Hasta
ahora, el 2021 ha sido el peor año en términos de fraudes. La
Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, por sus siglas
en inglés) recibió 2.8 millones de reportes de fraude durante
el 2021, con una pérdida
total de casi USD $6,000 millones, lo que representa un aumento del
70% con respecto al año 2020.
Este
incremento está obligando a las compañías a investigar los
historiales crediticios para tomar medidas precautorias. FICO,
compañía líder en software analítico, es un estándar
independiente en puntuación crediticia. Sus métodos gozan de la
confianza de los acreedores e inversionistas. La tecnología de la
compañía no sólo amplía el acceso al crédito, sino que también
ayuda a los acreedores a detectar el fraude de manera más precisa.
FICO
Platform utiliza una combinación de aprendizaje automático y
algoritmos para detectar y detener las operaciones fraudulentas.
“En
realidad, se trata de descubrir cómo obtener las mejores respuestas
a las preguntas que tengas sobre los clientes, para poder atenderlos
y protegerlos mejor y para que las empresas puedan también
protegerse a sí mismas”, dijo Sarah Rutherford, directora
ejecutiva de Marketing Global para Fraude y Cumplimiento en FICO.
FICO
puede reducir el riesgo de las empresas
Para
las instituciones financieras, gestionar el fraude es un proceso
complejo y costoso que afecta a cada interacción que tienen con su
cliente.
Desde
la primera solicitud hasta cada vez que un cliente usa su cuenta o
realiza compras, existe la posibilidad de fraude. Pero, desde luego,
la mayoría de los clientes no son defraudadores, y la mayoría de
las operaciones son legítimas –hay que detener el fraude, pero sin
arruinar la experiencia de cliente–.
Al
comienzo de la relación con el cliente se presentan dos
posibilidades de fraude: fraude de primera persona y fraude de un
tercero.
El
fraude de primera persona sucede cuando un solicitante promete a una
organización pagarle en el futuro a cambio de préstamos, bienes o
servicios sin la intención de hacerlo. Por lo general, esto pasa
cuando los solicitantes exageran sus ingresos o puesto laboral para
obtener mayor crédito. En este caso, autorizar la cuenta es dañino
para ambas partes, porque el solicitante asumirá una deuda más
grande y la empresa tendrá que manejar un préstamo que quizá nunca
se pagará.
FICO
es capaz de analizar la información de la solitud en busca de
anomalías que indiquen fraude; por ejemplo, que el título del
puesto y el empleador sean compatibles con el ingreso declarado. Si
algo parece sospechoso, el acreedor o la institución crediticia
pueden tomar la decisión de no autorizar o modificar la oferta para
reducir el riesgo.
La
siguiente misión es combatir el fraude de terceros, que incluye
delitos como robo de identidad. En estos casos, el delincuente puede
abrir una cuenta nueva y manejarla durante varios años. Luego, en el
momento oportuno, el delincuente elevará el límite de crédito de
la cuenta y retirará el dinero.
El
fraude de solicitudes basado en el robo de identidad es un crimen
organizado en el cual los defraudadores presentan cientos de
solicitudes con la esperanza de que unas cuantas pasen por los
controles de fraude. Para gestionar todas esas solicitudes, los
defraudadores deben reutilizar ciertos elementos de los datos, tales
como usar el mismo número de teléfono móvil en varias solicitudes
de personas aparentemente diferentes.
El
software de FICO ayuda a las instituciones financieras a analizar y
detectar el fraude de terceros buscando entre solicitudes y registros
del cliente, y descubrir posibles conexiones a otras solicitudes o
cuentas que no existirían en una solicitud legítima.
Una
vez que se abre una cuenta, el riesgo de fraude no desaparece. Cada
vez que alguien compra un producto con una tarjeta de crédito o
débito, sea en línea o en una tienda física, existen varios
procesos que suceden entre los comerciantes, el ecosistema de pagos y
el emisor de la tarjeta antes de que la transacción se autorice. El
proceso toma apenas unos cuantos segundos. Si uno de los sistemas
encuentra algo fuera de lo normal en la transacción, ésta será
declinada y no pasará sin verificaciones adicionales.
Sin
embargo, la necesidad de proteger contra fraude y delitos financieros
abarca más que sólo reducir las pérdidas y mejorar la experiencia
del cliente. Las personas también se preocupan por los aspectos
éticos de la prevención de delitos.
De
acuerdo con un estudio de FICO sobre los efectos del fraude en los
consumidores, el 69.5% de las 1,000 personas consultadas afirman que
cambiarían de institución bancaria si descubrieran que su banco
está involucrado en lavado de dinero. Por lo tanto, las políticas
firmes de antifraude y delitos financieros se convierten en una parte
vital de la estrategia ambiental, social y de gobernabilidad de una
institución financiera.
Aprovechar
los datos para erradicar a los delincuentes
Durante
la pandemia, personas en todo el mundo han pasado más tiempo en casa
para mantener el distanciamiento social y evitar la propagación del
COVID-19.
El
distanciamiento social condujo a que una multitud de personas usaran
internet por primera vez y a que la gente que ya era ¨digital¨
pasara más tiempo en internet. Estar en línea por períodos largos
aumenta el riesgo de caer víctima de estafas, sobre todo para las
personas que no saben identificar las señales de fraude.
El
robo de identidad es un suceso traumático del que es difícil
recuperarse. Los estafadores con información confidencial pueden
obtener crédito a nombre de la víctima y no pagarlo, lo que puede
ocasionar impactos negativos en las puntuaciones de crédito de
consumidores inocentes.
FICO
recomienda a los consumidores revisar sus reportes de crédito con
frecuencia para identificar cuentas irreconocibles o cualquier
actividad crediticia que no hayan iniciado ellos mismos. Sin embargo,
debido a que las técnicas de fraude siguen evolucionando, los bancos
necesitan mejorar sus análisis y modelos para ser precisos y
adaptables.
FICO
emplea modelos de inteligencia artificial (IA) que se entrenan para
reconocer el fraude a través de datos que definen cómo se ve el
fraude y diferenciarlos que lo que es un comportamiento normal. FICO
también brinda modelos con capacidad de autoaprendizaje. Esto
significa que pueden identificar un comportamiento fuera del patrón
normal o indicativo de fraude, lo que resulta especialmente útil
para detectar nuevos tipos de fraude cuando no hay datos disponibles
para entrenar los modelos de IA.
Sin
embargo, las instituciones financieras deben decidir cuidadosamente
cómo aplicar sus políticas. Bloquear todo crea falsos positivos y
ocasiona que las personas opten por abandonar la institución. Pero,
por otra parte, dar rienda suelta a las transacciones permitirá que
pasen todos los fraudes. FICO Platform ayuda a las instituciones
financieras a lograr un equilibrio entre los dos. La misión es
mantener una buena experiencia de cliente para que los clientes
sigan siendo fieles y no se vayan con la competencia.
“Nos
gusta pensar en que es necesaria una fricción apropiada”, indicó
Rutherford. “Existe una narrativa de que toda fricción es mala y
que nunca debes interferir en lo que desea hacer tu cliente. Sin
embargo, los defraudadores por lo general operan buscando presionar a
las personas y hacen parecer que todo es urgente y que tienen que
hacerlo de inmediato. Si consideramos la detección de fraude como un
continuo, entonces tienes actividad claramente legítima, por un
lado, y claramente un fraude, por el otro. Es en el punto medio donde
se requiere precisión. Si pueden detectar con exactitud el fraude
cuando las señales son menos obvias, entonces pueden aceptar a los
clientes que a primera vista tienen indicadores de riesgo de fraude.
Tener un conocimiento más profundo del riesgo de fraude les permite
adaptarse a lo que ofrecerán a los clientes. Por ejemplo, si una
solicitud de cuenta tiene algunos indicadores de riesgo, pero también
podría ser un cliente legítimo, pueden adaptar la manera de
tratarlo: en vez de negarse a abrirle una cuenta, podrían adaptar su
oferta reduciendo el límite de crédito o retrasar el acceso a
fondos mientras conducen una investigación más a fondo.”
Por
lo general, los defraudadores comienzan por lo más pequeño, como
abrir cuentas para firmar contratos de telefonía móvil a nombre de
la víctima. Después, utilizan eso para “verificar” su identidad
frente al emisor de tarjetas o el banco y, luego, vaciar la cuenta.
Desatar
el poder de la IA para tomar decisiones más inteligentes
La
reciente cobertura de medios sobre criptomonedas ha atraído a las
personas a esta forma digital de divisa. Conforme las criptomonedas
se disparaban, muchos consumidores buscan sacar partido.
Lamentablemente,
la llegada de la IA condujo a millones de estafas, en las que los
defraudadores convencían a las personas a usar soluciones de pago en
tiempo real (como Zelle), para enviar dinero para la compra de
criptomonedas. Una vez iniciadas, estas transacciones de pago no
pueden cancelarse ni alterarse. Cuando la víctima se percata de que
ha sido estafada ya es demasiado tarde, pues el dinero se ha enviado
al defraudador y no es posible reclamarlo.
“Los
defraudadores siempre juegan un juego de números”, puntualizó
Rutherford. “Constantemente buscan conducir ataques masivos y
algunas personas caen como víctimas. El problema con este tipo de
estafa es encontrar dónde yace la responsabilidad y cómo
prevenirla.”
FICO
ofrece modelos para pagos en tiempo real que detectan los pagos
sospechosos. Los bancos podrían entonces aplicar una estrategia
sofisticada para gestionar los posibles casos de fraude. Por ejemplo,
podrían utilizar FICO Platform para enviar una alerta en tiempo real
a la posible víctima; entonces el sistema podría ayudar y guiar a
la víctima por un proceso para determinar si está siendo estafada o
no.
“Los
bancos pueden enviar una notificación instantánea a alguien
relacionado personalmente con esa transacción que diga: ‘¿Está
seguro de que le está pagando a esta persona o empresa?’”,
señaló Rutherford. “Se pueden hacer diferentes preguntas, tales
como si ya confirmó con la persona o institución a la que se supone
que le está pagando. De esa manera, pueden reflexionar e interponer
ciertos obstáculos, pese que la mayoría del tiempo, todo está
bien, siempre se deben de tomas las medidas necesarias para cuando no
todo esté bien, ya que se nos puede ir la vida intentando cambiar
las cantidades de dinero.”
Acerca
de FICO
FICO
(NYSE: FICO) impulsa las decisiones que ayudan a las personas y
negocios de todo el mundo a prosperar. Fundada en 1956, la compañía
es pionera en el uso de la analítica predictiva y la ciencia de
datos para mejorar las decisiones operativas. FICO cuenta con más de
206 patentes estadounidenses y extranjeras de tecnologías que
aumentan la rentabilidad, la satisfacción del cliente y el
crecimiento de las empresas en las industrias de servicios
financieros, telecomunicaciones, salud y venta minorista, entre
muchas otras. Con las soluciones de FICO, empresas en más de 120
países realizan un sinfín de actividades: desde proteger 2,600
millones de tarjetas de pago contra el fraude y ayudar a las personas
a obtener crédito hasta asegurar que millones de aviones y autos de
alquiler se encuentren en el lugar correcto en el momento adecuado.
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