El acero fue la excepción, con un incremento
de +2.54% m/m, al igual que el resto de los metales, empezó octubre presionado,
pero tuvo un fuerte resurgimiento ante los nuevos estímulos de China y la
reducción de producción de algunos productores chinos.
Oro
Durante el transcurso del mes, el oro tuvo un precio promedio alrededor de los
$1,92 dólares por onza (dpo), y llegó a superar el nivel clave de $2,000 dpo el 27
de octubre, nivel no visto desde mayo. Esta creciente fortaleza se debe a su
característica como activo refugio, que impulso su demanda por los riesgos
geopolíticos en Medio Oriente. Cabe mencionar, que el avance se vio limitado por
la resiliencia de la economía EE.UU., que reforzó la visión de que las tasas de
interés serán más altas durante más tiempo; además, la expectativa de una
política restrictiva por más tiempo alimenta la fortaleza de los bonos del tesoro que
limita el atractivo del metal que no genera intereses. A pesar de lo anterior, el GLD,

fondo cotizado respaldado por oro de EE.UU, experimento su quinto mes
consecutivo de salidas de capital por un total de -801.45 mdd. La perspectiva para
el oro mejoro fuertemente mes a mes, se espera que el precio promedio para el
cuarto trimestre de 2023 sea de $1,997 dpo, y de $2,029 dpo para el primer
trimestre de 2024. Anualmente, se espera que el precio promedio sea de $1,942
dpo en 2023 y de $2,074 dpo en 2024. La curva forward a un año se sitúa en
$2,094 dpo.
Plata
En octubre, la plata reflejó un rendimiento positivo, cotizando en un promedio de
$22.43 dpo. El metal se benefició en su mayoría del carry del oro, observando un
incremento en su demanda causado por las tensiones geopolíticas. En este
contexto, la perspectiva para la plata mejoró, con una cotización forward a un año
de $24.09 dpo. Se espera que el precio promedio sea de $23.18 dpo para el cuarto
trimestre y $23.7 dpo en el primer trimestre de 2024. A nivel anual, se prevé que
el precio promedio sea de $23.32 dpo en 2023 y de $24.25 dpo en 2024.
Cobre
El cobre cotizó en un promedio de $3.6 dpo y llego a tocar un mínimo de cinco
meses de $3.4 dpo el 23 de octubre. El aumento vertiginoso de los rendimientos
de los bonos y la expectativa de que la economía estadounidense haya cambiado
a una nueva norma de tasas de interés más altas generaron preocupaciones de
que el crecimiento industrial pueda desacelerarse. Además, algunos agentes
inmobiliarios chinos sufren problemas financieros, corriendo el riesgo de un
contagio dentro de este sector intensivo en metales. A la postre, un fuerte aumento
de los inventarios de cobre contrarrestó las mayores preocupaciones sobre una
escasez en el largo plazo. Los inventarios en la London Metal Exchange (LME) y
la Shanghai Futures Exchanges (SHFE) aumentaron un 50% en septiembre. Aun
así, los inversionistas siguieron prestando atención a las advertencias de que la
oferta no podrá seguir el ritmo de la creciente demanda en el largo plazo. Los
informes de la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en
inglés) y la Asociación Internacional del Cobre proyectan que la oferta de cobre
aumentará un 26% para 2035, muy por debajo de las proyecciones de un aumento
del 50% en la demanda.
Hacia finales de mes el panorama del metal mejoro, reflejado en un incremento en
sus cotizaciones, gracias a los nuevos estímulos de China y nuevos golpes a los
inventarios. Beijing afirmó que ampliaría su presupuesto para el año para pedir
prestado un billón de CNY adicional para inversiones manufactureras,
aumentando la actividad de compra de insumos industriales y limitando las
preocupaciones de una baja demanda debido a las preocupaciones sobre la deuda
del sector de la construcción residencial. Mientras tanto, nuevos datos mostraron
que las existencias en la SHFE y en la LME se desplomaron casi un 40% en
octubre, borrando las ganancias de septiembre. Así, la perspectiva del cobre se
degradó ligeramente. Se estima un precio promedio de $4.03 dpo para el cuarto
trimestre de 2023, y suba a $4.08 para el 1T24. Para el año 2023, se espera un
precio promedio de $4.21, y de $4.12 dpo en 2024. Así, la curva forward indica un
precio de $3.75 dpo para dentro de un año.
Petróleo
En octubre el mercado fue principalmente impactado por el enfrentamiento entre
Israel y Hamás, donde los inversionistas continúan atentos al desarrollo del
conflicto y como pudiera impactar en la oferta agregada.
Desde el aspecto de la oferta existieron tres situaciones que predominaron sobre
los movimientos en el precio del energético: 1) las políticas de exportaciones
rusas, 2) las diversas sanciones impuestas por EE.UU. y 3) la incertidumbre ante
el conflicto en Medio Oriente.
Primeramente, es importante recordar que durante septiembre Rusia impuso una
restricción a la exportación de diésel con el objetivo de aumentar su oferta interna
y disminuir el precio local, lo cual repercutió en un repunte del precio internacional
del energético. No obstante, a inicios de octubre Rusia retiró dichas restricciones
a las exportaciones, aumentando la oferta y moderando el movimiento alcista
sobre el precio.

Además, durante el mes EE. UU. hizo valer su preponderancia económica, al
actuar como “regulador” en el mercado energético en dos ocasiones con acciones
alineadas a su agenda energética. El primer evento tomó lugar durante la segunda
semana de octubre, donde impuso sanciones a dos compañías que no respetaron
el tope de precios establecido por el G7 para la compra de crudo ruso, reiterando
las restricciones en la oferta y aumentando el precio. Posteriormente (y
reafirmando su influencia), durante la tercera semana comenzó a holgó las
sanciones impuestas sobre las exportaciones del petróleo venezolano, las cuales
iniciaron en 2019 tras las elecciones de 2018 en Venezuela que fueron
consideradas una violación a los derechos humanos por EEUU; relajando la oferta.
Sin embargo, el tema toral durante el mes en el mercado de energéticos fue – y
continua siendo – el conflicto geopolítico entre Israel y Hamás. Si bien, ni Israel
ni Palestina cuentan con producción relevante sobre la oferta mundial, la
incertidumbre proviene mayoritariamente por: a) la posibilidad de que el conflicto
se extienda aún más en la región, y b) el escalamiento de las agresiones a
intereses de EE. UU. en el Medio Oriente por parte de los países que conforman
la región. El segundo punto pudiera detonar que EE.UU. impusiera sanciones y
topes a los precios de su crudo de la misma manera que lo hizo a Rusia,
aumentando las restricciones a la oferta. Asimismo, a finales del mes EE.UU.
bombardeo instalaciones iranís en Siria, aumentando la tensión en el conflicto, así
como el precio del crudo.
Por el lado de la demanda, los principales determinantes sobre el precio han sido
tres. En primer lugar, el significativo aumento de las tasas de interés en octubre,
como lo ejemplifica el incremento del bono a 10 años que sobrepaso el 5% por
primera vez desde 2007, han acotado mayores incrementos en el precio del crudo.
Asimismo, si bien el mercado descarta incrementos adicionales por parte de la
Fed, prevalece la perspectiva de que se mantendrá por el futuro cercano una
estancia astringente, que eventualmente incidirá en un menor dinamismo en la
actividad, y por lo tanto menor demanda por los energéticos.
En segundo lugar (y con el efecto contrario en el precio), se espera mayor
demanda en el corto plazo, donde las reservas estratégica estadounidenses
buscarán reabastecer con 6 millones de barriles entre diciembre y enero.
Finalmente China y su economía, donde a principios de noviembre los datos de
comercio que continúan esbozando una inexistente recuperación, disminuyendo
la demanda futura y sobreponiéndose a los demás efectos.
En el agregado, lo que se había logrado estabilizar en septiembre ha sido afectado
y desbalanceado por los factores exógenos, donde las expectativas económicas
continúan sobreponiéndose ante las anomalías geopolíticas. Si bien, no
descartamos un precio por encima de 90 dpb de manera sostenida para el WTI,
sería necesario una materialización en disrupción de la oferta por el conflicto de
Medio Oriente o que la demanda futura fuera mayor a la que en este momento se
espera. Mientras tanto consideramos que el precio se moverá alrededor de los 70
altos y 90 bajos.
Gas Natural
Fuente: Reuters.
En el mercado del gas natural las distintas regiones presentaron sus dinámicas
particulares.
Por un lado, el precio se mantuvo relativamente estable en Asia, donde una
constante demanda europea soportó al precio a pesar de previsiones de
temperaturas más templadas en los siguientes meses. Además, en Europa se
dañó una tubería que trasporta gas entre Finlandia, Estonia y Suecia lo que resulta
inoportuno para la región dado que se informa que estará fuera de uso durante
todo el invierno. Este pudiera ser un catalizador de incrementos en el precio del
energético si es que no se encuentra un canal de distribución alternativo.
Por su parte, en EE.UU. el precio subió debido a la expectativa de una mayor
demanda por climas más fríos en la zona durante las primeras dos semanas de
noviembre. Asimismo, la oferta en la región ha aumentado por la aprobación
federal de la reactivación de exportaciones de la compañía Freeport LNG.
Finalmente, el conflicto en Medio Oriente también ha levantado preocupaciones
en este mercado, no obstante, factores como un mayor consumo futuro ante el
inicio de la temporada de bajas temperaturas, así como la estabilidad actual en la
demanda y la reactivación de las exportaciones por parte de EE. UU. han
mantenido a la volatilidad acotada.

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