Ciudad de México. En diferentes entornos sociales, los mexicanos destacamos por nuestra alegría y también por el gusto por la convivencia y los festejos. En los próximos días la celebración del Día de muertos será la protagonista y seguramente el alcohol estará presente en varios de los hogares mexicanos. Es por ello que la Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (FISAC) propone el autocuidado como una alternativa que actúe como factor protector para no hacer un uso nocivo del alcohol y con ello disfrutar de las fiestas sin poner en riesgo la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2025), el consumo total de alcohol per cápita en México es de 6 litros, con una prevalencia más alta en hombres (51.8%) que en mujeres (33.0%). Estas cifras reflejan la importancia de tomar decisiones informadas y adoptar una cultura de responsabilidad ante el consumo, especialmente durante las fiestas, cuando los excesos se normalizan socialmente.
En esta época del año, las calles se llenan de luces, las reuniones se multiplican y los brindis se vuelven parte del paisaje cotidiano. Entre abrazos, música y celebraciones, pocas veces nos detenemos a pensar en el papel que el autocuidado puede tener como nuestra mejor estrategia para mantenernos sanos, disfrutar plenamente y prevenir riesgos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el autocuidado es la capacidad de las personas, las familias y las comunidades para promover y mantener la salud, prevenir enfermedades y enfrentarlas con o sin apoyo profesional. En este sentido, cuidar de nosotros mismos no es un acto individualista, sino una forma de construir bienestar colectivo.
Para FISAC, el uso nocivo del alcohol comprende cualquier práctica que implique riesgo o daño para la salud o la sociedad: beber en menores de edad, durante el embarazo o lactancia, combinar alcohol y volante, consumir en exceso o hacerlo durante tratamientos médicos o enfermedades crónicas. Evitar estas prácticas es una forma concreta de autocuidado y de responsabilidad ante el consumo.
La salud no depende solo de evitar lo dañino, sino de fortalecer lo que nos protege. FISAC promueve el autocuidado como un hábito preventivo que se construye con pequeñas acciones diarias y estas decisiones, sostenidas en el tiempo, actúan como barreras protectoras frente a los riesgos del uso nocivo del alcohol y ayudan a mantener un equilibrio físico, mental y emocional.
Entre las prácticas más efectivas de autocuidado, destacan tres pilares fundamentales:
a) Mantener actividad física continua. La actividad física regular favorece el equilibrio físico y mental, reduce el estrés y genera bienestar gracias a la liberación de endorfinas. Ejercitarnos mejora la autoestima y ayuda a gestionar mejor las emociones, reduciendo la posibilidad de recurrir al alcohol como vía de escape o relajación.
b) Cuidado de la salud mental y emocional. Reconocer, aceptar y expresar nuestras emociones de forma sana es esencial. Dedicar tiempo al descanso, establecer límites y buscar espacios de calma fortalece la estabilidad emocional. El bienestar no solo implica ausencia de enfermedad, sino un estado de equilibrio integral.
c) Tomar decisiones conscientes y responsables. La responsabilidad ante el consumo implica conocer y medir lo que se bebe. El trago estándar —una medida que indica la cantidad de alcohol puro en cada bebida— ayuda a mantener el control sobre la ingesta. Saber cuánto se bebe, es una herramienta poderosa para prevenir riesgos y cuidar de los demás.
En nuestra cultura persisten varios mitos en torno al alcohol que pueden poner en riesgo la salud, se piensa que 'una cerveza es más ligera que un caballito de tequila', pero ambos contienen la misma cantidad de alcohol puro, cerca de 13 gramos por trago estándar. Otro mito frecuente es que 'el café o una ducha fría ayudan a eliminar la embriaguez', cuando en realidad solo el tiempo permite al cuerpo metabolizar el alcohol.
“El autocuidado no se trata de prohibirse, sino de elegir con conciencia. Cada decisión cuenta cuando de bienestar se trata. Evitar el uso nocivo del alcohol, mantenernos activos y cuidar de nuestra salud emocional es una forma de querernos y cuidar también a los demás”, afirmó Jessica Paredes Durán, Directora general de FISAC.
En esta temporada de fiestas, FISAC invita a la población a celebrar con conciencia y equilibrio. Disfrutar de los momentos que fortalecen los lazos humanos sin poner en riesgo la salud es también una forma de amor propio. El mejor brindis de esta temporada es aquel que celebra la vida, la salud y el bienestar compartido.
Para más información visita: www.alcoholinformate.org.mx y www.tragoestandar.org.mx
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