sábado, 10 de marzo de 2018

Lic. Enrique Peña Nieto, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos; 81 CONVENCIÓN BANCARIA “LA BANCA COMPROMETIDA CON MÉXICO”



Versión estenográfica                                      Acapulco, Gro., 08 de marzo de 2018.


- MAESTRO DE CEREMONIAS: Señoras y señores, escuchemos el mensaje que nos dirige el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto; y al término del mismo, realizará la declaratoria inaugural de la 81 Convención Bancaria, la banca comprometida con México.

- ENRIQUE PEÑA NIETO: Señoras y señores, muy buenas noches, a todas y a todos ustedes. Quiero saludar a los Presidentes de las Mesas Directivas de la Cámara de Diputados, del Senado de la República; al Senador Gobernador del estado de Guerrero; a Marcos Martínez quien es el Presidente de la Asociación de Bancos de México.

Muchas gracias por esta siempre honrosa invitación para reunirme con integrantes del sistema financiero de nuestro país.

Y más cuando se trata de sexta participación que tengo con ustedes en mi carácter de Presidente, la última, y ocasión para hacer un buen balance de lo que se ha venido haciendo.

Saludo a los integrantes, bueno, a esta representación que hay del sector privado a través de distintos organismos, empezando por el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial, y los demás organismos empresariales, que seguro están aquí convocados; y no puedo dejar de mencionar además de todos, entre los miembros de este auditorio, a quienes están en el Sistema Financiero Nacional, saludar a sus muy distinguidas esposas, sobre todo a quienes participan en la Fundación de esta Asociación, apoyando a niños en condición de pobreza, niños de la calle, a esta Fundación Quiera, les saludo con respeto y felicito la labor social que han venido realizando.

Señoras y señores:

La verdad es que después de haber escuchado todas las intervenciones previas, déjenme decirles que han sido las más largas que me ha tocado escuchar, de todos eh, nadie se escapa y nadie se salva. Pues no puedo yo ser la excepción y más cuando se trata de la última vez.

Voy a tratar de sintetizar el mensaje que tenía con ustedes, que la verdad ya es lo referido por quienes me han antecedido en el uso de la palabra, mucho refleja, mucho proyecto de lo que se ha logrado en estos últimos casi seis años.

A nueve meses de distancia y quizá un poco menos de concluir esta administración, creo que es este un buen momento para hacer un balance de cómo hemos avanzado, cuánto hemos logrado alcanzar en estos años en distintos indicadores, sin dejar de reconocer que todavía tenemos temas pendientes, desafíos, retos, áreas de gran oportunidad, pero también para poder decir cuánto hemos logrado y, sobre todo, recordar que hace justamente seis años estaba yo aquí con ustedes, delante de ustedes, entonces en mi carácter de aspirante a la Presidencia de la República, y con ustedes expuse aquí todo un tema o toda una agenda de temas a los que me estaba comprometiendo, y que a la postre se convirtieron en una agenda de gobierno.

Muchos de los temas que entonces plantee, de los que eran realmente necesidades apremiantes para el país, se tradujeron en el impulso a una agenda de reformas estructurales, de políticas públicas para realmente poder acelerar el desarrollo nacional para impulsar la transformación de México, para asentar bases que permitieran que México pudiera seguir creciendo a mayor celeridad y poder detonar el gran potencial que tenemos como nación.

La verdad es que en lo largo que pudieron haber sido las intervenciones anteriores, espero que algunos hayan prestado la atención debida, porque la verdad es muy relevante las cifras mostradas, y había que reconocer, sin duda, la trascendencia que tiene el sistema financiero nacional.

Déjenme solo recordar que cuando estuve aquí hace seis años, y voy a ir abreviando, aquí sí los tengo engargolados en mi intervención, Marcos, no se va, solamente que la hubiesen engargolado mal, pero voy a tratar, primero, quiero recordar con ustedes qué fue lo que formulé aquí con ustedes hace seis años.

Y hablé de 10 temas fundamentales, que desde mi visión, mi óptica de aquél entonces, México debía atender con urgencia, y déjenme hacer referencia a cada uno de estos temas, de manera muy sucinta.

Hace seis años, como aquí se ha dicho, uno de los principales temas que apunté eran fundamentales para impulsar el desarrollo de México era mantener la estabilidad económica, y hoy podemos afirmar que ese objetivo se ha venido cumpliendo y se ha logrado atender y cumplir en un entorno, para entonces hace seis años, no previsible, no conocido, y aquí ya el propio Secretario de Hacienda expuso, como lo hizo también Marcos Martínez, pues el escenario que nos tocó vivir con la caída en los precios del petróleo, con la volatilidad que se empezó a apreciar en los mercados internacionales, con la animosidad al riesgo que se dejó sentir, como también las políticas o la visión en varios países hacia una economía abierta empezó a modificarse para querer revertir la globalización, la interconexión, el mercado abierto y buscar o revertir este escenario hacia un aislamiento en varias economías.

Frente a ese entorno, México logró mantener su estabilidad económica y logró mantener crecimiento económico.

Importante señalar que el déficit público en 2017 se redujo, y ustedes que son muy buenos en las cifras podrán darle una mejor dimensión a lo que voy a referir, a 1.1 por ciento del Producto Interno Bruto, una cifra mucho menor a la que el Congreso nos había aprobado, que era de 2.4 por ciento.

Y también durante la actual administración hemos observado cómo en promedio la tasa inflacionaria, en promedio, hasta este momento, es del 3.9 por ciento, es la cifra inflacionaria más baja de la que se tenga registro, comparada con las dos administraciones anteriores.

Y como lo apuntaba el Gobernador del Banco de México, la tendencia a revertir el alza que tuvimos hace un año, está francamente en esta tendencia, dado a conocer esta cifra del mes de febrero de 5.34 por ciento como ha sido ya pública.

La segunda tarea que me propuse era estimular la competencia y la economía mexicana. ¿Y qué hicimos? Fortalecimos al órgano regulador. Le dimos mecanismos para poder realmente impulsar la competencia, que se tradujera al final de cuentas en mejores y mayores servicios para la población.

Quienes se benefician de la competencia es la sociedad y la población misma, que hoy tiene acceso a distintos servicios, no sólo financieros, sino a diferentes productos, servicios, por ejemplo, en materia de telecomunicaciones a precios mucho más bajos.

Y aquí se apuntó, la disminución más alta o más importante de la que se tenga registro entre los países miembros de la OCDE en materia de telecomunicaciones se ha dado en México.

Cuando a México se le compara con las otras economías, y normalmente con las economías más grandes y mayor desarrolladas que son parte de este organismo, que es la OCDE, y donde México forma parte de los 36 países que integramos este club de países desarrollados y economías emergentes, este es un indicador donde México se pone en el número uno.

En donde los servicios, los costos de telefonía móvil y fija han disminuido de manera consistente y con la cifra más alta, más del 84 por ciento de reducción en los precios en esta materia, en esta asignatura que es el de las telecomunicaciones.

Un tercer planteamiento que hice entonces fue hacer de México una potencia energética. Sin duda dentro de los cambios estructurales que hemos impulsado uno de los que tiene gran trascendencia y la tendrá para México en los años por venir fue la reforma energética.

Una reforma que permitió cambiar el modelo de desarrollo energético del país, que había venido teniendo en los últimos 70 años, para uno que es el que hoy se viene consolidando, en el que se habrá la participación del sector privado, se diversifica el riesgo, no sólo se deja el Estado y al Gobierno asumir los riesgos de las inversiones, sino que eso también se distribuye entre los actores participantes, particularmente del sector privado.

En 2018 se han logrado, ya a partir de la reforma energética, yo diría que ha sido lo que se ha alcanzado hasta ahora es mayor, incluso a las expectativas que nos trazamos cuando se diseñó la reforma energética.

Hoy se tienen 232 contratos con 130 empresas nacionales y extranjeras que proyectan una inversión estimada de más de 200 mil millones de dólares.

Bien lo dijo Marcos, esto es lo que hasta ahora llevamos, y promete que esta reforma habrá de dar más.

¿En qué se habrá de traducir? En permitir que México nuevamente sea una potencia energética que en materia de hidrocarburos nuevamente recupere mayor producción, mayor plataforma productiva, que nos permita tener disminución de precios a partir de los productos que ahí se genere. Y va a permitir que México nuevamente se consolide como una potencia energética en el mundo.

La cuarta propuesta que hice fue incrementar la inversión en formación de capital humano. Y aquí en qué se tradujo esta propuesta, centralmente lo que ha sido la reforma educativa.

Sin duda unas de las reformas estructurales, la de mayor impacto social, la de mayor transcendencia hacia el futuro es lo que derivará de la reforma educativa.

¿Qué nos ha permitido’ Primero, asegurar que tengamos docentes, maestras y maestros que se han comprometido con la reforma educativa a que estén mejor preparados, que estén mejor incentivados y motivados a la actualización de sus conocimientos que habrán de transmitir a sus alumnos.

Se ha traducido también la reforma educativa en recuperar la rectoría del estado en esta asignatura de la educación.

Se ha traducido también en haber alcanzado las mayores inversiones que el estado ha realizado, el gobierno ha realizado en infraestructura educativa.

Nunca como antes, y especialmente a partir de la reforma educativa se había invertido tanto y se seguirá invirtiendo hasta el final de esta administración en espacios educativos, en infraestructura educativa, en la modernización, renovación de aulas y de espacios para educación.

Más de 66 mil millones de pesos solamente los últimos dos años para renovar y actualizar y modernizar 33 mil planteles que tienen una infraestructura deteriorada.

El quinto objetivo aumentar el nivel de crédito, y aquí no detengo, ustedes lo saben muy bien. Como hemos podido precisamente a partir de generar un ambiente de confianza, de crecimiento a la economía, evidentemente el nivel de crédito se ha ampliado y se ha extendido.

Las cifras que presentó Marcos son más que contundentes, en lo que es el crédito a la vivienda, el crédito a la industria, el crédito al consumo que, sin duda, deja ver que ha habido una expansión de crédito muy importante y además con una cartera vencida muy baja, con niveles históricos, lo cual felicito la eficacia del sistema financiero, pero sobre todo la capacidad que hay entre los mexicanos de realmente estar a la altura de cumplir con sus compromisos crediticios.

La banca de desarrollo ha sido también importante, ha extendido y ha ampliado su participación para poder canalizar mayor crédito a distintos sectores de la economía.
La sexta tarea prioritaria, voy rápido, fueron 10, voy en el seis, dije: “Aumentar la inversión en infraestructura”, y sin duda, lo hemos hecho. Hemos realizado importantes inversiones con la participación del sector privado en la modernización de nuestra red carretera, en la construcción de nuevas autopistas, nos trazamos construir 52 autopistas, nuevas autopistas con una extensión de más de 3 mil kilómetros, se han concluido prácticamente más de 40, o estamos por legar a 40 autopistas concluidas ya, y estamos en proceso de construir la totalidad de las autopistas; igualmente la renovación de más de 80 carreteras federales que estaban deterioradas y que tienen una extensión también de más de 3 mil kilómetros.

Hemos podido ampliar y casi duplicar la capacidad de nuestros puertos, si queremos conectarnos con el mundo, ampliar nuestro comercio con el mundo, nuestros puertos estaban saturados y prácticamente al término de esta administración, ya hoy en día estamos casi duplicando la capacidad de nuestros puertos.

Solamente por mencionar, el Puerto de Veracruz, que está y que habremos de inaugurar este año, habrá de cuadruplicar, multiplicar por cuatro la capacidad operativa que tenía hace apenas cinco años, y así ha ocurrido con cinco puertos que hemos logrado modernizar.

Y dentro de las obras emblemáticas sin duda y bien importantes que serán ícono de la infraestructura del país, está el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Este gobierno fue decidido y comprometido a realizar un nuevo Aeropuerto para la Ciudad de México, para la capital del país, que es el punto de interconexión con el resto de la geografía nacional o el punto más importante de interconexión con el resto de la geografía nacional, y sabiendo que era un proyecto que no habríamos de concluir en seis años o en esta administración.

Y fue en 2015 cuando decidimos, 2014 cuando decidimos emprender este proyecto que está realmente consolidándose y que tendrá una importante inversión de más de 180 mil millones de pesos, y hará -repito- un gran ícono de la infraestructura, o será un gran ícono de la infraestructura del país.

El séptimo objetivo fue fomentar la economía formal, y hoy puedo dar cuenta de que se han generado mayor número de empleos, de hecho el número de empleos que hoy se tienen registrados es el más alto del que se tenga registro en la historia del país, prácticamente los 3.4 millones de empleos que se han generado al día de hoy, a febrero del 2018, es la cifra más alta de empleo que alguna vez haya tenido nuestra historia, prácticamente es el doble de los empleos generados en las dos administraciones anteriores.

La octava propuesta era emprender una nueva estrategia de comercio exterior, y ustedes han sido testigos de cómo México se insertó como un actor con responsabilidad global en el mundo; cómo hemos podido realmente modernizar y actualizar nuestros varios mecanismos de comercio con la Unión Europea, que yo estimo este año podremos signar ya la conclusión del acuerdo de modernización con la Alianza del Pacífico, países con quienes compartimos valores de la región de América Latina y especialmente de Sudamérica y con quienes tenemos esta Alianza del Pacífico, muy importante el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.

Que el hecho de que se registren ya siete rondas de negociación acredita, sin duda, o evidencia la voluntad que hay de los tres países de poder alcanzar un acuerdo. Y estamos en ruta, nos mantenemos firmes en la voluntad y en el optimismo de poder lograr algo muy bueno para los tres países miembros de este Acuerdo de Libre Comercio.

La novena prioridad que entonces plantee, emplear una nueva política de fomento al campo, al turismo y a la industria. ¿Qué puedo decir? Bueno, pues pasamos a convertirnos en uno de los destinos más importantes turísticamente hablando, y con toda la derrama económica que ello significa.

En 2012 recibíamos casi 24 millones de turistas, el año pasado cerramos con 39 millones de turistas; ocupábamos el destino número 15 en el mundo, hoy somos el octavo y eventualmente podremos mejorar esa posición.

En materia agroalimentaria hoy exportamos más alimentos de los que tenemos que importar para el consumo de las familias mexicanas. Nos volvimos por primera vez superavitarios en el sector agroalimentario, y nos hemos convertido, de hecho, en el décimo segundo país que más alimentos produce en el mundo. Esa la relevancia que tiene y ha sido gracias a las políticas que aquí no voy a enunciar, para no ser tan extenso en mi intervención, pero que, sin duda, han apoyado y respaldado precisamente la producción agroalimentaria.

Y el décimo compromiso fue realizar una reforma hacendaria integral, una reforma hacendaria, y debo de señalar, distinta de la financiera, porque la financiera fue para provocar una mayor participación del sector financiero en el que están ustedes participando, para que hubiese más productos crediticios para la sociedad mexicana, para los sectores de la economía mexicana.

Para que hubiera una mayor competencia, más crédito y más barato, ese era el esquema, ese era la causa a alcanzar con la reforma financiera.

Con la reforma fiscal era realmente como economía emergente ponernos en sintonía con otras economías que tienen ingresos para el Estado mucho más diversificados de la dependencia que hace cinco años tenía México en el ingreso petrolero, en la renta petrolera.

Y sé que ese fue en paso no muy popular, no muy aplaudido, pero apenas indispensable y necesario.

Y comentaba, y ustedes lo saben, ustedes son los financieros, saben muy bien que de no haberse hecho la reforma fiscal tan vapuleada, con pamba china que trataron entonces al Presidente y a todos los hacendarios, que nos invitaron a esta Convención, entonces eran los encargados de cobrar impuestos, no haber sido por esa reforma realmente el escenario tan adverso que aquí ya se explicó yo creo que hubiese deparado un destino mucho más difícil y trágico para la economía nacional.

Logramos realmente compensar los ingresos petroleros, la renta petrolera, que tenía el 39 por ciento de los ingresos del Estado, ha haberse convertido los ingresos petroleros el año pasado en 2017 en poco más del 16 por ciento, precisamente gracias a la reforma fiscal.

Y hoy empezamos, vamos en ruta de lo que ocurre en los países de mayor desarrollo. En los Gobiernos para poder cubrir las necesidades y ofertar los servicios a una población necesita de ingresos, necesita de recursos.

Los ingresos tributarios pasaron de representar el 8.3 por ciento, con la reforma fiscal hoy llegan a ser el 13.2 por ciento. Y hay que decirlo, todavía muy por debajo de otros países y de otras economías mucho más desarrolladas, en las que a veces vemos en el espejo y quisiéramos ser como ellas. Pero lo que luego no nos gusta es reconocer cuál es la contribución que las sociedades de esos países hacen, precisamente, al ingreso y a los recursos que el Gobierno invierte para atender las necesidades.

Pero, en fin, ya no voy a plantear una reforma fiscal más, hoy estoy en mi último año. Yo no sé qué planteen los demás, pero sin duda fue bien importante la reforma fiscal que no les permite dar las cifras que aquí se han explicado, se ha proyectado, no sólo el Presidente, sino repito todos quienes me antecedieron en el uso de la palabra.

Y ahora sí concluyo, pero muy por debajo del tiempo que Marcos tomó para su explicación, poquito debajo de eso.

Al final de cuentas qué tenemos, una economía que ha venido creciendo, una economía que ha crecido constantemente, nunca en los últimos más de 30 años, nunca en un sexenio la economía había mostrado un crecimiento constante, a lo mejor no a lo óptimo que queríamos, pero sí un crecimiento constantes, el acumulado ha sido de 13 por ciento, cifra superior al 7.4 por ciento y 6.8 por ciento de las dos administraciones anteriores; y, sin duda, con las bases que se han sentado habremos de crecer más.

Hoy somos un país que se ha convertido en un destino en favorito a la inversión extranjera directa y a la inversión nacional. Para la inversión extranjera directa hemos alcanzado más de 170 mil millones de dólares de inversión extranjera ya realizada en nuestro país, incluso por encima de la meta que nos habíamos trazado hace cinco años, queda 156 mil millones de dólares.

Y cuando contrastamos esta inversión que parecieran sólo ser números, si nos fuéramos a los años 80s, 90s; con las inversiones en los 80s eran de 14 mil millones de dólares en promedio, en ese sexenio; en los 90s, desde el 94 a 2000 fue de 76 mil millones. Hoy estamos hablando de 170 mil millones de dólares que se han invertido.

Y que contrasta con los 136 mil millones de dólares que recibió de inversión la administración anterior. Significa que hemos venido consolidando nuestra posición de ser un país confiable, con una economía estable, una economía sana, con un sistema financiero sano, y que está permitiendo lograr estas cifras que aquí he compartido.

Concluyo diciendo y ahora sí con esta y me despido, esta es la última.

La verdad es que cuando volteamos hacia atrás vemos los retos que teníamos, vemos lo que hemos alcanzado, vale la pena decirlo, vale la pena reconocerlo.

Vale la pena reconocer dónde tenemos todavía retos, dónde tenemos rezagos, dónde no hemos sido suficientemente asertivos, pero hay que mostrar también los buenos resultados. Hay que hacer buenas cuentas, hay que hacer las cuentas para tener un balance objetivo realmente de lo que se ha logrado con la participación de toda la sociedad mexicana, que haciendo bien las cuentas lo que habremos de permitir, lo que estaremos buscando es que lo bueno siga contando.

Muchísimas gracias.

Esta es la otra parte de mi discurso, pero no es más que para hacer la declaratoria de inauguración de este evento. Y quiero nuevamente agradecer la oportunidad de estar entre los banqueros de México, entre quienes son parte del Sistema Financiero Nacional y más cuando se trata de la última participación que tengo en mi carácter de Presidente de la República.

Por eso me resulta muy grato y muy honroso declarar formalmente inaugurada la 81 Convención Bancaria, haciendo voto para que sus trabajos y deliberaciones contribuyan al desarrollo y al crecimiento de nuestro país.

¡Enhorabuena! Muchas felicidades y muchas gracias.

- MAESTRO DE CEREMONIAS: De esta manera concluye este evento. Se despide de ustedes el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, licenciado Enrique Peña Nieto.

La Presidencia de la República agradece a ustedes su amable asistencia deseándoles que tengan una excelente noche.

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