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México
 está inmerso en un proceso en el cual, la población experimenta un 
aumento de sobrepeso y obesidad que afecta en mayor medida a la 
población que reside
 en zonas urbanas.
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De
 acuerdo con los especialistas, el país se encuentra en una etapa 
intermedia de la denominada transición alimentaria, asumiendo que en 
etapas avanzadas
 la obesidad se presenta en los grupos más pobres.
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En el ranking de países de la OCDE (52 países), ordenados de mayor a menor prevalencia
 en sobrepeso, España ocupa la
12ª posición, siendo la prevalencia del 34,1% y en obesidad
 ocupa la 20ª posición, con una prevalencia igual al 10, 8%. 
 
 
Ciudad de México, 4 de marzo de 2021.-
 En México
 el 4 de marzo de cada año se celebra el “Día Mundial contra la 
Obesidad”, efeméride instituida por la Organización Mundial de la Salud 
(OMS) y expuesto por diversas
 organizaciones internacionales como la European Association for the 
Study of Obesity EASO, World Obesity Federation WOF. Cuyo objetivo es 
informar y sensibilizar a la población sobre la necesidad de adoptar 
medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la
 obesidad. 
 
  
 
Entre
 2016 y 2018 el problema en nuestro país creció diez puntos porcentuales
 en mujeres adolescentes que no viven en ciudades; esto es
 casi un 40 % de aumento de peso en un ecosistema en el cual, se pierde 
de manera acelerada la dieta tradicional y peor aún en donde la 
actividad física era relevante.
 
  
 
  
 
La
 Organización Panamericana de la Salud define a México como uno de los 
principales países en Latinoamérica en donde el consumo promedio
 es de 214 kilogramos anuales de alimentos procesados por persona.
 
  
 
La
 Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2018 revela que en el 
país poco más de una quinta parte (22%) de niñas y niños con
 menos de 5 años, tienen riesgo de padecer sobrepeso. En 2018, de la 
población de 5 a 11 años, 18% tiene sobrepeso y va en incremento 
conforme aumenta  la edad; 21% de los hombres de 12 a 19 años y 27% de 
las mujeres de la misma edad, presentan sobrepeso. En
 la población de 20 años o más, los hombres (42%) reportan una 
prevalencia más alta que las mujeres (37 %). 
 
  
 
Hace
 3 años, en 2018 en el grupo de mujeres de 20 a 29 años, la prevalencia 
de obesidad correspondía al 26% con aumento del  46% en el
 grupo de 30 a 59 años; en los hombres se observaba un aumento menos 
pronunciado al pasar de 24 a 35 por ciento. En los adultos mayores la 
dinámica era otra: las mujeres con prevalencia de obesidad más alta 
(40%) con respecto a los hombres; la diferencia es
 de 14 puntos porcentuales.  
 
  
 
La
 lactancia materna es un factor protector de enfermedades y además 
disminuyen el riesgo del sobrepeso. Se ha comprobado que la duración
 prolongada de la lactancia materna se asocia con una reducción de 13% 
de las probabilidades de prevalencia de sobrepeso u obesidad. También la
 ingesta de una alimentación complementaria adecuada a partir de los 
seis meses de edad, evitar en los primeros años
 de vida el consumo de bebidas azucaradas y alimentos con alto contenido
 de azúcar y sodio, reduce la prevalencia de riesgo al sobrepeso. La 
ENSANUT 2018 reporta que en el país poco más de una quinta parte (22%) 
de niñas y niños con menos de 5 años, tiene riesgo
 de padecer sobrepeso. 
 
  
 
  
 
En
 las zonas urbanas de México, el sobrepeso en la población de 5 a 11 
años representa 18%; mientras que en las rurales es de 17 por ciento.
 Para el grupo de 12 a 19 años, la prevalencia de sobrepeso también es 
más alta en localidades urbanas, la diferencia es de cuatro puntos 
porcentuales. Lo mismo sucede con la prevalencia de obesidad, las 
diferencias más amplias se ubican en la población de
 5 a 11 años y en la de 20 años o más, con ocho y cinco puntos 
porcentuales, respectivamente. 
 
  
 
En
 México la población infantil de 5 a 11 años registra una prevalencia de
 sobrepeso mayor en la región norte del país (20%); mientras
 que en la Ciudad de México (Zona Metropolitana del Valle de México, 
conformada por la Ciudad de México más municipios conurbados del Estado 
de México) se ubican las prevalencias más altas para los grupos de 12 a 
19 años (32%) y 20 años o más (41 por ciento). 
 
  
 
El
 Programa Nacional de Juventud del 2014-2018 (Projuventud, 2014-2018) 
elaborado por el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), estimó
 que en 2012 aproximadamente 9.5 millones de jóvenes presentaron 
sobrepeso y 6.5 millones obesidad. 60% de los hombres con sobrepeso 
presentó obesidad, en el caso de las mujeres esta proporción fue del 
80%.
 
  
 
En
 cuanto a la prevalencia de obesidad, la Ciudad de México reporta la 
prevalencia más alta para la población infantil de 5 a 11 años (28%);
 mientras que para la población de 12 a 19 años (17%) y 20 años o más 
(42%), es en la región norte, donde se observan las prevalencias más 
altas. 
 
Un
 análisis por municipio indica que la mayor prevalencia de obesidad se 
presenta en la zona norte y costera del país, incluyendo la península
 de Yucatán. En contraste, destacan niveles bajos de obesidad en zonas 
como la Sierra del Nayarit, la Sierra Tarahumara (tanto en su parte alta
 y baja), así como en algunos municipios de los estados de Oaxaca, 
Chiapas, Hidalgo y San Luis Potosí. 
 
  
 
 
 
  
 
Diversas
 sociedades Médicas a nivel internacional SEEDO-SEEN han recomendado 
agregar a las normas esenciales de higiene de manos, distancia
 social el control del peso y la práctica de actividad física como 
herramientas para luchar contra la pandemia. Además de ser considerados 
un grupo de riesgo ante la pandemia actual por Covid-19.
 
  
 
  
 
Por esta razón
medix®
empresa mexicana, en sinergia con la SEEDO, hace un llamado a:
 
  
 
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Nuestros
 sistemas de salud a crear conciencia acerca del padecimiento, no sólo 
este 4 de marzo, no es solo una fecha oportuna, sino necesaria
 para generar conciencia a la población ante la gravedad y posibles 
riesgos de la obesidad en México y en todo el mundo.
 
 
  
 
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Los médicos a llevar una educación médica continua con enfoque bioético y a fomentar la promoción del abordaje de la obesidad.
 
 
  
 
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La
 iniciativa privada a analizar las raíces del padecimiento y fomentar 
soluciones a la población a lograr y mantener su peso saludable.
 
 
  
 
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A la ciudadanía en general a terminar con el estigma de la zona de confort del paciente obeso.
 
 
  
 
Por
 su parte el la SEEDO ha establecido un decálogo con una serie de normas
 básicas de dieta y estilo de vida que tiene como objetivo
 mantenerse dentro de las líneas de lo que es saludable, tanto en el 
aspecto físico relacionado con la alimentación y el ejercicio como en 
aspectos psicológicos vinculados con el comportamiento. Y es que, se 
sabe que durante el confinamiento es fácil saltarse
 esas líneas rojas y que aparezcan conductas y hábitos poco 
saludables.
 
  
 
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Participa
 en el PLAN FAMILIAR de actividades de cada día. (horario de comidas, 
horarios de conexión para la escuela o estudio; recreos y otras 
actividades)
 
 
  
 
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CUIDA TU ASPECTO y tu entorno. Aséate cada día y ponte ropa cómoda para estar en casa. Ventila las habitaciones,
 ház la cama, liimpia y ordena
tus espacios.
 
 
  
 
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DESPIÉRTATE
 TEMPRANO Y DESAYUNA todas las mañanas, en familia. Para empezar el 
día con mucha energía que no falte un vaso de leche o un producto 
lácteo (yogurt o queso),
 una fruta y un poco de pan con aceite de oliva. Es un buen momento para
 poner en práctica la dieta mediterránea (rica en vegetales, frutas,
 granos enteros, frijoles, frutos secos y semillas, y aceite de oliva).
 
 
  
 
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MUÉVETE Y DIVIÉRTETE en familia – al menos 30 minutos por la mañana y otros
 
 
30 minutos por la tarde con juegos donde te muevas o bailes.
 
  
 
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Negocia con tus padres y hermanos los tiempos dedicados al uso de PANTALLAS
 
 
(móvil, consola, TV), pero no los utilices mientras comes. Sigue en contacto con los amigos por video conferencia,
 de vez en cuando. 
 
  
 
  
 
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Participa en la cocina y prepara PLATOS SALUDABLES Y ATRACTIVOS. Procura comer siempre a la misma hora.
 
 
  
 
 El AGUA SIMPLE debe ser la principal bebida para todos los miembros de la familia.
 
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Evita el consumo de ALIMENTOS RICOS EN SAL, AZÚCARES AÑADIDOS Y GRASAS POCO SALUDABLES.
 
 
  
 
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MAÑANA
 SERÁ OTRO DÍA. Mantén la rutina y acuéstate temprano. Mañana hay 
que levantarse y hacer todas actividades diarias, tareas escolares, 
ayudar en casa y mantenerse activo.
 
 
  
 
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CUIDA
 TUS EMOCIONES, si estas nervioso o triste ¡Comparte tus emociones! la 
música relajada puede ayudarte. Lee y sorprende a tu familia con tus 
dotes artísticas dibujando o haciendo
 manualidades, etc. te ayudarán a controlar tus emociones. 
 
 
  
 
Es
 importante que en este día podamos motivar a las personas que nos 
rodean a adoptar un estilo de vida más sano, comer saludablemente
 o tener alguna rutina de ejercicio diario. Sin duda alguna la 
prevención es prioridad y todos somos responsables de nuestra educación 
sanitaria en nutrición y adopción de estilos de vida saludables.
 
  
 
Los
 expertos de SEEDO asumen que esta situación de confinamiento, que 
está siendo prolongada, va a tener de forma inevitable una repercusión
 muy importante sobre los hábitos de vida básicos que son la comida y 
la actividad física o la higiene. Pero que, incluso, puede tener un 
efecto negativo a nivel emocional y de comportamiento.
 
  
 
Es una labor de todos; el eje principal de estas recomendaciones está en el apoyo familiar;
para
 asegurar una alimentación sana y garantizar la actividad física 
durante el confinamiento, el núcleo familiar es más importante que 
nunca.
 
  
 
Referencias