* Riesgo de una nueva Guerra Fría
entre EE. UU. y sus aliados, contra China y Rusia
* Urge la organización del pueblo
para protestar contra la actitud guerrerista del imperialismo norteamericano.
Ciudad de México.- Luego del creciente rumor en los
medios informativos de todo el mundo, incluidos los mexicanos, de que la paz
mundial está en peligro ante una eventual guerra nuclear entre las potencias
occidentales, con EE. UU. a la cabeza, y el bloque encabezado por Rusia y
China, el líder nacional del Movimiento Antorchista, Aquiles Córdova Morán
indicó que es la política militarista del presidente Joe Biden, incluida la
OTAN, su política agresiva e intervencionismo activo, político y militar, lo
que mantiene en tensión y bajo amenaza a la paz mundial, sin embargo, los daños
irreparables que ocasiona la radiación nuclear no reconocen fronteras, de ahí
que el pueblo mexicano debe condenar la actitud guerrerista de la superpotencia.
“La
paz mundial depende, pues, de que Estados Unidos entienda la nueva situación
global, incluida la fuerza real de Rusia y China y se resigne a ocupar un lugar
menos relevante en ella. Debe entender también que sus intentos de clavar una cuña
entre los dos gigantes aliados que hoy lo enfrentan está condenada al fracaso,
porque ambos entienden que la sentencia de muerte del imperialismo es la misma
para los dos” indicó Córdova Morán.
Ubicó
como el responsable de provocar estas nuevas tensiones, al presidente Joe Biden,
desde que era candidato, con sus declaraciones sobre hacer de EE. UU. una
potencia encargada del orden, la paz y la libertad del mundo, distinguiéndose
de su antecesor, Donald Trump, quien hizo a un lado la política de fomentar y
ampliar de modo permanente la presencia militar norteamericana en Europa y en
el mundo. “La política exterior apaciguadora de Trump, causó sin quererlo un
severo daño al negocio de las armas”.
Resaltó
que con respecto a Rusia y China, Trump, en el plano económico impulsó la
filosofía “hagamos América Grande otra vez” mientras que en el terreno
político, optó por un menor intervencionismo en los asuntos internos, para
evitar conflictos, además, privilegió el diálogo y los acuerdos de mutua conveniencia
con Rusia y siguió una política más agresiva respecto a China, pero limitada al
ámbito económico y evitando tocar asuntos que lastimaran la soberanía nacional
y la integridad territorial de la potencia asiática.
El
líder antorchista puntualizó que el hoy mandatario Biden tenía como misión
restaurar de inmediato la política militarista, incluido el poderío de la OTAN,
regresar a la política agresiva para hacer sentir el poder y la autoridad
norteamericana. “Eso fue lo que prometió en campaña y eso es lo que está
haciendo desde la Presidencia” sostuvo.
El
nuevo escenario geopolítico, apunta Córdova Morán, lleva a un debate sobre si
debe llamarse o no “Guerra Fría, segunda parte” a este panorama. Y es que el
peligro de hablar con ligereza de una nueva “guerra fría” tiene repercusiones
muy claras, pues, acotó Córdova Morán, “designa una lucha a muerte entre los
dos sistemas, que solo tiene una única salida: la eliminación radical de uno de
los dos contendientes”, es decir, la lucha entre capitalismo y socialismo que
encarnaron en su momento la República de los Soviets fundada por Lenin y su partido
en 1917 y el trato dado por la política norteamericana con el presidente
Woodrow Wilson, quien respaldó el término “guerra fría”, creación del
periodista norteamericano Walter Lippman.
Se
remitió a las reservas de politólogos norteamericanos como Jonathan Marcus,
experto en asuntos diplomáticos de la BBC y de los propios estrategas militares
del Gobierno norteamericano, ante el temor de llamar “guerra fría” al conflicto
actual, “porque resulte una camisa de fuerza que obligue a Norteamérica a una
guerra total contra China, en un momento en que la victoria yanqui es más que
dudosa por dos razones: primero, las circunstancias mundiales no son las mismas
que a fines del siglo pasado; segundo, la situación de China no es la misma que
la de la URSS”, indicó.
El
luchador social precisó la nueva realidad de poderío económico de China,
sustentándose en fuentes periodísticas de alto nivel, y la nueva situación de
Rusia, que, con respecto a sus antecedentes, el primero es “eje del crecimiento
mundial y apoyo indispensable de muchas economías del mundo, incluida la
norteamericana” y el segundo ya no está aislado ni bloqueado, frente al complejo
escenario para la paz mundial, de polarización, agudizada por la incontinencia
verbal del Presidente norteamericano que se ha referido a su homólogo ruso como
“asesino” y la consecuente respuesta china y rusa cruzando la “raya roja”,
entre reclamos e imputaciones mutuas.
Llamó
al pueblo mexicano a entender lo riesgoso del momento que se vive y a condenar
esta actitud por el riesgo a la estabilidad nacional. “México y los mexicanos
debemos tomar conciencia de que una guerra nuclear contra Estados Unidos nos
llevará irremediablemente entre las patas, hablando coloquialmente, porque la
potencia destructiva y los daños irreparables que ocasiona la radiación nuclear
no reconocen fronteras: Es mejor que nos organicemos y protestemos ahora contra
la actitud guerrerista del imperialismo yanqui, Ahora, cuando aún tenemos
tiempo. Mañana puede ser tarde” alertó.