Por
Everth
Hernández, director general de Aruba en México, una empresa de
Hewlett Packard Enterprise
Estamos
a unos días de celebrar una vez más el Día Mundial de Internet
(este próximo 17 de mayo).
Es
un hecho que esta valiosa herramienta ha venido a modificar nuestro
día a día, al grado de que hoy no nos imaginamos muchas de nuestras
actividades sin su ayuda: no sólo hablamos de apoyarnos en el
trabajo y la escuela, colaborar, interactuar globalmente, hacer
investigaciones a profundidad o aprender algo nuevo; gracias a
Internet también podemos comprar desde la comodidad del sillón,
cuidar nuestra salud en todo momento, pedir un taxi o comida,
disfrutar de un hogar inteligente, seleccionar los lugares a visitar
en vacaciones, conocer el tráfico camino a casa, explorar sitios aún
sin estar ahí, jugar con gente alrededor del mundo y en fin, una
larga lista.
Pero
si hay algo que es un hecho es que aún no es tiempo de festejar sin
más. En torno a Internet, hay que decir que existen algunos desafíos
que históricamente no han permitido a la humanidad disfrutar al
máximo este recurso.
El
primero de ellos es la conectividad. Con todo, afortunadamente se
trata de un tema que va en camino de resolverse, gracias a la llegada
del 5G. Cuando sea una realidad a nivel masivo, la quinta generación
de la tecnología de comunicación inalámbrica lo cambiará todo al
brindar velocidades, confiabilidad y capacidades sin precedentes.
Pero el segundo gran desafío sigue siendo un tema de preocupación
mayor, y es la seguridad alrededor del uso de Internet.
Así
que, si bien por un lado el 5G está por abrir la puerta a una de las
mayores promesas del Internet, que es el Internet de las Cosas (IoT),
mediante el cual podremos conectarnos no sólo con personas, sino
también con todo tipo de sistemas y objetos (desde ropa y
accesorios, hasta electrodomésticos y autos), no tener una
protección de datos garantizada, ahora que vamos a estar listos como
humanidad para conectarnos de mejor manera, desde cualquier lugar y
prácticamente a través de cualquier objeto, es un gran salto hacia
atrás.
En
Aruba encontramos el caso de un cigarrillo electrónico en un cliente
empresarial que, si bien inicialmente se conectaba de forma bastante
inocente, de un día a otro contenía un código malicioso que se
conectó a un puerto USB y estaba enviando información corporativa
confidencial a un país extranjero. Por ejemplos como éste,
consideramos que es necesario que las organizaciones comiencen a
centrarse en la seguridad de las cosas, sin dejar de poner atención
a las personas.
Negocios
e individuos están claramente preocupados, no sólo por la seguridad
de Internet, sino por los niveles de fragilidad que visualizan en el
IoT. De acuerdo con una reciente investigación de Aruba, en la que
participaron 2,400 tomadores de decisiones de TI a nivel mundial, el
57% señalaron que la conexión de IoT en el borde se relaciona con
mayor vulnerabilidad. Asimismo, en un reporte de Thales,
la seguridad destaca como tema de alta importancia para el 95% de los
2,500 consumidores de diferentes países del mundo que encuestó la
empresa para conocer su visión sobre lo que será el IoT en 2030. El
64% dijeron estar dispuestos a pagar un nivel premium para tener
garantía de seguridad, y la mitad del total también expresaron su
temor de que terceros no autorizados puedan controlar sus
dispositivos IoT.
Conscientes
de que la seguridad es y seguirá siendo un asunto de vital
importancia, en Aruba tenemos claro que, para celebrar este próximo
17 de mayo el Día Mundial de Internet y los que vendrán, así como
las próximas tendencias a su alrededor, las redes necesitarán ser
lo suficientemente inteligentes para clasificar, entender y vigilar
el comportamiento adecuado de los diferentes dispositivos que se
conecten.
La
visibilidad debe ser un elemento fundamental, pero hay que ir más
allá; por eso, desde hace cerca de 3 años adquirimos Niara, que
aplica Machine Learning a analíticas del comportamiento para
detectar cosas y dispositivos comprometedores, así como cualquier
ente malicioso o negligente, sean usuarios, empleados, etcétera. Y
continuamos ocupándonos del tema a través de nuestra oferta.
Tener
un Internet e IoT más seguros requiere, asimismo, trabajar con más
ahínco en políticas, educación y conciencia. La tecnología
también debe seguir evolucionando para hacer frente a las cada vez
más sofisticadas vulnerabilidades, de manera que tanto empresas como
individuos podamos seguir gozando de este increíble recurso. La
buena noticia es que estamos en el camino de lograrlo.