Cuando alguien se pregunta: “¿Por qué elegí a mi pareja si no me hace feliz?” es
momento de poner una mirada sobre los programas que se están
reproduciendo o cuestionarse qué ha pasada en su historia, cuyas
relaciones siempre son frustrantes, insatisfactorias o no llegan a ser
lo esperado. La respuesta es que algún patrón de repetición se ha
activado, imposibilitando a la persona a que haga algo distinto.
Descodificar es
ir a buscar el origen de un resultado que en algún aspecto de nuestra
vida no nos gusta, como por ejemplo el área de la pareja.
Descodificar significa encontrar la respuesta en alguna historia de la
vida, ya sea propia o de la familia anterior a nuestra llegada, nuestros
ascendientes. Cuando nos damos la oportunidad de ver qué conflictos
están detrás de alguna circunstancia que nos desagrada, esta situación
comienza a cambiar y podemos acercarnos al objetivo de todo ser humano,
que es ser feliz. La gente no viene a este planeta a sufrir, sino a
aprender de las experiencias vividas y trascenderlas, lo que significa
dejar de repetir o compensar para ejercer el pleno derecho sobre nuestra
vida.
¿Qué pasa en la historia de una persona que siempre tiene parejas que no llegan a ser lo que esperan de ellas?
Que algún patrón de repetición se ha activado, imposibilitando a la persona a que haga algo distinto. Es como si el piloto automático de las reacciones emocionales se pusiera en marcha y ya no hubiera vuelta atrás.
La
Primera Ley Biologica habla de que siempre, antes de la aparición de un
síntoma, la persona ha vivido un conflicto. El síntoma puede ser algo
que le aleja de la felicidad y armonía en la que quiere vivir.
Se
es feliz cuando la realidad que se vive es aceptada tal como es y está
alineada con los deseos propios y compartidos. Pero podemos encontrarnos
con relaciones con las que se sufre sin saber el porqué.
En una relación hay dos seres que se conectan a través de sus historias y de los sistemas familiares de los que provienen.
La pareja sana
Una pareja sana es aquella que consigue un intercambio positivo. Es estar a la par del otro. Ni arriba ni abajo, ni delante ni detrás sino a la par. La desigualdad genera formas de pareja donde hay roles confundidos como
padre-hija, madre-hijo (muy Freudiano), roles en que uno indica al otro
qué debe o no debe hacer, o incluso parejas en que uno se convierte en
el “territorio” del otro. Para detectar esto hay que sanar heridas del
pasado, como pueden ser las carencias desde las que se busca a papá o a
mamá; o bien a otros familiares que tuvieron peso en la historia como
abuelos, hermanos y tíos. Se trata de analizar y detectar las repeticiones o compensaciones que se llevan a cabo: esto permite ponerse al lado del otro para construir una historia conjunta saludable.
Un recurrente problema en el mundo de las relaciones sentimentales es querer cambiar a la pareja,
criticarle, o esperar cada día algo diferente de lo que es. Esto es una
falta al amor y al respeto, y muchas veces es el germen de la
separación. ¿Has oído alguna vez eso de “nunca tuve suerte en el amor”?
Como si se tratara de una lotería. Son muchos los conceptos adquiridos
que todos hemos repetido alguna vez: “todos los hombres/ mujeres son
iguales”, “al principio muy bien y luego todo cambia”, “mientras fuimos
novios, fabuloso pero al casarnos fue un cambio radical”, “es igual a su
padre/madre…”, “desde que tuvimos a nuestro primer hijo, se perdió la
pareja”, y muchos más.
Un amigo dice: “Una pareja son dos seres maravillosos que se hacen la vida difícil”. Y yo agrego: “por no decir imposible”, e incluso pueden llegar a hacerse mucho daño. En realidad, la pareja
es una unión de seres que se juntan para evolucionar y que, según el
aprendizaje, pondrán en la receta de la relación más romance, más
compañerismo, más sintonía. Se centrarán más o menos en
determinados puntos como la economía, el poder, la posición social; o
tendrán intereses no compartidos que les pueden alejar. En todo caso
ambos se centrarán en lo que necesitan a nivel individual y a nivel
pareja. Ya dicen bien “Dios los cría y el viento los amontona”.
Una
pareja es básicamente una escuela para entender al ser humano. Las 24
horas de convivencia diaria dan para ajustarse en montones de
situaciones difíciles y ver cómo respondemos. Son 24 horas para ver
cuándo sale el ego a relucir y cuándo hay amor.
Es
indudable que la vida en solitario es mucho más cómoda que la vida de a
dos. Sin embargo, la vida en pareja es más nutritiva, enriquecedora,
promete más movimiento personal, da más sustancia para ver y resolver
los conflictos propios. Un asceta puede tener una rica vida interior
pero no habrá probado los límites de la construcción del mundo
compartido aún con los riesgos a nivel personal que esta conlleva.
La
“pareja por amor” es un concepto relativamente nuevo en la historia de
la humanidad. Amar es aceptar de manera incondicional al otro. Es
distinto de enamorarse. Enamorarse es ver ciegamente desde las propias
creencias al otro.
Cuando en la pareja hay problemas o no hay pareja
Desde
la Descodificación Biológica se miran cuál/es son los programas que
están teniendo fuerza en la persona a nivel inconsciente y de los que no
se puede sustraer por no estar estos sanados. Los programas siguen activos mientras son inconscientes.
Hasta que no hagas consciente a tu inconsciente, va a dirigir tu vida y lo llamarás destino.” Carl G. Jung
El
trabajo del descodificador será buscar y encontrar dónde está nuestro
estrés inconsciente en diferentes aspectos de la biología, los programas
de vida, la historia de los padres y en el transgeneracional. El conflicto viene cuando no podemos vivir nuestra propia biología. Cuando vivimos programas que no nos pertenecen, o dolores pasados.
Descodificar una pareja consiste
en ver lo que no funciona entre tu pareja y tú, para localizar los
aprendizajes primarios que se han realizado. Se debe revisar el árbol
familiar y las creencias, valores, mandatos familiares y el sistema de
comunicación. Es bucear en las profundidades para encontrar el origen
del resultado no deseado.
Un ejercicio sencillo para hacer en pareja es mirarse a los ojos y decirse ¡Hola!. A partir de ahí, comunicar ¿Qué siento? ¿Qué pasa por mi interior?
Eso
es la pareja. Dos seres que se unen para transformarse. Si lo hacen con
amor y respeto por sus vidas, por sus historias o por las de sus
familiares; saldrán enriquecidos. Si sólo se ven a sí mismos en
sus dolores, se empobrecerán, lucharán; y en el mejor de los casos se
separarán. Pero en el peor, se perpetuará el daño y una vez más la rueda
de la locura se transmitirá a los descendientes.
Acerca de Instituto Ángeles Wolder®
Fundado en Barcelona, España por Ángeles Wolder, es un centro formativo
especializado en Descodificación Biológica y Terapia Integrativa. La
Descodificación Biológica, tiene como base la teoría del Dr. Hamer sobre
las leyes biológicas y ofrece formaciones que proponen cambiar
radicalmente la forma de ver y tratar las enfermedades.
Acerca de Ángeles Wolder
Ángeles Wolder es Descodificadora Biológica y directora del Instituto
Ángeles Wolder y autora de los libros "El Arte de Escuchar el Cuerpo" y
"El Reflejo de nuestras emociones". Es licenciada en Kinesiología
(Universidad de Buenos Aires), Profesora en Enseñanza Universitaria
(Universidad de Belgrano), Licenciada en Antropología Social y Cultural
(Universitat Autónoma de Barcelona), Máster en Psicosociología y Máster
en Neurociencias.